La alta eficacia de tratamiento antidepresivo es el principal factor de satisfacción

La adherencia al tratamiento antidepresivo es difícil estimar, al ser una conducta clínica muy compleja, como todas las asociadas a la rama de la Psiquiatría por ausencia de pruebas objetivas. Hay que tener en cuenta que existen muchas variables relacionadas con el incumplimiento y no todas son fáciles de medir o ser del todo fiables. Si no existe una buena adherencia y cumplimiento, hay una mayor tasa de recaída en la enfermedad o persistencia de síntomas subsindrómicos, que condicionarán mayor morbilidad y costes, así como una peor calidad de vida a largo plazo y afectación del funcionamiento global del paciente. Por eso, es importante investigar los factores que predicen la adherencia y la persistencia del uso de antidepresivos. Dicha investigación puede ayudar a los médicos a identificar a los pacientes con mayor riesgo de incumplimiento así como abordar intervenciones dirigidas a mejorar dicho cumplimiento del tratamiento. Con la aparición de los inhibidores selectivos de recaptación de serotonina y las fórmulas de liberación modificada de antidepresivos duales se han minimizado los efectos secundarios, lo que favorece la adherencia al tratamiento.

Información sobre el tratamiento

Existe una mayor predisposición del paciente a recibir tratamiento psicofarmacológico. Normalmente, en la gran mayoría de casos los tratamientos antidepresivos no se pautan de forma crónica, tras explicar al paciente que la toma de tratamiento son por un tiempo limitado que variaran en función de la sintomatología, número de episodios previos y respuesta al tratamiento. Dicha explicación transmite confianza y buena predisposición, al saber de antemano que no va a ser un enfermo crónico, que su trastorno psíquico se resolverá y que previsiblemente recibirá el alta tras una resolución adecuada de síntomas y recibir durante un tiempo estipulado un tratamiento antidepresivo. Hay que tener en cuenta que, en líneas generales, la adherencia al tratamiento psicofarmacológico es mayor desde los servicios de Psiquiatría que de Atención Primaria. Este hecho puede deberse a mayor conocimiento del abanico de antidepresivos existentes, a la mayor cantidad de explicaciones que se pueden ofrecer al paciente desde consultas de Psiquiatría, como los potenciales beneficios, síntomas diana, posibles efectos secundarios, tiempo de tratamiento y seguimiento, y a la mayor disponibilidad de tiempo en consulta.

Factores que dificultan la adherencia

Existen diversos factores que pueden dificultar la buena adherencia. Seguir según lo pautado el tratamiento puede depender, en parte, de la edad del paciente, de la personalidad previa, de sus creencias, de su conocimiento acerca de la enfermedad y de la dificultad de objetivar mediante exploraciones físicas los trastornos psiquiátricos. Es sorprendente lo extendida que está la creencia que salir de una depresión es cuestión de fuerza de voluntad. Pero estas actitudes contribuyen a que el paciente se sienta incomprendido e incluso se culpabilice de su estado. Por eso, la información que pueda recibir el paciente es muy importante. Debe abarcar explicaciones, no sólo sobre el trastorno sino también sobre los fármacos empleados y su funcionamiento. Hay que informar que los antidepresivos tienen un periodo de latencia de respuesta largo para no esperar soluciones rápidas y no haya un abandonamiento a corto plazo por la creencia de ineficacia. También sobre los posibles efectos secundarios que puedan aparecer. Muchas veces, los pacientes piensan que todos los psicofármacos crean dependencia y adicción. A esto hay que añadir el miedo al estigma, que es otro factor objetivable de falta de adherencia. La edad también puede in fluir en este aspecto. Los adolescentes pueden ser más reticentes a  un buen cumplimiento por falta de rutinas y miedo al estigma. En la vejez, la misma patología y alteraciones cognitivas pueden dificultar un buen cumplimiento del tratamiento. En ambos casos será determinante contar con una buena red de apoyo familiar y/o social. Los efectos secundarios también pueden mermar la buena adherencia. De hecho, otra de las posibilidades de mala adherencia es el abandono por efectos secundarios/interacciones con otros grupos farmacológicos. Los que conllevan un mayor abandono de tratamiento o toma irregular serían el aumento de peso y la disfunción sexual. Es importante explicar a los pacientes los efectos secundarios que pueden aparecer y la posibilidad de cambio de tratamiento o el uso de otros fármacos que disminuyan estos síntomas. También hay que considerar que la propia mejoría del paciente puede hacer que la adherencia no sea adecuada. Hay pacientes que muestran una adherencia irregular, usando el fármaco en los periodos de vida en los que se encuentran mal sin un buen consejo médico ni una supervisión médica.

Satisfacción del paciente

La satisfacción del paciente se percibe cuando el tratamiento antidepresivo es eficaz o los síntomas mejoran con el tratamiento. También influye positivamente si el paciente recupera funcionalidad en áreas que a lo mejor se han visto afectadas por la depresión, como puede ser la interacción social, el recuperar actividades de ocio o la mejoría de la concentración en actividades. La satisfacción con el tratamiento está muy relacionada con la adherencia, pues un paciente más satisfecho toma la medicación correctamente durante el tiempo prescrito, lo que facilita el resultado terapéutico deseado. Por eso, es primordial explicar desde un primer momento y de manera pormenorizada los efectos adversos más frecuentes. La alta eficacia de tratamiento es sin duda el principal factor de satisfacción y buena adherencia a los antidepresivos. Si bien la remisión clínica completa del episodio depresivo no se logra en un porcentaje significativo de los casos, existen tasas elevadas de remisión clínicamente significativa además de tasas elevadas de remisión parcial, medido como disminución superior al 25% de la puntuación en escala PHQ-9 o inferior al 25%, respectivamente. A mayor gravedad sintomática, síntomas neurovegetativos, variabilidad circadiana y endogeneidad del episodio depresivo, mayor tasa de respuesta a tratamiento, contribuyendo a la satisfacción global del paciente. Un adecuado seguimiento y monitorización del proceso terapéutico, donde se incluye la historia clínica y filiación de la sintomatología, explicación de las opciones terapéuticas disponibles, monitorización de la respuesta a tratamiento y la restitución de la sintomatología, contribuye a la satisfacción global con la atención recibida, la calidad de vida percibida y, por ende, la satisfacción global con el tratamiento antidepresivo.   Para la elaboración de este artículo se ha contado con la colaboración de los doctores especialistas en Psiquiatría Alberto Álvarez Gutiérrez, del Centro de Salud Mental Arguelles, Hospital Fundación Jiménez Diaz, en Madrid; José Luis Sagredo Sainz, del Centro de Salud Mental Baix Empordà; Mercè Aubareda Magriñà, del Centro de Salud Mental de Adultos, Hospital Universitari de Vic; Patricia Márquez Martín, del Centro de Salud El Ferial, Hospital Universitario de Guadalajara; Juan Francisco Tello Robles, del Hospital Morales Meseguer; Luis Vicente Valor, del Hospital General de Villalba; Tomas Alcaina Prosper, del Centro de Salud Mental de San Marcelino, en Valencia, y Anna Camarasa Darbra, del Hospital Universitari Santa Maria, en Lleida.