Las personas mayores muestran
tasas superiores de hipertensión
en los meses más fríos
del año, según un estudio del
Instituto Nacional de la Salud y
de la Investigación Médica en
París (Francia). Los resultados
del trabajo indican que la temperatura
exterior y la presión
sanguínea parecen estar relacionadas
en las personas mayores.
La existencia de variaciones
estacionales en la presión
sanguínea se conoce desde
hace varias décadas, sin embargo
se han realizado pocos
estudios en este sentido en las
personas de más edad.
Los investigadores señalan
que no se puede explicar esta
relación entre presión sanguínea
y temperatura. No obstante,
sugieren, que el sistema nervioso
simpático, que controla
aspectos como la respuesta al
estrés, ante las temperaturas frías
se activa liberando la hormona
catecolamina, lo que podría
aumentar la presión sanguínea
al acelerar la tasa cardiaca y disminuir
la sensibilidad de los vasos
sanguíneos.
Los resultados podrían explicar
las variaciones estacionales
observadas en enfermedad
y mortalidad por ictus, rotura
de aneurismas y otras enfermedades
vasculares. Según estos
especialistas, debido a los mayores
riesgos de ictus o de rotura
de un aneurisma a estas
edades, se debería tener en
cuenta en los días más fríos un
seguimiento más estricto de la
presión sanguínea y de la medicación
antihipertensiva.