La falta de un consenso para detectar los síntomas del tracto urinario inferior STUI se traduce en un infradiagnóstico e infratratamiento, lo que influye considerablemente en la calidad de vida de las afectadas
La principal razón para que no haya consenso a la hora de diagnosticar los síntomas del tracto urinario inferior STUI en mujeres es la falta de un abordaje conjunto, multidisciplinar e integral, ya que, en general, son valoradas por varios especialistas, médicos de Atención Primaria, urólogos, ginecólogos, médicos…
La principal razón para que no haya consenso a la hora de diagnosticar los síntomas del tracto urinario inferior STUI en mujeres es la falta de un abordaje conjunto, multidisciplinar e integral, ya que, en general, son valoradas por varios especialistas, médicos de Atención Primaria, urólogos, ginecólogos, médicos rehabilitadores, sin que exista un consenso en la evaluación diagnóstica, así como en el tratamiento. Así de contundente se muestra Antonio Alcántara Montero, de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN), al hablar de la falta de consenso en el diagnóstico de STUI en mujeres.
La falta de consenso influye en su infradiagnóstico, pero existen otros factores a considerar. Los STUI en la mujer pueden pasar desapercibidos en las consultas, “aunque, tanto la incontinencia urinaria como la vejiga hiperactiva, son disfunciones con alta prevalencia”, comenta el especialista.
“Cuando se inicia el problema -prosigue el experto-, muchas mujeres no consultan directamente por este motivo, ya sea por vergüenza o por la falsa creencia de que es un problema asociado al envejecimiento. La mayoría de ellas adoptan medidas de protección, y solo cuando las pérdidas involuntarias de orina provocan una alteración importante en su vida diaria, se deciden a pedir ayuda a un profesional de la salud”.
Mayor coordinación
Para mejorar esta situación habría que fortalecer la coordinación entre los diferentes niveles asistenciales, ya que en los STUI en la mujer es esencial el trabajo en equipo, pues intervienen en su diagnóstico, tratamiento, derivación y seguimiento diferentes especialistas. “Es fundamental este aspecto, ya que el abordaje coordinado, sistematizado y multidisciplinar facilita el buen hacer de los profesionales sanitarios y que la paciente reciba la asistencia que necesita en cada momento, en función de la situación en que se encuentre”.
A juicio del especialista, los principales escollos que hay que sortear para llegar a un consenso en el diagnóstico son establecer medidas preventivas y evaluar el impacto de los STUI en la calidad de vida de la mujer, la integración de los niveles asistenciales para mejorar el seguimiento, mejorar los circuitos de derivación, conseguir mejores resultados en la adherencia en patologías como vejiga hiperactiva, así como la comunicación médico-paciente.