La tirzepatida parece ser que funciona mejor en mujeres que en hombres con
diabetes tipo 2 y/u
obesidad, según un análisis de los
ensayos SURMOUNT que se ha presentado en la Reunión Anual de la Asociación Europea para el Estudio de la Diabetes (EASD), que se está celebrando en Madrid.
La tirzepatida es un agonista de los receptores del polipéptido insulinotrópico dependiente de la glucosa (GIP) y del péptido similar al glucagón-1 (GLP-1) que se administra una vez a la semana y consigue una reducción del peso corporal en adultos con
obesidad y
sobrepeso, con o sin
diabetes tipo 2.
Los análisis post hoc examinaron si los efectos reductores del peso de la tirzepatida varían en función del sexo. Se incluyeron todos los participantes aleatorizados (51-71% mujeres) que recibieron al menos una dosis de tirzepatida de 5, 10 o 15 mg, o placebo.
En dicho análisis se ha comprobado que las mujeres consiguieron mayores reducciones de peso tirzepatida, hasta un 24,6%, en comparación con los hombres, que alcanzaron reducciones de hasta un 18,1%.
Sin embargo, “en el ensayo SURMOUNT 3, en el que participaron adultos
diabetes tipo 2, las mujeres tratadas con tirzepatida tuvieron significativamente más probabilidades de alcanzar una reducción del peso corporal de al menos un 5% o un 10% en comparación con los hombres”, tal y como ha explicado Luis-Emilio García, de Eli Lilly and Company, en Indianapolis y autor principal de este análisis, quien ha añadido que el perfil de seguridad fue similar por sexos, pero las mujeres tuvieron más náuseas y vómitos.
Perfil de seguridad
En dicha reunión también se ha presentado un estudio seguridad de tirzepatida. Irene Caruso, de la Universidad de Bari Aldo Moro, en Italia, ha destacado que “dicho fármaco
ha demostrado una eficacia sin precedentes en la reducción de la glucosa y el peso corporal en personas con
diabetes de tipo 2 y/u
obesidad. Ahora, nuestro estudio confirma su perfil de seguridad en comparación con otros agonistas de los receptores de GLP-1, como la semaglutida”.
Para llegar a esta conclusión, se han analizado los datos de 7.460 informes en los que se han registrado 286 acontecimientos adversos gastrointestinales, como problemas pancreatobiliares, o los relacionados con los ojos y cáncer de tiroides. Así, la investigadora ha declarado que tirzepatida podría tener un perfil de seguridad similar, si no mejorado, al de los AR GLP-1”.
Sin embargo, el estudio está limitado porque es observacional y la experiencia con tirzepatida en uso clínico diario aún es pequeña en cuanto al tiempo. Por eso, ha señalado que “tiene que haber un enfoque prudente de su interpretación”.
Predictores de control de la glucosa
Otro de los análisis sobre tirzepatida presentado en la reunión de la EASD hace referencia al ensayo SURPASS-4 donde se estudian distintos posibles predictores de mantenimiento del
control de la glucosa sangre y pérdida de peso. Steven E. Kahn, de la Universidad de Washington, en Seattle, ha recordado que no todas las personas obtienen los mismos resultados con la tirzepatida. “Nuestros hallazgos permiten comprender por qué algunas personas pueden tener más beneficio que otras a la hora de perder peso y mantener el
control de la glucemia a largo plazo”.
En este análisis se ha querido identificar predictores clínicos y bioquímicos de la consecución y el mantenimiento de los objetivos de HbA1c y pérdida de peso a las 52 semanas y durante un periodo más amplio de seguimiento.
Tras ajustar por dosis de tirzepatida, edad y sexo, se ha visto que los factores más importantes para predecir el control glucémico en la semana 52 eran una mayor dosis de tirzepatida al inicio del estudio, una menor duración de la
diabetes, una menor HbA1c, una mayor función de las células beta, el tratamiento exclusivo con metformina y un cociente albúmina/creatinina en orina normal.
Los principales factores predictivos de una pérdida de peso clínicamente significativa en la semana 52 fueron una mayor dosis de tirzepatida y el hecho de ser mujer, así como tener una menor HbA1c basal y una tasa adecuada de filtración glomerular, triglicéridos y la ausencia de enfermedades cardiovasculares previas. Sólo un mayor descenso del colesterol LDL durante las primeras 52 semanas predijo una pérdida de peso sostenida. Sin embargo, no se identificó ningún predictor clínicamente significativo de pérdida de peso sostenida.
Prevención de infartos
Semaglutida también ha sido protagonista de la rueda de prensa de la Reunión Anual de la EASD. Tal y como se desprende de un análisis del ensayo SELECT, puede ayudar a prevenir los
infartos de miocardio, los accidentes cerebrovasculares y otros acontecimientos cardiovasculares adversos graves, así como la muerte en adultos con
sobrepeso u
obesidad sin
diabetes, tengan o alterada su función renal.
Para Helen Colhoun, de la Universidad de Edimburgo, Reino Unido, los resultados de este análisis tienen importantes implicaciones clínicas, ya que las personas con deterioro de la función renal tienen un mayor riesgo de
enfermedad cardiovascular. Los datos aportados en la reunión muestran que la semaglutida es segura y eficaz para reducir dicho riesgo. También ha recordado que la obesidad está estrechamente asociada a la
diabetes y a la enfermedad renal crónica, condiciones que agravan el riesgo de deterioro de la función renal y de macroalbuminuria.
Estos resultados refuerzan la evidencia disponible sobre los
beneficios cardiovasculares de la semaglutida y subrayan su papel en el manejo del riesgo cardiovascular y renal en personas con obesidad. No obstante, Colhoun ha recordado que el estudio SELECT no fue un ensayo de
prevención primaria, por lo que los resultados no pueden extrapolarse a los pacientes con insuficiencia renal en general.
Control de la diabetes gestacional
El control rápido de la glucemia tras el diagnóstico de
diabetes gestacional puede reducir el riesgo de obesidad del bebé durante su infancia en un nivel similar al de los niños cuyas madres no han desarrollado
diabetes gestacional. Por eso, Assiamira Ferrara, directora del Centro de Prevención de la Adiposidad y la Diabetes Mellitus, División de Investigación del Kaiser Permanente Northern California, Oakland, California, ha señalado en la Reunión Anual de la EASD que “lograr un control glucémico poco después del diagnóstico de
diabetes gestacional y mantenerlo durante todo el embarazo hasta el parto se asocia a una reducción de las tasas de complicaciones perinatales”.
La investigadora ha llegado a esta conclusión tras examinar los datos de 258.064 mujeres que dieron a luz en Estados Unidos entre 2011 y 2023 y a sus hijos, de las que 17.316 de las mujeres tenían
diabetes gestacional.
Ante sus resultados, ha manifestado que cuando la diabetes gestacional no se maneja adecuadamente, aumenta el riesgo para que el bebé tenga un alto peso al nacer, lo que favorece que sea obeso. Si se controla la
diabetes gestacional rápidamente, el riesgo de
obesidad infantil es similar al de los niños cuyas madres tuvieron un nivel normal de glucosa en la sangre durante el embarazo'.