En España, se incrementan cada año a marchas aceleradas el número de demandas por presuntas malas prácticas entre los profesionales sanitarios, especialmente entre los médicos. Por este camino, la profesión se ha convertido en un auténtico calvario para muchos facultativos, que se ven sometidos no sólo a la presión asistencial diaria sino a cualquier reclamo público que, sin ser suficientemente contrastado, puede alterar su carrera profesional.
El 85 por ciento de las quejas vienen motivadas
por la disconformidad del usuario con la atención recibida
A juicio de expertos, la mala praxis va camino de convertirse en un negocio lucrativo para cientos de abogados que han visto en el área de las demandas sanitarias una salida muy rentable para su profesión. 'Desde hace siete años estamos asistiendo a una proliferación tremenda de demandas. No es raro encontrarte a la salida de un servicio de hospital a un letrado interesándose por la atención que el usuario ha recibido. Buscan pacientes que estén descontentos con la asistencia recibida. Estudian su caso y si hallan la más mínima posibilidad de conseguir dinero de la Administración les convencen para que presenten una demanda judicial'. Así lo expone Antonio Hidalgo, responsable de la Sección de Medicina Legal de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN).
Estos letrados se han convertido en una especie de 'cazarecompensas' profesionales del derecho a la búsqueda de nuevos rumbos laborales. 'Crece el porcentaje en las sospechas de que cualquier resultado negativo en el ejercicio médico puede constituir una mala praxis. Estos profesionales han encontrado una mina más que un negocio, ya que cuando el juicio es de gran envergadura, se declara la insolvencia del profesional y se debe hacer cargo la Administración, según sus palabras'.
Hoy en día, un médico pasa muchas horas haciendo un trabajo de mesa, clínica, hospital, atendiendo un sinfín de casos. Situaciones de esta índole le exponen al riego de un error, por leve que pueda ser. Así, se han dado casos, por ejemplo, en las antesalas de las zonas de terapias intensivas de que junto a quien cobra una comisión por avisar a la compañía fúnebre, están quienes reparten tarjetas de gabinetes jurídicos. 'No hay que llegar al extremo de considerar estas prácticas como una 'industria de la mala praxis' pero sí es cierto que están reportando pingúes beneficios a muchos despachos', tal como reconoce Hidalgo.
En la actualidad, muchas de las relamaciones de los usuarios están relacionadas con los servicios de Urgencias
Los facultativos se quejan de que ya no basta con poner al servicio del paciente todos los conocimientos para curarle. El acto médico también es medido por cómo escriben y por cómo actúan. Desde hace décadas, el facultativo ha perdido el halo mágico que le hacía estar casi por encima del bien y del mal. 'Ni lo uno ni lo otro. En España, se ha pasado del todo a la nada y no tiene sentido. El médico es un profesional que está para curar a sus pacientes y en ello pone todo su empeño. Enfermos que deben guardarle todo el respeto como persona y como profesional y que en los últimos años se está olvidando. Las amenazas de denuncias están a la orden del día. Y los profesionales que pasan por ello soportan un auténtico calvario', según se considera desde organizaciones profesionales, que se muestran favorables a esclarecer posibles errores, pero 'en ningún caso, las demandas que basan exclusivamente sus reclamaciones en un lucro económico'.
La mayor parte de las reclamaciones están relacionadas con la atención en las Urgencias. 'En los juzgados nos encontramos con que el problema radica en la falta de comunicación que existió entre el médico-paciente. Lo que no tiene mucho sentido es que a un facultativo español se le juzgue, por ejemplo, por no haber aplicado los protocolos de una clínica privada de EE.UU. La responsabilidad del médico español no puede ser juzgada por los parámetros de uno americano', explica este experto.
Hidalgo considera de vital importancia que los profesionales sanitarios, en especial los médicos, tengan suficientes conocimientos en Medicina Legal que les ayude a soslayar posibles demandas. 'Deben saber los fundamentos legales de sus deberes y también de sus derechos. Muchos profesionales tienen la sensación de que ante un paciente carecen de ellos', asegura este miembro de SEMERGEN.
Y es que muchos casos de reclamaciones administrativas se deben precisamente a la buena fe del profesional. 'Médicos que se ven envueltos en demandas por haber ayudado al paciente realizándoles un certificado o algún papeleo que le evitara tener que volver a desplazarse a la consulta. Su confianza hacia su paciente se ha vuelto en más de una ocasión en su contra. De ahí que haya que fomentar los conocimientos legales entre los médicos. Y explicarles que se deben al paciente pero con ciertas limitaciones'.
