Redacción/E.P. Madrid.- Los tres sindicatos convocantes de las dos jornadas de paro en la Sanidad madrileña, la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM), el Sindicato de Enfermería (SATSE) y el Sindicato de Auxiliares de Enfermería (SAE), además del Sindicato Médico Madrileño, que se unió al paro del viernes, han asegurado que la normalidad volvió a ser la tónica dominante en el sector durante la segunda jornada de huelga.
Portavoces de estos sindicatos han explicado que esperaban que el paro del viernes fuera secundado en mayor grado que el del jueves, primera de las jornadas reivindicativas de julio.
El secretario general de la CESM, Carlos Amaya, declaró que durante las primeras horas del viernes la incidencia de la huelga de facultativos aumentó en hospitales y descendió ligeramente en los centros de Atención Primaria, y criticó la actitud de algunos hospitales al intensificar los facultativos de cada sección que tienen que cumplir servicios mínimos. Este sindicato, en un comunicado, precisó que la incidencia del paro en el turno de mañana del viernes fue del 76,80 en hospitales y del 53,54 por ciento en Atención Primaria. En la nota, este sindicato indicó que la mayor incidencia se produjo en el Hospital 12 de Octubre, donde el paro fue seguido por el 80,15 por ciento de los médicos.
Por su parte, SATSE aseguró que en el colectivo de enfermeros el índice de seguimiento de la huelga, según datos recopilados la mañana del viernes, aumentó en 4 puntos con respecto al jueves. Además, añadió que "para la tarde se esperaba un ligero crecimiento de los trabajadores que se sumaran a la huelga".
Por otro lado, la secretaria autonómica del SAE, Rosa Catalina, ha manifestado que "la secundación de la huelga para el viernes pudo ser un poco más elevada". Además, la representante de los auxiliares de enfermería señaló que el jueves y las primeras horas del viernes "fueron muchos los facultativos que protestaron por no poder ejercer su derecho a la huelga", al tener que cumplir servicios mínimos.
En lo que respecta al Sindicato Médico de Madrid, adscrito al CSIF y que convocó la huelga para el viernes, su secretario general, Antonio Rivas, señaló que la previsión para la segunda jornada de huelga era que "la incidencia aumentara considerablemente debido a la secundación del paro por parte del personal no facultativo de la Sanidad, como pueden ser los celadores, los administrativos, etc.".
Reacciones
En cuanto a las reacciones ante estas jornadas de huelga, el portavoz del PSOE en la Asamblea de Madrid, Rafael Simancas, ha asegurado que es consecuencia del "fracaso" del Plan de Calidad puesto en marcha al final de la legislatura pasada por el Gobierno de Alberto Ruiz-Gallardón, mientras que el portavoz de CC.OO. de Madrid, Francisco Naranjo, considera que es "oportunista" y que está fuera de lugar.
Naranjo señaló que "llama mucho la atención que convoquen la huelga quienes firmaron con el consejero Echániz hace ya más de año y medio un pretendido Plan de Calidad". Además, añadió que desde aquella firma y con el apoyo de la patronal de Sanidad privada "intentan aprovechar la situación de inestabilidad política que vive nuestra comunidad para intentar obtener una situación ventajosa, no para los intereses generales sino para obtener ventajas corporativas".
Por su parte, la Asociación Nacional de Consumidores y Usuarios de Servicios de Salud (Asusalud), denuncia, en un comunicado remitido a EL MEDICO INTERACTIVO, la marginación de los ciudadanos en el sistema sanitario, tanto por parte de los profesionales como de los gestores del mismo. Asusalud destaca que "la marginación de los ciudadanos revela claramente que éstos, en el sistema asistencial, no han dejado de ser meros pacientes, que deben conformarse con lo que les venga dado desde arriba o, como en el caso que denunciamos, servir de rehenes de los profesionales para conseguir sus objetivos". En relación con la huelga, Asusalud quiere dejar claro que respeta el derecho de los trabajadores en este campo, pero siempre que no se vean relegados los de otros colectivos, como los de los enfermos, cuya protección a la salud está por encima de los intereses particulares de determinados grupos.