Con toda certeza, todo el mundo ha tosido alguna vez. Es más, alrededor del 23% de las personas sanas no fumadoras tose, con o sin expectoración, cuando se levanta por la mañana. La tos puede presentarse todo el año, pero preferentemente lo hace en invierno, asociada a procesos gripales y catarrales.
Se ha comprobado estadísticamente que los humanos tenemos entre dos y tres resfriados al año, y es el resfriado común la causa del 75% de los casos con tos, mientras el 13% de las personas mayores tiene tos crónica.
La tos puede aparecer por distintos motivos: exposición al frío, humedad, corrientes de aire, aire acondicionado, polvo, pólenes, contaminación etc. Es un reflejo del organismo provocado por la acumulación de flemas o por la irritación de las vías respiratorias.
Los especialistas distinguen varios tipos de tos, pero inicialmente establecen una distinción entre dos: tos aguda y tos crónica. La primera se caracteriza por comenzar de manera repentina y suele ser fruto de una gripe, un resfriado o una infección sinusal. Al cabo de dos o tres semanas desaparece.
La tos crónica, en cambio, se prolonga más allá de este periodo de tiempo, suele irritar la tráquea y la laringe y puede ser un aviso de que estamos albergando alguna enfermedad, como rinitis o bronquitis, o algo más importante como una neumonía.
Otra distinción que se hace de la tos reside en si produce o no expectoración. La tos puede ser "blanda" o "productiva", en este caso puede ser necesario ayudar al organismo a expulsar las flemas con medicamentos de acción mucolítica y expectorante.
Además, puede ser "seca" o "irritativa" en cuyo caso se tratará de calmarla y limitar la irritación. A menudo la tos es seca al principio, y suele volverse productiva (con flemas) al cabo de dos o tres días.
Los principales responsables son los virus que pueden dar lugar a afecciones como rinofaringitis (catarro común), laringitis o traqueitis. En este caso la tos es seca y está asociada a otros síntomas: nariz que gotea, dolor de garganta, dolor de oídos, voz ronca (típica de la laringitis) molestias respiratorias y fiebre.
Las toses persistentes y sin fiebre suelen deberse a alergias respiratorias (pólenes o ácaros), a sustancias irritantes (tabaquismo, contaminación atmosférica, aire acondicionado") o a un principio de asma. Buscar el alérgeno o la sustancia irritante es por supuesto el primer paso.
En cualquier caso, en líneas generales conviene consultar al farmacéutico o visitar al médico cuanto antes si la tos se torna persistente (dura más de 14 días), si es violenta y aparece repentinamente, si afecta a los niños pequeños, si hay fiebre, expectoración con sangre o flema verde amarillenta, espesa y maloliente.
En niños
A los niños hay que enseñarles a sonarse la nariz con frecuencia y correctamente: primero una fosa nasal y luego la otra. Esto evitará que la infección degenere en bronquitis. Hágale beber con frecuencia: la nariz obstruida le obliga a respirar por la boca y reseca sus mucosas respiratorias. Además puede disminuir la sequedad del aire colocando en su habitación un humidificador al que deberá cambiar el agua con frecuencia. Controle que la temperatura de la habitación no pase de los 20º-21 C y no abrigue excesivamente a su hijo.
Medicamentos homeopáticos
Existen varios medicamentos homeopáticos utilizados tradicionalmente para el alivio de la tos. Algunos de esos medicamentos homeopáticos antitusivos son asociaciones de varios principios activos: unos indicados para el alivio de la tos seca y otros para la tos con expectoración. Estas asociaciones tienen la ventaja de cubrir ambos tipos de tos y están indicadas incluso si la tos cambia de un tipo a otro en un mismo proceso.
La presentación de estos medicamentos puede ser el tradicional jarabe, o bien una forma farmacéutica más especifica del medicamento homeopático: los gránulos, una forma muy práctica de tenerlo siempre a mano cuando lo necesita, en particular si tiene que viajar, desplazarse o no quiere llevar el jarabe en su lugar de trabajo.
Los principales beneficios de los medicamentos homeopáticos para la tos es que son válidos para toda la familia, se pueden emplear sea cual sea el tipo de tos, son seguros y muy bien tolerados por el organismo. Además no provocan somnolencia, por lo que no afectan a la capacidad para conducir ni en la utilización de maquinaria y permiten mantener un estado de actividad óptimo.
El médico o el farmacéutico pueden aconsejarle sobre el tratamiento homeopático antitusivo y la forma correcta de tomarlo.