En la presentación del Nuevo documento de criterios de derivación y manejo integral del paciente con STUI patrocinado por Astellas, se hizo mención a que los síntomas del tracto urinario inferior (STUI) representan un problema de salud importante por su alta prevalencia y por el impacto en la calidad de vida de las personas que los padecen. Estudios poblacionales han demostrado que el número de personas con incontinencia urinaria o con vejiga hiperactiva aumenta con la edad, lo que supone que con el crecimiento de la esperanza de vida aumenta la proporción de población afectada por este problema. Ante esta realidad es importante conocer que hay nuevas alternativas terapéuticas que consiguen mejorar la calidad de vida de estos pacientes. Sobre las diferencias de las mismas respecto a los tratamientos anteriores habla Manuel Ruibal Moldes, jefe de Servicio de Urología del Complejo Hospitalario de Pontevedra.
¿A qué espectro de patologías nos referimos cuando hablamos de STUI?
En el hombre, lo más habitual es encontrarnos con síntomas derivados de una hiperplasia de próstata, que se puede controlar desde Atención Primaria con el apoyo de la nueva guía de Criterios de derivación y manejo integral del paciente con STUI y gracias a nuevos fármacos que consiguen muy buenos resultados. Por otra parte, estaría el cáncer de próstata y otro tipo de cuadros que ya sí sería necesario derivar al especialista.
En cuanto a la mujer, lo más común es encontrarnos con cuadros de incontinencia urinaria y de urgencia, es decir, no poder controlar la orina. Estas pacientes también las ve Atención Primaria y el documento de Criterios de derivación y manejo integral del paciente con STUI también se refiere a este perfil de pacientes. Atención Primaria cuenta con muy buenas herramientas para tratarlas, contando además con un diagnóstico muy simple que no requiere de pruebas complementarias complejas, y los resultados que se obtienen son bastante buenos.
Por todo ello, en la actualidad, cada vez se manejan más pacientes en Atención Primaria y se derivan menos al urólogo. Los casos que habría que derivar serían aquellos que no cuadran con la definición propia, o cuando la respuesta al tratamiento no es buena, que sería cuando se tendría que valorar en Atención Hospitalaria otro tipo de tratamientos, incluidos la cirugía.
Los STUI son cada vez más prevalentes, ¿qué factores influyen en este hecho?
Es una patología muy prevalente porque es una patología que se asocia con la edad y, por tanto, con el envejecimiento poblacional; esto ha hecho que aumente el número de pacientes que consultan.
Por otro lado, también influye que cada vez los pacientes demandan una mejor atención. Seguramente hace años estos pacientes no acudieran a la consulta del médico, porque al final se acababan adaptando a los síntomas, asumiéndolos como algo inevitable por la edad, pero hoy en día saben que es posible tratar las molestias que padecen.
Todo ello ha supuesto que en los últimos años haya aumentado la prevalencia de esta patología, aunque la realidad es que sigue siendo una patología infradiagnosticada y, por tanto, infratratada. Algo que es necesario cambiar porque, gracias a los nuevos tratamientos, es posible mejorar la calidad de vida de estos pacientes.
Comenta que ahora es posible tratar estos síntomas de una forma más efectiva, ¿qué impacto han tenido los nuevos tratamientos y qué cambio suponen en la vida de los pacientes?
Han aparecido nuevos fármacos en el mercado, sobre todo terapias combinadas de fármacos. Hay pacientes que necesitan, no solo un fármaco, sino dos, y ahora en una misma pastilla podemos tener dos principios activos, con lo cual corregimos mucho mejor la sintomatología. Esto es importante porque, al ser una toma más cómoda y fácil de recordar, hace que se mejore la adherencia.
Hay que tener en cuenta que, aunque el STUI puede afectar a gente más joven, la mayor incidencia está en población mayor, porque se relaciona con una edad avanzada. Esto supone que sea una población con pluripatologías y que estén polimedicados, por lo que ceñirnos a una sola pastilla, con una sola dosis al día, resulta más fácil y más efectivo. Esto se ha conseguido gracias a estos nuevos fármacos de liberación prolongada, es decir que, aunque sea una sola toma, el principio activo se va liberando de una forma sostenida, para que la dosis efectiva se mantenga constante durante las 24 horas.
Para que estos fármacos sean realmente efectivos, ¿qué otras recomendaciones deben seguir los pacientes?
El paciente llega de entrada a la Atención Primaria, donde se realiza lo que se conoce como un tratamiento escalonado. Así se comienza por recomendar al paciente medidas higiénico dietéticas, como disminuir el consumo de alcohol o tabaco, de los estimulantes como el café o bebidas con cafeína. También se reeduca la vejiga con técnicas como ir a orinar con una hora un poco más programada, etc. Asimismo, existen medidas de apoyo y fisioterapia como los ejercicios de suelo pélvico, para mejorar la fuerza y coordinación de esta musculatura.
¿Y qué hay respecto al manejo de los efectos secundarios de la propia medicación?
Casi todos los fármacos tienen algún efecto secundario, pero lo cierto es que los nuevos tratamientos han conseguido igualar la eficacia reduciendo estos efectos secundarios, con una tolerancia casi igual a la del propio placebo. Pese a ello, sí que existen algunos tratamientos con efectos secundarios menores como la sequedad de boca o estreñimiento. Aunque lo más importante respecto a la seguridad de estos fármacos es que no comprometen otras enfermedades que pueda tener el paciente.
Teniendo en cuenta todos estos avances, ¿cómo es ahora el pronóstico de estos pacientes?
Hay que explicar a los pacientes que no estamos hablando de un tratamiento curativo, sino que el objetivo es aliviar sintomatología para dar una mayor calidad de vida. En este sentido, los tratamientos son cada vez más uroselectivos, es decir, que actúan solo a nivel de vejiga o próstata, pero no actúan en el resto del cuerpo. Esto supone que aumente la eficacia del tratamiento, disminuyan los efectos secundarios y, por tanto, el pronóstico del paciente sea mejor, al tener un mayor impacto en su calidad de vida.
“Los STUI siguen siendo una patología infradiagnosticada e infratratada”
Manuel Ruibal Moldes, jefe de Servicio de Urología del Complejo Hospitalario de Pontevedra
SILVIA CONCEPCIÃu201cN CARPALLO
31 de octubre 2019. 3:00 pm