Las 28 Facultades de Medicina españolas son, de entre las de su entorno europeo, las que menos horas destinan a la formación práctica del médico, a la adquisición de habilidades que luego serán de aplicación diaria en el ejercicio de la profesión. Ésta es la advertencia, el consejo, la necesidad de corrección si se quiere ver así, que los decanos de las Facultades de Medicina han lanzado en su reciente Libro Blanco, 'un documento que trata de responder a los nuevos diseños curriculares que se deben adaptar al proceso de convergencia europea. pretende convertirse en una herramienta útil para las Facultades de Medicina', según resume uno de sus artífices, el decano de la Facultad de Granada y secretario de la Conferencia Nacional, José María Peinado.
En el libro, según ha explicado Peinado, se han analizado muchas cuestiones: desde la situación de los currículos en otros países europeos (cómo se estudia Medicina en ellos), a la directiva europea, la procedencia de los alumnos en base a estudios previos' hasta el planteamiento de las competencias. Qué competencias son las que un médico debe tener, y si la actual enseñanza está perfectamente encaminada hacia la consecución de las mismas, es la gran pregunta de fondo que se hace el Libro Blanco.
Los decanos insisten en la necesidad de tender hacia una enseñanza basada más en la práctica y menos sustentada en conocimientos teóricos
El trabajo divide esas competencias en dos grandes bloques: competencias transversales o genéricas, las comunes a todo universitario de cualquier país europeo, y las específicas o propias del médico. Tras el análisis de una amplia bibliografía internacional, en la que se incluye la de organismos como la World Federation for Medical Education o la Asociación Europea para Educación Médica, se ha elaborado el mapa de competencias para un médico, basado en la directiva europea, que es muy anterior al proceso de Bolonia. Aunque se ha reformado en 2005, es casi idéntica a la redactada en 1993 pues sólo se ha modificado, en el Parlamento Europeo, en aspectos formales. sus contenidos, referentes a lo que denomina 'un médico con formación básica' están vigentes desde que en 1993 se refundieron diversas directivas anteriores.
En este punto, Peinado aclara un error que suele surgir cuando se debate sobre materias formativas: no se debe confundir el espacio de convergencia europea con el denominado 'proceso de Bolonia', aunque traten materias similares. La declaración de Bolonia se realizó en 1999, es muy genérica y, entre sus puntos básicos, señala que en Europa debe existir un sistema de comprensión de las titulaciones, por lo que los distintos niveles de éstas deben ser homologables en los diferentes países y, además, ser comprensibles, buscando medidas comunes de consumo de tiempo: un crédito español es muy diferente a un crédito inglés, por eso se establecieron los créditos europeos.
'De la declaración de Bolonia se desprende que las Universidades europeas han perdido competitividad respecto a las americanas y, más recientemente, frente a las japonesas. Europa trata de recobrar prestigio y poderío', resalta el secretario de los Decanos, que ejemplifica así la situación: 'Nos hemos burocratizado tanto, que para un alumno español es complicado estudiar en Alemania y, sin embargo, es más sencillo que lo haga en Estados Unidos, al haber allí un sistema más flexible. un alumno, en la Edad Media, podía empezar en París, seguir en Bolonia y acabar en Salamanca, sin las complicaciones que hay ahora', dice.
La declaración de Bolonia también estableció el suplemento europeo al título y la evaluación de la calidad para acreditar a las unidades docentes. Pero no trata de homogeneizar las enseñanzas.
Sin cambios radicales, hacia
una enseñanza más práctica
Al hablar de enseñanza y formación, de homologar la que se imparte en toda Europa, José María Peinado estima que se debe huir de cambios radicales. Al menos, en lo que se refiere al caso español: 'Es un grave error. El sistema de enseñanza mediterránea es enciclopédico, basado en la lección magistral y en el profesor como transmisor de conocimientos. La enseñanza anglosajona está más basada en la autorización, desarrollando, al lado de los conocimientos, las habilidades', explica.
No obstante, el secretario de la Conferencia Nacional de Decanos añade que, a su modo de ver, en España la tendencia debe ser caminar hacia una enseñanza basada más en la práctica. 'Tenemos que ir hacia una enseñanza más basada en competencias y menos en conocimientos, porque a éstos se puede acceder y los tuvimos al alcance de la mano. En Bolonia también se cambiaron los verbos: más que enseñar, hay que aprender. hay que garantizar que el alumno aprenda y no que el profesor enseñe. Éste sí sería un cambio importante en nuestro sistema, y, por eso, el Libro Blanco habla de saber y de saber hacer. además de incidir en que las competencias que debe tener el médico deben ser una suma de conocimientos, habilidades (puesta en práctica), actitudes (comportamiento ante el paciente) y valores profesionales, principios éticos claramente establecidos y marcos referenciales', resume.
La crítica que los decanos realizan a la enseñanza de la Medicina que se lleva a cabo en nuestro país es que ésta se centra sobre todo en la primera parte de esas competencias: los conocimientos. Y eso pese a que Medicina es una de las disciplinas universitarias que más incide en las prácticas. Hay un hecho claro: todas las Facultades de Medicina tienen un centro sanitario asociado, un hospital universitario, algo que no sucede en otras carreras.
