Redacción, Madrid.-Diversos centros hospitalarios españoles han puesto en marcha programas de telemedicina para que pacientes que no pueden desplazarse, por su condición física o ubicación geográfica, puedan recibir asesoramiento y control de su diálisis desde su propio domicilio con todas las garantías.

Aunque son varias las comunidades autónomas que están empezando a aplicarlo, en la modalidad de diálisis peritoneal, hay dos que cuentan con más experiencia, Madrid (Hospital Severo Ochoa y La Paz Infantil) y Canarias (Hospital Doctor Negrín de Las Palmas).

Así, un reciente estudio del Servicio de Nefrología del Hospital Severo Ochoa reveló que "es posible controlar pacientes domiciliarios a través de la telemedicina", con el que esperan "reducir en un 90 por ciento la demanda al servicio de urgencias en estos pacientes".

Por su parte, el doctor Nicanor Vega, responsable de la Unidad de diálisis peritoneal del Hospital Doctor Negrín, estimó, durante el reciente Seminario sobre Insuficiencia Renal, avalado por la Sociedades Española y Canaria de Nefrología, que las ventajas de la diálisis peritoneal automatizada se ven reforzadas por la aplicación de la telemedicina.

"La telemedicina es una herramienta de trabajo de muy reciente aplicación en la rutina clínica de la unidad de diálisis peritoneal de nuestro centro. Sus ventajas desde el punto de vista del profesional sanitario, tanto el del médico cómo de la enfermería son evidentes, sobre todo porque determinan una mejor calidad de atención al paciente sin la necesidad de desplazamiento al hospital, que por otra parte es lo que mejor perciben y agradecen los pacientes".

"Todo ello "prosiguió este experto- sin perder el control médico, ya que tanto a través de la teleconsulta como mediante la recepción informática de los datos, el nefrólogo continúa teniendo la misma capacidad de valoración de la situación clínica del enfermo.

Entre las ventajas destacadas por el doctor Vega, de cara a la aplicación de la telemedicina figuran: la mejora de la calidad de vida de los pacientes al reducir el número de desplazamientos al centro hospitalario de referencia. la optimización de la atención del paciente, teniendo la posibilidad de aumentar la frecuencia de las revisiones en caso necesario, o a petición del paciente cuando este lo precisa. la resolución de problemas, visita domiciliaria de enfermería y teleformación del paciente a tiempo real. y la reducción de los ingresos hospitalarios, teniendo la capacidad previa de valorar el problema y decidir si es necesario o no el ingreso.