Médicos y abogados coinciden a la hora de señalar que lo aprendido en la Facultad sobre Medicina Legal no es suficiente para enfrentarte luego a la vida real. 'Los nuevos tiempos, los nuevos casos hacen que tengamos que ampliar también el campo de actuación. Malos tratos no sólo a mujeres, sino también a niños/ancianos' hacen que el médico tenga que manejar a la perfección un certificado'.
Deshumanización
de la Medicina
El 85 por ciento de las quejas vienen motivadas por la disconformidad en la atención, no tanto por la calidad de la misma. Los expertos lo achacan a la falta de estrategias de comunicación médico-paciente. La deshumanización de la Medicina y el consumismo sanitarios son otros de los factores que siempre se citan.
'Además, la población tiene cada vez mayores pretensiones. Exigimos más. Esto está bien, ya que cada persona es dueña/copartícipe del dinero que paga por el servicio sanitario. Sin embargo, si no está de acuerdo no tiene que minusvalorar al médico sino a la Administración sanitaria que no le ofrece lo que cada uno está demandando. Además, el paciente cuando va a urgencias ya sabe lo que le espera. Muchos de los que se quejan por esperar horas y horas en el servicio han acudido a él por problemas de sueño u otras patologías menores' colapsando el Servicio', explica Antonio Hidalgo.
Este experto reconoce también que el consentimiento informado ha ido frenando el número de demandas, que se centran sobre todo en Ginecología, Traumatología y en Medicina de Familia. 'El mayor número de reclamaciones no van por lo penal. El porcentaje más elevado no buscan que se les resarza por el mal provocado. Lo que desean es que se les pague dinero, la mayoría de las veces por una reclamación injustificada que la Justicia ha desestimado. Sin embargo, el sufrimiento que ha provocado al médico por la 'pena de banquillo', permanecerá grabado para siempre en éste'.
Cautela y rigor
Javier Moreno Alemán, abogado experto en Derecho sanitario y miembro del Comité de Ética del Hospital Santa Cristina de Madrid, reconoce las desorbitadas cuantías económicas que son reclamadas en concepto de daño por una presunta mala praxis médica. 'Las expectativas de indemnización suelen ser muy elevadas, sin embargo, las condenas sólo alcanzan el 10 ó 15 por ciento de los demandados', explica.
Para este especialista, el que todas las reclamaciones sanitarias tuvieran que pasar en la época del Insalud por la Audiencia Nacional hacía que el tribunal tuviera una especialización importante a la hora de plantear las demandas. Con las transferencias a las comunidades los juicios tienen lugar en tribunales autonómicos. 'Además, las reclamaciones por la vía de lo contencioso-administrativo hace que el coste no sea elevado para el que demanda, y si resulta que pierde, sólo tiene que pagar al abogado. En su demanda, el ciudadano arriesga menos, mucho menos que antes', aclara Javier Moreno Alemán.
Este letrado piensa, además, que a la hora de publicar en los medios de comunicación las informaciones sobre demandas, denuncias y juicios a profesionales sanitarios se tendría que ser más cautelosos y rigurosos. 'En primer lugar, porque se somete a los médicos a un doble juicio. Y en segundo lugar, porque los datos reales nos dicen que la mayoría de las resoluciones son favorables a ellos, ya que las demandas y lo que cuentan los demandantes se alejan bastante de la realidad'.
En opinión de Javier Moreno Alemán, los 12.000 expedientes que están tramitando en el despacho madrileño encierran otros tantos dramas familiares. 'Pero hay que saber discernir si a pesar del trabajo de los profesionales se ha producido el desenlace no deseado por los pacientes. Se tiene la sensación de que los médicos tienen que dar solución a todos nuestros males y no es así. la exigencia de la sociedad hacia ellos es tremenda', reconoce.
La información en los medios de comunicación, en internet' esta provocando no sólo que la ciudadanía esté más informada, sino también está generando unas expectativas que muchas veces no son reales. 'La sociedad está más crispada. Conoce bien sus derechos, pero también con harta frecuencia se olvida de que tiene deberes', recalca Alemán.
