Este año la nieve no ha dado
tregua y las estaciones
de esquí han hecho su particular
‘agosto’. Las caídas son muchas
y los contratiempos no se
hacen esperar. Las lesiones de
rodilla, tanto de menisco como
de ligamentos cruzados,
son ya viejas conocidas para
los amantes de los deportes de
invierno, pero no las únicas.
Tal y como afirma Agustín Pina,
traumatólogo y cirujano
ortopédico del Hospital Casa
de Salud (Valencia), con la llegada
de la temporada de esquí
y snowboard las lesiones
de hombro y de codo son cada
vez más frecuentes.
Las caídas laterales son las
culpables de este repunte, por
lo que si se va a subir en unos
esquís sea prudente, prepárese
bien y consiga un equipo
en condiciones, más aún si es
menor de 18 años. Cuando el
hombro se sale a esta edad
hay casi un 95% de posibilidades
de que vuelva a ocurrir.
Deja de ser un problema puntual
para convertirse en un
mal crónico contra el que la
rehabilitación no sirve de mucho,
pues, si se potencia la
musculatura pero no se trata
el daño articular que hay dentro,
el problema nunca dejará
de existir. Hay que intervenir
quirúrgicamente y, según reflejan
varios estudios realizados
en Estados Unidos, lo mejor
es que se apueste por ello
en los primeros episodios de
luxación. Y es que no hay que
descuidar un problema que
invalida, y mucho, a quien lo
padece.
Intervención
No existe ninguna articulación
en el organismo con más movilidad
que el hombro y tener
que prescindir de ella no es fácil.
Intervenirla tampoco lo es;
de hecho el espacio es tan reducido
que los cirujanos hablan
de ella como de la articulación
más difícil de abordar.
La cirugía artroscópica, en
la que no hay necesidad de
abrir, es “la que más avances
ha protagonizado en los últimos
siete años hasta convertirse
en la cirugía más mínimamente
invasiva que hay de
todas las que existen”, explica
el doctor Pina. Las ventajas de
la artroscopia son “claras”
puesto que “la recuperación
funcional es mucho más rápida,
sin cicatrices, la reparación
más estable, el postoperatorio
mucho menor y la incorporación
a la vida social y laboral es
casi inmediata”, destaca.