Las sociedades científicas internacionales International Continence Society (ICS) e Internationational Urogynecologic Association (IUGA) han trabajado en la elaboración de definiciones consensuadas internacionalmente y publicadas en las revistas científicas de la especialidad de las diferentes entidades clínicas que se incluyen en los síntomas del tracto urinario…
Las sociedades científicas internacionales International Continence Society (ICS) e Internationational Urogynecologic Association (IUGA) han trabajado en la elaboración de definiciones consensuadas internacionalmente y publicadas en las revistas científicas de la especialidad de las diferentes entidades clínicas que se incluyen en los síntomas del tracto urinario inferior (STUI). Estas definiciones son de carácter fundamentalmente clínico (síntomas y signos que presentan las pacientes) y han sido validadas por las sociedades específicas de cada país, incluida la SEGO (Sociedad Española de Ginecología), AEU (Asociación Española de Urología) y SINUG (Sociedad Iberoamericana de Neurourología y Uroginecología). En opinión de José Poza, de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO), lo que dificulta la detección de los STU es que no son bien conocidas estas definiciones a nivel de la asistencia no especializada y, por lo tanto, no diagnostican los STUI.
En la detección clínica no existe disparidad de criterios, las definiciones son claras. Sin embargo, establecer el diagnóstico específico para cada situación clínica puede no ser fácil. Por ejemplo, la utilización de los estudios urodinámicos en la incontinencia urinaria es un tema a debate; ya que parece claro su uso en los casos complicados, recidivas de cirugía, incontinencias mixtas, coexistencia de prolapsos genitales…, su utilización en los casos de incontinencia urinaria de esfuerzo pura es controvertido. Otros puntos que hay que despejar hacen referencia a los tratamientos, tanto médicos como quirúrgicos, sobre todo en lo referido a la elección de los fármacos, asociación de fármacos, técnicas quirúrgicas en situaciones especiales, como son recidivas de la incontinencia, obstrucciones, detrusores con poca contractilidad…
Pasos en el diagnóstico
Según el ginecólogo, en cuanto al diagnóstico, las guías clínicas son una herramienta fundamental. Su conocimiento permite seguir los diferentes pasos diagnósticos y terapéuticos, ampliamente consensuados, y actuar médicamente de una forma eficaz.
Por otra parte, “hoy disponemos de exámenes complementarios que nos facilitan la toma de decisiones diagnósticas y terapéuticas. Desde los básicos, pero no menos importantes, diarios miccionales hasta los estudios urodinámicos y ecográficos. Son herramientas muy útiles, pero por desgracia también tienen sus limitaciones que la experiencia clínica de cada unidad o especialista debe complementar”, asegura Poza, quien comenta que para llegar a un consenso es fundamental difundir la información sobre los STUI en la mujer en todos los ámbitos asistenciales. De igual forma, “la adecuada coordinación de los niveles asistenciales para el diagnóstico y la derivación de las pacientes a las unidades especializadas es la única forma de realizar una asistencia óptima a las pacientes con STUI”.
Porque la disparidad en el diagnóstico de los STUI en mujeres repercute de forma clara en una falta de tratamiento adecuado. “El tratamiento puede ser muy sencillo o muy sofisticado, pero siempre está encaminado a mejorar la calidad de vida de las pacientes. Por lo tanto, no mejoramos lo que estas pacientes nos están solicitando, que es mejorar su día a día”, añade el especialista.