Las últimas medidas adoptadas por el Sistema de Salud de Navarra-Osasunbidea no han sido capaces de reducir uno de los problemas más acuciantes como son las demoras. Más bien todo lo contrario. Las listas de espera siguen creciendo y al terminar el mes de agosto ya había cerca de 35.000 personas aguardando una primera consulta con el médico especialista o una intervención quirúrgica: casi 5.000 personas más de aumento en un solo mes. En concreto, 26.636 esperaban una visita y 7.977 una operación, según los últimos datos que manejan los responsables sanitarios de Osasunbidea.

A finales del mes de julio mostraban ya un empeoramiento de la situación en el último año. Así, se había pasado de 15.893 personas en espera de primera consulta a finales de junio de 2010 a 22.810 personas en julio de 2011. La lista en intervenciones quirúrgicas no había sufrido un aumento tan acusado, ya que pasó de 7.343 personas a 7.722 en un año.

Hasta que la crisis se instaló entre nosotros, Salud contrarrestaba este aumento con la puesta en marcha a lo largo del mes de septiembre de programas extraordinarios por las tardes para frenar la lista, pagando horas extras ("peonadas") sobre todo a los médicos y contratando personal de enfermería, etc. En 2008, por ejemplo, se gastaron 19 millones de euros en el control de las listas de espera y en 2009 fueron 16, igual que en 2010.

No obstante, el nuevo equipo de Salud ya ha anunciado, en sucesivas ocasiones, que no recurrirá a los programas extraordinarios para frenar las listas de espera, salvo en casos excepcionales, y que piensa en nuevos modelos para controlar los incrementos. Los responsables de la Sanidad navarra hablan de los "pactos de gestión", una fórmula por la que la dirección del Complejo Hospitalario llegaría a acuerdos de productividad con cada servicio.

Más días para ser atendidos

Al aumento del número de pacientes en las listas se suma otro dato más preocupante: el crecimiento de los días de espera media para ser atendidos. Al acabar julio, la demora media para una primera consulta era de 21 días hábiles y al terminar agosto la espera media había ascendido a 25 días. En cuanto a las intervenciones quirúrgicas, la espera media ha pasado de 59 días hábiles a 65 en un mes.

En este marco, y al mismo tiempo que las medidas de recorte que se anunciaron la semana pasada, la consejera de Salud, Marta Vera, ya avisó que suspenderá temporalmente la ley de Garantías de Espera, que establece una demora máxima de 30 días hábiles para la primera consulta con un especialista, de 45 días para una prueba diagnóstica no urgente y de 120 días para las intervenciones quirúrgicas (180 si no supone un empeoramiento en la salud del paciente), así como 60 días en el caso de Cirugía cardíaca.

Desde la Consejería se ha anunciado también que se frenará el envío de pacientes a centros concertados para reducir listas de espera, una práctica que los anteriores gestores sanitarios empleaban para frenar el aumento de las listas.

Marta Vera: "Si no se hace nada, las listas aumentarán"

Ante el descontento generado, el departamento de Salud ya ha salido al paso y ha asegurado que está trabajando con los profesionales para implantar sistemas que contribuyan a que las listas de espera no aumenten debido a los "ajustes" que se están llevando a cabo, según afirma su titular Marta Vera.

"Si no se hace nada" las listas de espera "aumentarían", ha reconocido Vera, quien, tras mostrar su preocupación al respecto, ha asegurado que están trabajando para que "no pase esto".

Vera ha reconocido también que esta semana, en una fecha que no ha precisado, está previsto que tenga lugar una reunión con los farmacéuticos para tratar sobre el retraso del pago de la factura farmacéutica. En esta cuestión, ha dicho Vera, "hay dos intereses contrapuestos: las farmacias que quieren que el escenario no cambie y el Gobierno que por la situación en la que estamos quiere retrasar el pago de la factura farmacéutica".

Al ser preguntada sobre si prevé que la negociación vaya a ser "dura", la consejera ha respondido que "se prevé dura la situación en la que estamos y el esfuerzo que debemos hacer todos, cada uno en nuestro ámbito. Es duro tomar cualquier tipo de decisión de ajustes", ha aseverado.