Los pacientes con
enfermedades reumáticas, como artritis reumatoide, artritis psoriásica y espondiloartritis periférica, pueden presentar
manifestaciones pulmonares, que aunque no son muy frecuentes, sí que hay que tomarlas en cuenta, ya que aumentan la morbimortalidad si no se detectan y se tratan adecuadamente, tal y como ha presentado el equipo de Lone Winter, del Hospital Universitario de Bonn, en la
Reunión Anual del Colegio Americano de Reumatología, que se ha celebrado en San Diego.
El objetivo de este estudio era investigar la prevalencia de las
manifestaciones pulmonares clínicas y subclínicas en pacientes recién diagnosticados de artritis reumatoide, artritis psoriásica y espondiloartritis periférica.
También se ha comparado los diferentes resultados de los exámenes basales con el fin de desarrollar una propuesta de cribado para detectar a los pacientes de riesgo de desarrollar manifestaciones pulmonares.
Diseño del estudio
Para analizar dichas manifestaciones, se ha llevado a cabo un estudio clínico-prospectivo y longitudinal de cohortes en el que se hizo una evaluación diagnóstica que incluyó un cuestionario para conocer los antecedentes del paciente, un examen físico, una pletismografía corporal con capacidad de difusión de monóxido de carbono, una prueba de esfuerzo de 6 minutos, parámetros de laboratorio y una radiografía de tórax al inicio del diagnóstico de la enfermedad reumática.
De los 54 pacientes ambulatorios y 26 controles de la misma edad y sexo, se detectó
afectación pulmonar, con una radiografía morfológicamente anormal, en 19 pacientes con artritis reumatoide. De ellos, el 36,8 % presentaba síntomas clínicos como tos y/o disnea. Sin embargo, el 63,2 % de los pacientes presentaban
anomalías pulmonares subclínicas y asintomáticas.
Resultados
Se constató que un aumento del factor reumatoide ( > 14 UI/ml) mostró una asociación con la manifestación de
artritis reumatoide y con la presencia de
afectación pulmonar.
Además, la edad media de los pacientes con anomalías pulmonares, que era de entre 57,0 y 12,8 años, era diferente a la de los pacientes sin tales anomalías, con un rango de edad de entre 43,9 y 14,3 años.
Cribado
Después de valorar estos datos, los autores de la investigación han observado que la prevalencia de
manifestaciones pulmonares fue superior a un tercio, y más de dos tercios se presentaban de forma asintomática. La elevada proporción de pacientes asintomáticos pone de manifiesto la necesidad de realizar un cribado pulmonar en el diagnóstico inicial de la enfermedad reumática, sobre todo en los pacientes mayores de 57 años con niveles elevados de factor reumatoide, ya que en dicho grupo de pacientes podría reducirse la morbilidad y la mortalidad.