El motivo es la incapacidad del corazón para captar los sustratos que actúan como combustible necesario para producir energía
2 de octubre 2023. 1:52 pm
Un estudio publicado en Diabetes Care, la revista de la asociación americana de Diabetes y referencia mundial en campo, realizado por un equipo del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) ha revelado cuáles son los factores que se relacionan con la pérdida de energía del…
Un estudio publicado en Diabetes Care, la revista de la asociación americana de Diabetes y referencia mundial en campo, realizado por un equipo del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) ha revelado cuáles son los factores que se relacionan con la pérdida de energía del corazón. En concreto, se trata de la
obesidad, hipertensión, la dislipemia (concentración elevada de colesterol y/o triglicéridos en sangre). El motivo es la
incapacidad del corazón para captar los sustratos que actúan como combustible necesario para producir energía.
Este estudio sobre la pérdida de energía del corazón está liderado por los cardiólogos Valentín Fuster y Borja Ibáñez y muestra por primera vez cómo este fenómeno ocurre de forma muy precoz en sujetos aparentemente sanos de edad media.
Según el trabajo, la alteración del consumo de sustratos energéticos en el corazón a través de estos factores de riesgo metabólicos podría promover enfermedades, como la insuficiencia cardiaca, que aparecen años después. Igualmente se observó los pacientes con esta pérdida de energía del corazón tienen más frecuentemente
aterosclerosis en fases tempranas.
Pérdida de energía del corazón
En concreto, se observó como las personas con esta alteración metabólica en el corazón tienen datos de resistencia a la insulina (el estadio más precoz de la diabetes). Esto indica que el propio corazón se vuelve menos sensible a la función de la insulina. Por tanto, es incapaz de incorporar glucosa de manera normal. Estudios mecanísticos en marcha en el CNIC deberán confirmar posteriormente que este es el mecanismo fundamental de este daño precoz. Así, recientemente se ha extendido el estudio, que
durará al menos hasta el año 2029, contando entonces con un seguimiento de casi 20 años en todos los participantes.
Por último, Borja Ibáñez, director científico del CNIC insiste en que “la identificación precoz de los cambios que se producen en el corazón en respuesta a los factores de riesgo nos permitirá avanzar en el conocimiento de los mecanismos que intervienen en el
desarrollo de enfermedades como la insuficiencia cardiaca y, eventualmente, poder evitar estas enfermedades de manera muy precoz”.