Redacción, Madrid.-El 98 por ciento de los niños y jóvenes españoles presentan distintos déficit en el consumo de minerales y vitaminas, mientras se exceden en cuanto a las calorías, grasas y sodio, según se desprende de un estudio reciente, "Nutrición infantil y juvenil", dirigido por Lluis Serra y Javier Aranceta, presidente y secretario, respectivamente de la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC) y Alfonso Delgado, presidente de la Asociación Española de Pediatría (AEP). En este sentido, uno de los datos sobre el que más han incidido estos expertos es la insuficiente cantidad de vitamina D que se ha observado en las dietas de este sector de la población.

De la población estudiada se ha obtenido que el porcentaje con déficit de 4 o más nutrientes es del 13 por ciento, siendo el grupo de mujeres comprendido entre los 14 y 17 años, el que presenta mayores porcentajes de ingestas deficitarias, en este sentido, con un 45 por ciento, mientras que en el mismo grupo, pero de varones, el porcentaje se reduce hasta el 8 por ciento.

En relación a estos datos, en el estudio se indica que el 50 por ciento de las mujeres pertenecen al grupo de alto riesgo nutricional, mientras que en el caso de los varones éste se sitúa alrededor de 20, cuyo mayor porcentaje corresponde al grupo entre 14 y 17 años, anteriormente citado.

Los expertos han destacado como principales factores por los que durante el período de crecimiento se reduce la ingesta de vitaminas y minerales, el aumento de consumo de las llamadas calorías vacías, la tendencia a saltarse alguna comida, el alto seguimiento de dietas para perder peso, y la reducción del consumo de frutas y verduras.

Principales riesgos

Los autores de este estudio citan, por otra parte, algunas de las variables que se asocian con un alto riesgo nutricional entre ellas, el bajo nivel socio económico y educacional. tener más de un hermano. ver la televisión durante las comidas. ser fumador. y vivir en una familia monoparenteral.

Por el contrario, entre los factores que pueden proteger de estas carencias se encuentran: la residencia en una gran ciudad. la realización de actividades al aire libre. no consumir tabaco. el descanso nocturno de más de 9 horas y media. y tener buenos hábitos en el desayuno.