El
cáncer de hígado es una de las principales causas de muerte en Europa, y gran parte de estos casos se deben a infecciones crónicas causadas por los
virus de la hepatitis B y C. Según el
Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (ECDC), la lucha contra estas hepatitis víricas es clave para reducir el número de casos de cáncer de hígado en toda la región. En vísperas del
Día Mundial contra la Hepatitis, el ECDC subraya la importancia de fortalecer las estrategias de prevención, detección y tratamiento de estas infecciones.
El papel de la hepatitis crónica en el cáncer de hígado
Las infecciones crónicas por
hepatitis B y
hepatitis C son responsables de una alta proporción de los casos de cáncer de hígado en Europa. En 2022, se registraron alrededor de
55,000 muertes por cáncer de hígado, lo que lo posiciona como la
sexta causa de muerte por cáncer en el continente. Las infecciones crónicas por estos virus son uno de los factores de riesgo más importantes para el desarrollo de esta enfermedad.
En la
Unión Europea y el
Espacio Económico Europeo (UE/EEE), alrededor de
3,6 millones de personas están infectadas crónicamente por el virus de la hepatitis B (VHB) y
1,8 millones por el virus de la hepatitis C (VHC). Sin embargo, la prevalencia de estas infecciones varía considerablemente entre los países y dentro de diferentes grupos de la población, especialmente entre las personas que se inyectan drogas, los reclusos y algunas poblaciones migrantes.
Estrategias de prevención y tratamiento para combatir las hepatitis víricas
El ECDC hace hincapié en la importancia de implementar
medidas preventivas eficaces, como la
vacunación contra la hepatitis B y las estrategias de reducción de daños para prevenir la transmisión de infecciones de transmisión sanguínea. También subrayan la necesidad de ampliar el acceso a los tratamientos para ambas infecciones, que pueden
prevenir la progresión hacia la cirrosis y el cáncer de hígado.
'El poder de prevenir el cáncer está a nuestro alcance', asegura
Piotr Kramarz, científico jefe del ECDC. Según Kramarz, es fundamental
intensificar los esfuerzos en toda Europa para acelerar la eliminación de los virus de la hepatitis B y C, ambos relacionados con el aumento de los casos de cáncer de hígado.
La importancia de la detección temprana y el acceso a la atención médica
Uno de los mayores desafíos para combatir la hepatitis crónica es que una gran proporción de las personas infectadas
no han sido diagnosticadas, lo que significa que no reciben el tratamiento que necesitan. La
Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que el
87% de las infecciones por hepatitis B y el
64% de las infecciones por hepatitis C a nivel mundial no se diagnostican, lo que pone de manifiesto la
necesidad urgente de mejorar los programas de detección.
Además, muchos pacientes son diagnosticados solo en fases avanzadas de la enfermedad, cuando ya han desarrollado
cirrosis o cáncer de hígado, lo que reduce las opciones de tratamiento y empeora el pronóstico. El ECDC insta a los gobiernos a implementar
programas de pruebas más amplios para identificar a las personas infectadas y garantizar su acceso temprano a la atención médica.
Grupos vulnerables y obstáculos en el acceso a los tratamientos
Los
grupos vulnerables, como las personas que se inyectan drogas y los migrantes indocumentados, enfrentan dificultades adicionales para acceder a los tratamientos contra la hepatitis. En algunos países europeos, estas poblaciones se ven limitadas por barreras legales, económicas y sociales, lo que dificulta su acceso a los
programas de vacunación y atención sanitaria adecuada.
El ECDC señala que aproximadamente
un tercio de los casos de hepatitis B crónica en la UE/EEE se encuentran entre la población migrante, y una proporción similar de infecciones crónicas por hepatitis C se da entre las personas que consumen drogas inyectables. Estos datos destacan la
necesidad de intervenciones específicas para garantizar que estos grupos también reciban el tratamiento necesario.
Colaboración internacional para lograr la eliminación de las hepatitis víricas
El ECDC hace un llamamiento para intensificar los esfuerzos y la colaboración entre los
gobiernos, los
profesionales sanitarios y las
comunidades para acelerar el progreso hacia la eliminación de las hepatitis B y C. 'Mediante la
ampliación de los programas de vacunación, la
aplicación de iniciativas de pruebas específicas y la mejora de las
medidas de prevención, podemos lograr un futuro más saludable para todos', concluye el organismo europeo.
En resumen, el combate contra las
hepatitis víricas no solo es una prioridad de salud pública en Europa, sino también una herramienta fundamental para reducir el número de casos de cáncer de hígado. La detección temprana, la
vacunación y la atención médica integral son pasos clave para avanzar hacia la eliminación de estas infecciones y mejorar la calidad de vida de las personas afectadas.