El manejo de la insuficiencia cardiaca ha variado en los últimos años, y diversos facultativos analizan cuáles son los retos futuros en este ámbito y con qué herramientas se cuenta para conseguirlos. Magdalena Bellot Sempere define la insuficiencia cardiaca como “el proceso terminal de muchos problemas y procesos cardiológicos que se caracteriza por la incapacidad del corazón para bombear la sangre necesaria para proporcionar los requerimientos metabólicos del organismo”.
“Es un problema de magnitud creciente con una elevada morbimortalidad. En los últimos años se ha asistido a un cambio importante en el manejo del paciente, suprimiendo síntomas, mejorando capacidad funcional y calidad de vida”, explica la Dra. Bellot, quien añade entre los principales objetivos “la prevención de la progresión del daño y la reducción de la mortalidad”. Según indica, estos retos se consiguen gracias al tratamiento sintomático, con medidas farmacológicas y generales, así como el tratamiento etiológico y el control de las complicaciones.
Manejo multidisciplinar
Por su lado, Maryam Sidahi Serrano destaca que la insuficiencia cardiaca es una de las patologías que conlleva una mayor carga asistencial en España. “En los últimos años se ha insistido en la importancia de su manejo multidisciplinar, con la creación de unidades de intervención cardiaca, protocolos para la insuficiencia cardiaca refractaria, la utilidad del hospital de día para evitar ingresos y los programas de rehabilitación”.
Maryam Sidahi recuerda que otro objetivo en el manejo de la insuficiencia cardiaca crónica refractaria es mantener una buena calidad de vida, así como la mejoría de su capacidad funcional y la disminución de los ingresos hospitalarios. Además, es necesario potenciar tratamientos para el control de frecuencia, de tensión arterial, control de la anemia y tratamiento deplectivo, así como dispositivos de resincronización.
Prevención para reducir la morbimortalidad
En el ámbito farmacológico, Carmen Garcés Alonso destaca que los nuevos tratamientos para la insuficiencia cardiaca vienen avalados por los estudios que han demostrado el beneficio de los betabloqueantes y los IECA. “Los nuevos retos pasan por la prevención de nuevos episodios, sobre todo en personas mayores con insuficiencia cardiaca y función sistólica conservada. El objetivo del diagnóstico y el tratamiento de la insuficiencia cardiaca no difieren de otras enfermedades, es decir, buscan la reducción de la morbimortalidad”.
En el mismo sentido, Luis Miguel Rosales García señala que “los cambios en el manejo de la insuficiencia cardiaca han mejorado la calidad de vida del paciente gracias a la adopción de hábitos alimenticios saludables, el deporte y la medicación”. La prevención de eventos debe basarse, entre otras iniciativas, “en una buena historia médica para detectar posibles riesgos, así como en la adopción por parte del paciente de hábitos de vida saludable”, indica el Dr. Rosales.
La prevención, principal herramienta para enfrentarse a la insuficiencia cardiaca
El abordaje de la IC debe basarse en una buena historia médica para detectar posibles riesgos, así como en la adopción de hábitos de vida saludable por parte del paciente
Eva Fariña
1 de marzo 2018. 10:49 am