Entre las especialidades sobre la que más reclamaciones recaen se encuentra la de Obstetricia. Errores en el diagnóstico prenatal, el nacimiento de un bebé con alguna anomalía física o psíquica' Al mismo tiempo que se incrementa la tecnología para detectar enfermedades también crece el número de ellas indetectables. 'Nadie quiere contar con que sucedan cosas imprevisibles. cuando sucede una parálisis cerebral lo quieren achacar a que el profesional no ha realizado una cesárea. Nadie quiere reconocer que la cesárea no es la panacea de todo. Cualquier práctica médica tiene un riesgo. Esto no significa mala praxis, ya que el médico ha actuado aplicando todos los protocolos. Además, son los propios facultativos los que reconocen una mala actuación cuando se ha producido. En estos casos, no suele haber problema alguno', apostilla Javier Moreno Alemán.
Protección de la Administración
Este abogado con larga experiencia en demandas contra médicos también pone el acento en la necesidad de que la Administración proteja a sus facultativos. Y no se refiere tanto a las pólizas de responsabilidad, que las tienen. Se refiere sobre todo a que los médicos han de tener la percepción de que cuentan con el aval de la Administración en todos los sentidos. 'Actualmente, no sé si esto es así. Más bien muchas de las quejas de las que pasan por el despacho o las contestaciones de los trabajos y encuestas que realizamos con ellos demuestran todo lo contrario', explica Moreno Alemán.
El profesional sanitario no puede estar abocado a la Medicina defensiva, que será la que realice si se siente desprotegido. De hecho, muchos profesionales critican el exceso de cesáreas que se producen cada año en el Estado. 'Una de las causas puede ser que a la menor dificultad los obstetras optan por intervenir, cuando esta opción podría ser evitada si no se trabajara con miedo a posibles demandas'.
Cuando alude a la desprotección de los médicos, este abogado especialista se refiere también a las agresiones físicas que están sufriendo en las urgencias de los centros sanitarios, hechos que está haciendo necesaria la presencia de guardas jurados. 'Las agresiones se dan sobre todo en los centros públicos, pero en el tema de las reclamaciones no hay diferencias entre el sistema público-privado'.
De los 80 millones de actos médicos que se realizan cada año, sólo se plantean entre 5.000 y 6.000 reclamaciones. De ellas, el 85 por ciento se resuelven de modo favorable a los facultativos. 'Los fallos son consustanciales al ser humano y los médicos lo son. La Medicina, además, no es una ciencia exacta y pueden registrar errores. Generalmente, cuando se produce el daño tiene que darse una satisfacción moral y también tener la certeza de que éste no volverá a repetirse. Las satisfacciones morales van acompañadas también de las económicas. Aunque ahora principalmente lo que la gente quiere es dinero, olvidándose de otro tipo de implicaciones de justicia'.
Las reclamaciones administrativas también han evolucionado. Antes bastaba con acreditar el daño al paciente en un centro público para la condena. 'Afortundamente, las cosas no son ya tan claras, y que se produzca un desenlace fatal en una intervención sencilla no conlleva irremediablemente a un dictamen de una mala praxis, sino a una resolución donde se acepta que ocurrió algo que no se puede prever. El cirujano no tiene que asumir algo que él no ha hecho mal', comenta.
Las expectativas de indemnización suelen ser muy elevadas, sin embargo, las condenas a los demandados no suelen superar el 15 por ciento
Moreno Alemán reconoce que en los últimos años los profesionales sanitarios han mejorado su información en aspectos legales, aunque aún tienen mucho camino por recorrer. 'Hace 30 años, a un profesional que fuera un magnífico cirujano le bastaba con eso. En estos momentos, ese excelente cirujano puede tener graves problemas por no saber la legislación médica. Los profesionales no sólo deben ser buenos médicos, sino también tener información. Conocer las exigencias del derecho sanitario', explica.
En su opinión, al médico en la Facultad no se le está preparando para la realidad en la que vive, para que gestione a los pacientes más recelosos. 'La formación que reciben es del todo insuficiente para la conflictividad legal actual. El enjuiciamiento de la especialidad depende de ellos. El riesgo legal de cada especialidad es variable también. Hace años, entre el 80 y el 90 por ciento de los demandados eran anestesistas. Ellos aprendieron. En estos momentos, las reclamaciones en esta especialidad han descendido', concluye Moreno Alemán.