La salud cardiovascular de la mujer ha copado el interés de las primeras sesiones del Congreso de la Sociedad Europea de Cardiología 2024, que se está celebrando en Londres.
30 de agosto 2024. 11:00 am
Las mujeres durante la menopausia tienen cambios en sus perfiles de colesterol en sangre, lo que podrían tener un impacto negativo en su salud cardiovascular. Tal y como ha detallado Stephanie Moreno, del Centro Médico Southwestern de la Universidad de Texas, en Dallas, “en este…
Las mujeres durante la menopausia tienen cambios en sus perfiles de colesterol en sangre, lo que podrían tener un impacto negativo en su salud cardiovascular. Tal y como ha detallado Stephanie Moreno, del Centro Médico Southwestern de la Universidad de Texas, en Dallas, “en este periodo tiene lugar un aumento de las lipoproteínas de baja densidad (LDL) y una disminución de las lipoproteínas de alta densidad (HDL). Estos cambios sugieren que la menopausia se asocia con una transición a un perfil de lipoproteínas de mayor riesgo, que podría favorecer la aparición de enfermedades cardiovasculares, como la enfermedad coronaria”.
En este contexto, hay que recordar que las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte entre las mujeres, a pesar de la idea errónea de que son enfermedades de hombres. El 40% de todas las muertes de mujeres se deben dichas patologías cardiovasculares. Aunque las mujeres desarrollan enfermedades cardiovasculares aproximadamente diez años más tarde que los hombres, su riesgo aumenta después de la menopausia.
Datos del estudio
En el estudio presentado en el Congreso de la Sociedad Europea de Cardiología 2024, los autores examinaron los cambios a lo largo del tiempo en las partículas lipoproteicas que se producen durante la menopausia. Se revisaron los datos de un total de 1.246 participantes menopáusicas que participaban en el Dallas Heart Study (DHS). Se les midieron las lipoproteínas comunes asociadas con la enfermedad cardiovascular, entre las que se incluía la LDL-P aterogénica y LDL de baja densida.
Utilizando tecnología de resonancia nuclear magnética se compararon los cambios longitudinales en las medidas de lipoproteínas entre mujeres premenopáusicas, perimenopáusicas y postmenopáusicas frente a 1.346 hombres, a los que se consideró grupo de referencia.
Durante una mediana de seguimiento de 7 años, los tres grupos de mujeres experimentaron un aumento de LDL, pero el mayor cambio porcentual se produjo entre los grupos peri y post, con un 8,3%. En comparación con los hombres, el grupo postmenopausia presentó el mayor cambio porcentual de HDL, con un cambio negativo del 4,8%.
Resultados
El porcentaje de cambio de las LDL de baja densidad fue mayor en el grupo peri que en el de los hombres, con un cambio del 213%. Este cambio porcentual es ~15% mayor que en los grupos pre y postmenopausia.
Así, los autores de la investigación han indicado que la menopausia se asocia a cambios adversos en los perfiles de lipoproteínas y que los cambios más pronunciados son los aumentos de las partículas y subfracciones de LDL que se ha visto en mujeres perimenopáusicas.
Si se analizan en conjunto, dichos cambios podrían ayudar a explicar el aumento de las enfermedades cardiovasculares en las mujeres postmenopáusicas y ayudar a determinar si se justifican intervenciones más tempranas.
Endometriosis
La endometriosis tampoco ayuda en el control de la enfermedad cardiovascular en mujeres. En un estudio presentado en el citado congreso por Eva Havers-Borgersen del Hospital Universitario Rigshospitalet Copenhague, Copenhague, en Dinamarca, se ha visto que las mujeres con endometriosis tienen un riesgo un 20% mayor de sufrir problemas cardiacos considerables en comparación con las mujeres sin endometriosis.
El estudio utilizó registros nacionales daneses de todas las mujeres con diagnóstico de endometriosis entre 1977 y 2021. Se compararon con mujeres de la población sin endometriosis en una proporción de 1:4 basada en el año de nacimiento. El objetivo primario del estudio era infarto agudo de miocardio e ictus isquémico, mientras que los objetivos secundarios se centraban en las arritmias, la insuficiencia cardiaca y la mortalidad.
Se incluyeron en el análisis 60.508 mujeres con endometriosis y 242.032 controles, con una media de edad de 37,3 años, a las que se siguieron durante un periodo que transcurrió entre 16 y 45 años.
Mayor riesgo
Las mujeres con endometriosis tenían alrededor de un 20% más de riesgo de sufrir un infarto agudo de miocardio o un ictus isquémico que las mujeres sin endometriosis. La incidencia acumulada a 40 años de la combinación de infarto agudo de miocardio e ictus isquémico fue del 17,5% y del 15,3% en mujeres con y sin endometriosis, respectivamente.
Cada vez hay más datos que sugieren que existe una estrecha relación entre la endometriosis y el sistema cardiovascular, que pueden compartir vías de enfermedad comunes.
Así, Eva Havers-Borgersen ha señalado que aunque las diferencias absolutas fueron pequeñas, las relativas fueron del 20%. Con la elevada prevalencia de la endometriosis, estos resultados aportan más pruebas de que los factores de riesgo específicos de la mujer y la enfermedad cardiovascular requieren mayor atención. De hecho, ha insistido en que las mujeres con endometriosis se sometan a una evaluación del riesgo de cardiovascular.