La transformación digital en Salud en España está prácticamente concluida, pero su aplicación está siendo lenta y no todo lo eficiente que cabría esperar, lo que contrasta con la rápida renovación y constante incorporación de novedades en el campo de las TIC. En nuestros días, los retos del sistema sanitario difieren de aquellos para los que fue diseñada, y habría que revisar si los servicios que se demandan son los que realmente se necesitan en la actualidad.
Se constata, asimismo, que para la clase política los temas de salud, y más concretamente de Salud Digital, son transversales, es decir, de ellos no depende su futuro electoral, mientras que al ciudadano le interesan, y mucho, estas cuestiones, lo que conduce a una evidente brecha entre lo que demandan unos y lo que interesa a otros.
Son algunas de las conclusiones del Informe 'Transformación Digital en Salud en España: compromisos vs. realidades', presentado y promovido por la Asociación Salud Digital (ASD) para conocer la realidad actual y visión de futuro de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) en el Sistema Nacional de Salud (SNS) e invitar a las Administraciones central y autonómicas a fijar objetivos y establecer planes que permitan la consolidación de nuestro país como líder europeo en Salud Digital.
Según explica Jaime del Barrio, presidente de la ASD, se trata de un análisis y contraste entre programas de gobierno frente a las políticas puestas en marcha en cada comunidad autónoma durante los últimos diez años en materia de Salud Digital, lo que ha permitido obtener un mapa del grado de avance de la transformación digital en salud hasta la fecha y un apunte de los nuevos retos que debería encarar la Administración en materia de Salud Digital.
Contenido
El estudio está estructurado en tres apartados principales: por un lado, un mapa de situación de los indicadores estratégicos del SNS, como la historia clínica digital, la receta electrónica, la cita por Internet y proyectos de Telemedicina, a día de hoy prácticamente concluidos o cerca de estarlo. Sin embargo, “cabría preguntarse por qué se ha tardado tanto en su desarrollo”, apunta Daniel de Lima, autor principal del Informe; en este sentido, el estudio recoge algunas de esas respuestas, como motivos estructurales y organizacionales, de confidencialidad de los datos de los pacientes, etc.
En el segundo bloque se comparan los compromisos electorales de los Gobiernos de las CC. AA. durante los últimos diez años con las políticas llevadas a cabo. “Encontramos que no era posible una comparación directa y real por la propia naturaleza de los programas electorales y la falta de compromisos y plazos concretos”, aunque sí fue posible comprobar en qué medida los políticos piensan que estos temas de Salud Digital preocupan al ciudadano para comprometerse a realizar determinadas acciones. La percepción que se desprende es que para los partidos políticos, independientemente de su ideología, las cuestiones de salud son transversales, es decir, dan a entender que no depende de ellas obtener más o menos votos. Por el contrario, al ciudadano le interesan, y mucho, las cuestiones de salud, y valora positivamente lo relativo a Salud Digital. Se produce, por tanto, una importante brecha entre lo que interesa a unos y otros.
En el último capítulo se analizan los nuevos retos y cómo afrontarlos. “Lo primero sería completar lo que está en marcha y, a continuación, teniendo en cuenta la rapidez de evolución de la tecnología, revisar si eso es lo que ahora necesitamos o se ha quedado algo desfasado”, señala De Lima. Igualmente, se pone de manifiesto la necesidad de un organismo independiente que se encargue, no solo de definir las estrategias comunes, sino de legislar aspectos como la protección de datos y liderar el proyecto de Gestión de Cambio.
Cambios de modelo
En opinión de Julio Mayol, vocal de la Junta Directiva de la ASD y director médico del Hospital Clínico San Carlos, de Madrid, el principal problema es la carencia de una estrategia bien definida que permita aunar esfuerzos y conseguir la masa crítica necesaria para que se produzca una transformación con una clara hoja de ruta en el sector salud. Según reconoce, el Informe refleja una situación que no es mala comparada con la mayoría de los países europeos u occidentales en general, una estrategia que ha permitido tomar acciones en áreas importantes, como la receta electrónica, etc., “pero habría que preguntarse si en el siglo XXI el problema que estamos intentando solucionar es el mismo que cuando esto se inició. Se hablaba de informatización de la Sanidad y ahora hablamos de Salud Digital. Los retos son diferentes a los de ese sistema sanitario del siglo XX”.
Para el experto, en la actualidad se producen cambios en el modelo de negocio de la Sanidad en cuanto a aquello que se intenta producir para generar valor en la sociedad y lejos de anteriores objetivos -como el aumento de la productividad-, que condicionaban la informatización (mayor número de consultas, de TAC...). “Ahora nos planteamos qué tenemos que dejar de hacer para ganar tiempo, valor, para todos los agentes involucrados en el sistema sanitario”, apunta Mayol. “Los gestores y los políticos necesitan información para poder tomar las mejores decisiones, lo clínicos necesitan mejores datos e información también para tomar esas decisiones y los ciudadanos quieren sus datos para tomar sus propias decisiones”. Todo esto ha cambiado los retos de la tecnología.
Julio Mayol reconoce que es necesario un nuevo modelo de negocio, la Sanidad basada en valor -“generar valor para todos”-, pero también un nuevo modelo de negocio para las herramientas tecnológicas que se incorporan al sistema. Hace falta, además, un cambio cultural ante diferentes formas de pensar -“va a afectar a cómo gestionamos nuestra propia Sanidad”-, y un tercer requerimiento que tiene que ver con la innovación tecnológica y el desarrollo actual. A estas líneas apuntan los grandes retos que el recoge el informe. “Ahora hay que ver qué vamos a hacer como sistema. Tenemos un compromiso con los ciudadanos y hay que avanzar al ritmo que lo hace la sociedad para poder gestionar sus expectativas”, apunta.
Retos
Si bien la intención del estudio no es buscar responsables de los posibles defectos de la actual situación, sí pretende destacar las actuales carencias e invitar a aquellos en cuyas manos esté solucionarlas a que aporten los recursos necesarios para la necesaria transformación digital.
Tras determinar aquellos aspectos donde será preciso poner más atención en materia de Salud Digital, y una vez concluido el despliegue de todos los servicios que se analizan, se llevará a cabo una revisión para su puesta al día y una revisión de todo el SNS para comprobar si se adecua a las necesidades actuales, siempre con el paciente como eje central y con una visión internacional que permita interactuar con los sistemas de otros países. A partir de ahí, se podrán afrontar todos los retos que la tecnología actual permita.
En concreto, el estudio recoge un decálogo de retos para la adopción de la Salud Digital en el Sistema Nacional de Salud en cuestiones como la atención de las enfermedades crónicas, el diagnóstico por la imagen, la patología digital o la Telemedicina. También aspectos como Data analytics, Big Daba, Inteligencia Artificial u Open Data, además de los nuevos sistemas de historia clínica, la creación del un organismo independiente, la reorganización de la información o el paciente como eje central.
El Informe, desarrollado durante el pasado año, contiene más de 200 páginas y ha sido validado por diez expertos del mundo de la salud, tanto pública como privada, y de las nuevas tecnologías. Se podrá descargar desde la web de la ASD.
La implantación de la Salud Digital en España está prácticamente concluida
Un Informe presentado por la Asociación Salud Digital analiza la situación y propone medidas urgentes para que sea todo lo eficiente que cabría esperar
Isabel Sánchez Aguiar
11 de marzo 2019. 3:30 pm