Redacción, Filadelfia (Estados Unidos).-La prevalencia general del linfoma no Hodgkin en los países de la Unión Europea es actualmente de 230.000 casos, con una incidencia anual de cerca de 70.000. Sin embargo, esta incidencia está aumentando en el viejo continente a un ritmo de un 4 por ciento cada año, según han destacado los expertos reunidos recientemente en la 46 Reunión Anual y Exposición de la Asociación Americana de Hematología (ASH). Las cifras son algo mejores en los Estados Unidos, con una prevalencia general de 186.000 casos y una incidencia anual de cerca de 56.000.

El linfoma no-Hodgkin es un tipo de cáncer que ataca a la sangre, sistema linfático, bazo e hígado. Suelen desarrollar disfunciones de los linfocitos, un tipo de células blancas. Existen dos tipos principales de linfocitos, los B y T (también llamadas células B o células T). En los adultos, aproximadamente el 85 por ciento de los casos de linfoma no Hodgkin tienen su origen en las células B.

Esta clase de linfomas se pueden dividir, principalmente, en indolentes, que suelen crecer relativamente despacio (los pacientes, con una edad media en el diagnóstico de 55-60 años, suelen vivir una década), y agresivos, que crecen de forma rápida, como ocurre, por ejemplo, en el linfoma de células B difusas, el subtipo más habitual y que representa la mitad de todos los linfomas no Hodgkin entre los pacientes ancianos.

En los mayores, la prognosis es pobre para los pacientes que son recurrentes o que son refractarios después de aplicar la quimioterapia estándar de primera línea para esta enfermedad. Y es especialmente pobre para todos aquellos que no son candidatos a un transplante de células. En el momento actual no existe una segunda línea de tratamiento para los pacientes mayores en esta situación.

Más común en hombres

El linfoma no Hodgkin es más corriente en los hombres que en las mujeres. Algunos de los factores de riesgo incluyen las infecciones pre-existentes (sobre todo VIH, virus Epstein-Barr y virus T-limfotrópico tipo 1), exposición a algunos agentes químicos, trasplante previo de órganos e historial familiar de la enfermedad.