Durante su Congreso Mundial celebrado en Cuidad del Cabo, la
Federación Farmacéutica Internacional (FIP) ha actualizado la declaración de política sobre el papel de los farmacéuticos en el acceso a medicamentos seguros y de calidad. En un nuevo documento, la FIP hace una serie de recomendaciones sobre cómo los diferentes actores pueden
mejorar el acceso a medicamentos esenciales.
Líneas generales
En particular, la política destaca una diferencia significativa en el acceso a los medicamentos entre los países de ingresos bajos y altos, con disparidades en la estructura de los sistemas de atención de la salud y en el número y las funciones de los farmacéuticos y las farmacias entre las causas que contribuye.
La propia FIP asume una serie de compromisos en la declaración, entre ellos el de promover un marco normativo y de políticas que permita a los farmacéuticos ejercer su competencia profesional para aumentar el acceso a los medicamentos y dispositivos médicos. La federación también se compromete a apoyar programas de desarrollo de competencias orientados a las funciones de los farmacéuticos en la mitigación del impacto de la escasez de medicamentos en la industria, los hospitales, los centros de atención sanitaria y los entornos comunitarios.
Recomendaciones de la FIP para todos los actores
Por ejemplo, los responsables de las políticas deberían realizar cambios legislativos para permitir que los farmacéuticos proporcionen sustitutos cuando un medicamento recetado no esté disponible. “En términos de infraestructura de atención de la salud,
los gobiernos deben esforzarse por lograr políticas sanitarias nacionales que garanticen una cobertura sanitaria universal. También deben garantizar que la seguridad del suministro de medicamentos sea un aspecto central de toda ley que garantice el acceso a los medicamentos, incluso en caso de emergencias de salud pública, y establecer sistemas sólidos de retirada de medicamentos”, resume Lars-Åke Söderlund, vicepresidente de la FIP y copresidente del comité de la FIP sobre acceso a medicamentos.
Entre las recomendaciones a los
farmacéuticos se encuentra que asuman un papel de liderazgo en la defensa de la seguridad de los medicamentos y que se involucren en procesos que respalden el acceso equitativo a los medicamentos, incluido el trabajo con los gobiernos para desarrollar políticas que apoyen a las poblaciones desatendidas.
“Nuestras recomendaciones para abordar las disparidades incluyen que la
industria farmacéutica debe apoyar la producción local de medicamentos y dispositivos médicos en países de ingresos bajos y medios mediante la transferencia de tecnología, el intercambio de propiedad intelectual, la capacitación y la inversión en instalaciones. También debe mejorar la transparencia con respecto a las estructuras de precios y los costos dentro de los mercados farmacéuticos para los gobiernos, los encargados de la formulación de políticas, los profesionales de la salud y el público, y prestar atención a los precios justos”, finaliza Söderlund.