Antonio Morente, Sevilla.- Las preocupaciones en materia sanitaria de la Unión Europea se centran ahora, sobre todo, en la libre circulación de pacientes y en una efectiva vigilancia epidemiológica, unas prioridades que ahora se van a ver reforzadas por la incorporación a la UE de países del Este europeo. Éste es el análisis que realiza de la actual situación Inés García Sánchez, directora del Observatorio de Salud en Europa de la Escuela Andaluza de Salud Pública (EASP), un proyecto que arrancó el año pasado y que, en principio, tiene previsto prolongarse hasta 2006. García Sánchez explica que el objetivo de este organismo es 'obtener información y difundirla sobre políticas, programas y decisiones en el ámbito de la UE que pueden afectar a la política sanitaria' andaluza. Lo que se pretende, en definitiva, es 'estar enterados de lo que hay, y formar parte de comités donde podamos ser oídos, tenidos en cuenta y decidir'.
Este Observatorio nació para satisfacer 'el interés de la Consejería de Salud en dar respuesta a este tipo de inquietudes', analizando las oportunidades de mejora y trabajo y fomentando el número de proyectos europeos en los que el sistema sanitario público andaluz 'puede implicarse'. Para ello, se ha desarrollado un sistema de recogida y análisis de la información (políticas, órdenes, legislación...) para su posterior difusión entre los profesionales interesados.
García Sánchez señala que en la actualidad hay un 'gran interés' en la UE por la libre circulación de pacientes y bienes, ya que 'hay un flujo muy importante entre países', a lo que se une la cuestión de la atención sanitaria en las zonas fronterizas, ya que hay veces en las que los ciudadanos de un país pueden tener los servicios sanitarios más cercanos en otra nación. Por ello, en la actualidad se trabaja para buscar un sistema de compensación económica entre países y pacientes para que éstos 'sean atendidos donde les resulte más cómodo'. Esto requiere de 'más coordinación y ayuda' entre los países miembros, para que así se puedan enviar los países de una nación a otra. 'La cuestión económica es importante, pero por debajo está el derecho de las personas a recibir asistencia en cualquier país', apostilla la directora del Observatorio.
El problema es que se está produciendo una 'sobrecarga asistencial' en zonas como Andalucía, donde la población extranjera aumenta mucho en verano o incluso durante todo el año, ya que cada vez más europeos se trasladan a las zonas costeras, para vivir su jubilación sobre todo. 'Esto es un hecho al que habrá que buscar una solución y ya se está debatiendo, pero llevará tiempo', explica García Sánchez, que recuerda que ya hay sentencias del Tribunal de Justicia Europeo que obligan a compensar a pacientes que han tenido gastos por recibir asistencia sanitaria fuera de su país.
Otra cuestión que preocupa a la UE es la vigilancia epidemiológica, con el punto de mira puesto en el incremento de las enfermedades transmisibles. En este sentido hay que estar preparados para lo que supondrá la entrada de los países del Este europeo, en los que todavía hay 'una incidencia y prevalencia alta' de enfermedades que en las naciones de la UE ya están más controladas.
Al margen, García Sánchez señala que las prioridades de la UE también se van a ocupar de cuestiones como el envejecimiento de la población, la política de medicamentos, la protección al consumidor, la seguridad alimentaria, el tabaco y las toxicomanías, además de mejorar la atención sanitaria y los actuales sistemas de información. 'Hay que coordinar y negociar, compaginar el interés de cada país con los de la UE', y es que cada nación forma parte de este grupo, pero después tiene sus prioridades y condiciones., ha indicado la directora del Observatorio de Salud en Europa de la EASP.