El examen MIR
La preparación de los médicos españoles en las diferentes Facultades de Medicina de todo el país es buena y unánimemente reconocida. Pero, en opinión de los decanos, está condicionada por la realidad existente en el país. Un condicionante que resalta el doctor Peinado, 'del que raramente se habla' es el examen MIR: todos los alumnos de Medicina tienen que pasar por un examen' teórico. 'Y cuando nuestros alumnos llegan a los últimos cursos de la carrera, lo que quieren es que les enseñemos cómo superar ese examen. si éste es teórico, el proceso de evaluación condiciona enormemente el proceso de formación. España es el único país de la Unión Europea en el que existe un examen que valora sólo conocimientos', advierte.
Y este aspecto es el que los decanos de Medicina reclaman que cambie' como también exigen una ley, aprobada por el Gobierno de España, en 2003 y que incluye el necesario cambio de examen MIR. 'Esta ley la aprobó el Ministerio de Ana Pastor, en la última fase del Gobierno del Partido Popular, y fue la Ley de Ordenación de las Profesiones Sanitarias (LOPS). allí se prevé este cambio de examen. El 5 de marzo de 2004, el director general de Recursos Humanos, entonces Jaume Aubía, nos comunicó que el examen MIR cambiaría en 2005, añadiendo que lo haría con o sin el apoyo de las Facultades de Medicina', revela Peinado.
Sin embargo, la realidad es otra, va pasando el tiempo, y el examen MIR, que está previsto que cambie de forma radical en el 2011, aunque tendría que haberlo hecho de forma progresiva desde 2003, no ha comenzado todavía' en España hacemos muchas leyes, pero después el respeto a las mismas es más complicado', comenta con cierta desazón.
La falta de criterios universales en los estudios de Medicina de pre y postgrado hace mella a la hora de homologar títulos extranjeros
En cualquier caso, los decanos resaltan la calidad de la formación de los médicos españoles, que tienen una alta consideración en toda Europa. La formación teórica en la Universidad es catalogada como 'extraordinaria', mientras que la formación MIR se centra en otros aspectos: los residentes están en permanente contacto con la realidad asistencial, comienzan ya a ejercer como médicos, aunque sea bajo tutela y con distintos grados de responsabilidad. 'Cuando un profesional español termina su formación, no es por vanagloriarse pero está a la misma altura o por encima de la media europea y americana, sin lugar a dudas', dice convencido Peinado.
Criterios universales
y homologación de títulos
Sobre lo que los decanos han mostrado su preocupación también es por el hecho de que no existan criterios universales para la enseñanza de la Medicina, tanto la de pregrado como la de postgrado, algo que se pone en evidencia cuando se trata de homologar títulos extranjeros. los decanos entienden que para esta homologación sería preferible realizar una única prueba en todo el Estado para examinar competencias y evaluar a los médicos de otros países que quieren ejercer en España. y censuran que se quiera pasar el problema a los responsables de las comunidades autónomas.
En este sentido, Peinado aclara que 'nosotros no es que tengamos grandes diferencias con el Ministerio de Educación, pero entendemos que está llevando a cabo una política que casi no tiene en cuenta todo el trabajo que se había hecho hasta ahora, también el realizado bajo Gobierno socialista. El Ministerio de Educación lo que no quiere, precisamente, es que haya directrices. yo creo que comete un error gravísimo, quiere hacer lo que llama 'directrices por rama' y va a hacer desaparecer lo que se llama actualmente en España 'catálogo de titulaciones', un menú dentro del cual se decide qué titulaciones se quieren establecer, para sustituirlo por un registro de titulaciones, en el que la Universidad decida en qué va a formar', explica.
Por otra parte, según añade el secretario de los decanos, la división de las titulaciones universitarias en cinco grandes ramas producirá que quienes salgan de las Facultades de Medicina españolas serán graduados en Ciencias de la Salud, como también lo serán los enfermeros, los podólogos o los veterinarios' 'una aberración que no sucede en ninguna parte del mundo, estamos totalmente en contra: en todas partes los veterinarios son veterinarios, los arquitectos son arquitectos y los médicos son médicos. Otra barbaridad que se quiere hacer es que tengamos un año común todas las titulaciones en Ciencias de la Salud', indica Peinado.
La decisión, de las Universidades
José Ignacio Fuertes, subdirector general de Especialidades en Ciencias de la Salud del Ministerio de Educación y Ciencia, explica que, en el marco del proceso de adaptación de la enseñanza universitaria española al espacio europeo de educación superior, se va a dar una mayor libertad a las Facultades españolas para que sean ellas las que diseñen los planes de estudio.
