Mañana (respecto a este domingo, 25 de enero) se celebra el Día Mundial de la Lepra, fecha que cada año ayuda a recordar una de las enfermedades más olvidadas por el primer mundo. Las cifras que se dan a conocer también ayudan a pensar en la lepra como un mal del siglo XXI: en el mundo todavía hay siete millones de afectados que sufre amputaciones y deformaciones irreversibles en sus miembros o en el rostro por una enfermedad que tiene cura, informa el diario ABC en su edición del sábado, 24 de enero.
La lepra no es sólo una infección que perdura, sino que sigue creciendo. Y lo hace a un ritmo de 700.000 nuevos casos anuales, a pesar de los esfuerzos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para erradicarla. La OMS propuso su eliminación en el año 2003, pero ha sido necesario prorrogar esa fecha hasta 2005; «una meta que aún es difícil de conseguir», a juicio de la ONG Anesvad.
El 90 por ciento de los casos, en siete países
De los 122 países en los que la enfermedad era endémica en 1985, 108 han logrado que deje de ser un problema de salud pública (menos de un caso por cada diez mil habitantes). El verdadero problema en estos momentos es que el 90% de los casos mundiales se concentran en la India, Brasil, Nepal, Madagascar, Mozambique, Myanmar y Nepal. En estos países la prevalencia cuadruplica el objetivo propuesto por la Organización Mundial de la Salud y será difícil de erradicar, especialmente en la India, donde se registran el 78% de los nuevos casos.
Doce millones de personas se han curado en los últimos 15 años. Y, sin embargo, la lepra continúa vigente porque tan sólo uno de cada tres enfermos tiene acceso al tratamiento. Anesvad advierte que el principal problema es el rechazo que aún rodea a los enfermos de lepra. Sin embargo, esta enfermedad sólo se contagia en condiciones extremas: largo tiempo de contacto físico con enfermos, sistema inmunológico deprimido, mala alimentación y deficientes condiciones de higiene. Esta ONG también responsabiliza a los estados ricos «por impedir el desarrollo de los países donde la lepra aún es endémica», así como la limitada cobertura médica de los países más afectados. Por todo ello, a un alto número de afectados no les llega el tratamiento o cuando lo tiene a su alcance la infección está muy avanzada, con amputaciones y deformidades irreversibles.
La celebración del Día Mundial de la Lepra busca despertar la sensibilidad social y acabar con la estigmatización. Entre las iniciativas programadas figura una exposición fotográfica de Anesvad con imágenes que reflejan la realidad de las zonas más afectadas. Esta exposición se podrá ver en enero en Cádiz, Barcelona y Bilbao. Pero la muestra continuará recorriendo la geografía española durante todo el año. Asimismo, los décimos de la Lotería Nacional del sorteo del 24 de enero llevarán una viñeta conmemorativa de esta efeméride en la que se ve una flor con cinco pétalos. En detalle, cada pétalo es una huella dactilar que representa los cinco continentes. Por tercer año consecutivo, se ha puesto en marcha en Internet la Cadena Solidaria contra la lepra (www. anesvad. org/cadena), una iniciativa que pretende unir virtualmente a personas de todo el mundo en apoyo y solidaridad con los afectos por la lepra.
Por cada persona que se sume a la cadena, el Banco Santander Hispano aportará un euro para financiar un proyecto de prevención y sensibilización sobre esta enfermedad en tres distritos de Bombay (India), la ciudad más afectada por la lepra.