Redacción, Madrid.- Hace más de treinta años las intervenciones de litiasis ocupaban el 35 por ciento de la actividad quirúrgica del urólogo. Este panorama, ha cambiado, según la Asociación Española de Urología, con la llegada hace 25 años de la litotricia por ondas de choque que transformó de forma radical el tratamiento. De hecho, gracias a esta técnica se evitan cerca del 85 por ciento de todas las intervenciones quirúrgicas que se hacían antes con cirugía, asegura la Sociedad.
Aproximadamente el 85 por ciento de los pacientes se beneficia de técnicas como la litotricia, pero, como indica el doctor Francisco J. Ruiz Marcellán, del Servicio de Urología del Instituto Dexeus de Barcelona y miembro de la Asociación Española de Urología (AEU), 'en algunas ocasiones no resulta suficiente, bien por el tamaño o la dureza del cálculo o bien porque la vía urinaria no permite una buena eliminación. Es en estos casos, se opta por utilizar la cirugía, preferiblemente las técnicas endourológicas. En torno a un 15% de las piedras se intervienen por combinación de endourología y endoscopia o con endoscopia y litotricia'.
El tratamiento de esta enfermedad ha variado considerablemente en estas dos últimas décadas. Hasta entonces, sólo se podía recurrir a la intervención quirúrgica si el cálculo no se expulsaba de forma espontánea. En la actualidad, se puede conseguir la extracción de la mayoría de los cálculos gracias a la litotricia extracorpórea por ondas de choque y a las técnicas quirúrgicas mínimamente invasivas de endourología, como la ureteroscopia y la cirugía renal percutánea, que permiten acceder al cálculo a través de la vía urinaria (uréter) o de pequeños orificios creados en la superficie cutánea evitando así una intervención quirúrgica más agresiva.
Factores de riesgo
La dieta y el consumo de líquidos son factores que influyen directamente en la formación de piedras. De hecho, las personas que consumen poca cantidad de líquidos presentan mayor riesgo de desarrollar cálculos y al contrario: el riesgo se reduce en aquellas que consumen una mayor cantidad de líquidos. Respecto a la dieta, la ingesta de alimentos con alto contenido proteico de origen animal como la carne, las dietas ricas en sal y la ingesta de azúcares refinados favorecen la formación de cálculos. Según el doctor Marcellán, 'en la actualidad, las dietas hipercalóricas y con alto contenido en proteínas de alimentos de origen animal son las que predominan en nuestra alimentación'.
Se ha comprobado que las personas que llevan una vida sedentaria trabajando en oficinas o lugares sometidos a temperaturas elevadas (cocineros, maquinistas, etc) presentan un mayor riesgo de padecer este problema de salud. El doctor Marcellán destaca como factor de riesgo más importante las alteraciones metabólicas que influyen en la composición de la orina. Éstas pueden ser de origen hereditario (por trastornos en el metabolismo), adquiridas a través de una alimentación inadecuada, o debido a una baja ingesta de líquidos o a una mayor pérdida de los mismos por síndromes de diarrea crónica. En todos los casos, el resultado es una orina rica en sales o en sustancias (como el calcio, oxalato, ácido úrico, etc) que van a precipitar la formación de los cálculos.