'Se acaba de aprobar la ley orgánica que modifica la Ley de Universidades (LOU). Se han presentado ya esta primavera una propuesta de directrices para la elaboración de los títulos universitarios de grado y de pregrado, con el objetivo de promover el debate sobre este proceso de adaptación al espacio europeo de enseñanza superior. Confiamos en que estén aprobados en otoño, las previsiones son que a partir de octubre, aproximadamente, las Universidades puedan iniciar la elaboración de sus diferentes planes de estudio con la vista puesta en su aplicación en el curso 2008-2009. el Ministerio de Educación y Ciencia confía en que en julio de 2012 ya contemos en España con los nuevos graduados con arreglo a los nuevos títulos', señala.
El marco descrito es el general. Aunque la enseñanza de la Medicina tiene algunas peculiaridades que explica Fuertes: 'Estamos vinculados a lo que dispongan las directrices comunitarias, y existe una, la 36/2005, que establece una serie de contenidos mínimos que en toda Europa deben tener los estudios de Medicina, la formación de los médicos. Así como, con carácter general, los estudios de grado van a tener una duración de cuatro años, en el caso de los estudios de Medicina la directiva exige que la formación básica del médico comprenda al menos seis años de estudio o 5.500 horas de enseñanza teórica y práctica. es decir, que en España, en este sentido, no va a haber variaciones en cuanto a la duración de la carrera', afirma.
En el caso de los planes de estudio de esta rama elaborados por las Universidades y que se presentarán al Ministerio de Educación, deberán respetar también los contenidos mínimos que recoge la citada directiva europea. Desde el Ministerio se deberán autorizar esos planes de estudio, para lo cual deberá comprobar que los contenidos mínimos dispuestos en la directiva están presentes en cada plan. 'Además, en el caso de la carrera de Medicina, podemos decir que se establecerán, aunque no sabemos todavía en qué forma, unos contenidos mínimos además de los que establece la directiva europea. serán consensuados con los especialistas, en este caso la Conferencia de Decanos: existe el compromiso con ellos de que aquellos contenidos mínimos que los decanos sean capaces de consensuar para la enseñanza de la Medicina se aceptarán por el Ministerio de Educación, que después velará para que ese contenido mínimo se mantenga en los diversos planes de estudio de las Universidades', según resalta Fuertes.
Las previsiones de la Administración pasan por que a partir del próximo otoño las Universidades ya puedan elaborar sus propios planes de estudios
Respecto a la crítica de que la enseñanza de la Medicina en España no es todo lo práctica que debería ser, el subdirector de Especialidades en Ciencias de la Salud no se pronuncia, aunque aclara que 'todo es mejorable, y si las propias Universidades consideran que no se ha dado suficiente peso a la formación práctica, ahora tienen el marco adecuado para configurar unos marcos de estudios que consideren que son los mejores posibles', responde.
El incremento de plazas
en las Facultades
Desde diversos sectores del ámbito sanitario se viene alertando sobre la carencia, que ya se vive en la actualidad pero que, de seguir por este camino, será muy grave dentro de unos años, de médicos en España y, de forma destacada, de especialistas. En este sentido, los decanos sostienen que debe haber un aumento de plazas en las Facultades de Medicina, pero que ese aumento debe ir acompañado de estudios que lo respalden, de mayor oferta en las prácticas clínicas y sin que la calidad en la formación disminuya.
Desde las comunidades autónomas ya se está solicitando que el número de plazas en las Facultades de Medicina aumente.
'Lo que hay que tener en cuenta es en qué ramas va a haber más jubilaciones y aumentar ahí las plazas de formación. Durante años, en Pediatría sólo se convocó un 30 por ciento de las plazas para las que había capacidad y por eso hay ahora escasez de pediatras', apunta, por su parte, el decano de la Facultad de Medicina de Santiago de Compostela, José María Fraga, quien resalta que el número de alumnos para la población española se ajusta a las indicaciones de la Unión Europea y es semejante al de los países del entorno español. Por otra parte, según decidió también el Consejo Interterritorial, las comunidades autónomas coordinarán la oferta docente anual para ajustar el número de plazas de residentes en formación a las demandas asistenciales. y se coordinará la oferta docente: todas las comunidades incrementarán la acreditación de unidades docentes de las especialidades más demandadas hasta el año 2010.
La preparación de los médicos españoles en las Facultades españolas está unánimemente reconocida
Según señala José Ignacio Fuertes, 'ya el año pasado hubo un incremento general de plazas, en las Universidades de Medicina, del nueve por ciento. Este año estamos a la espera de que, desde el Ministerio de Sanidad, se nos transmita una previsión sobre las necesidades de médicos en España. el año pasado, el incremento de plazas se hizo a petición de Sanidad. La sensación que tenemos es que la petición, posiblemente, sea continuista con respecto a la que se hizo el año pasado. pero hasta que no la realice, no la sabremos: la petición se basa en los estudios realizados en el seno del Sistema Nacional de Salud, que analiza las necesidades existentes en todas las comunidades autónomas a través del Consejo Interterritorial', ha explicado.
Fuertes aclara que 'las plazas se revisan anualmente, vamos año a año. Para éste, creemos que la petición, una vez hecha la planificación y los correspondientes estudios, desde el Ministerio de Sanidad, se realizará en las próximas semanas: no creemos que pueda demorarse mucho'. concluye.