El presidente de la Organización Médica Colegial (OMC), Guillermo Sierra, denunció ayer la presión a la que están siendo sometidos los médicos para reducir el número de recetas que prescriben por parte de las distintas administraciones por razones estrictamente económicas. Sierra se refirió así a la llamada de atención que desde el Ministerio de Sanidad y desde las comunidades autónomas se ha lanzado últimamente pidiendo a los médicos que receten menos fármacos y, a ser posible, los de precios más bajos con el fin de reducir el gasto farmacéutico. Pese a los intentos de la Administración y a los pactos sucritos con la patronal farmacéutica, Farmaindustria, ese gasto no sólo no se ha mantenido estable, sino que continúa creciendo, informa el diario LA VANGUARDIA.

El responsable de la OMC realizó estas manifestaciones en el transcurso de la jornada "Autorregulación en la promoción de medicamentos", organizada por Farmaindustria, a la que también asistieron, además del presidente de la patronal farmacéutica, Jorge Gallardo, y su director general, Humberto Arnés, el director de la Agencia Española del Medicamento, dependiente del Ministerio de Sanidad, Fernando García Alonso. Éste no contestó las críticas del presidente de la Organización Médica Colegial, y sólo se refirió al Código Deontológico que puso en marcha Farmaindustria el 1 de julio del año 2002, que calificó de "positivo".

Sierra reflexionó sobre el consumismo en que vive instalada la sociedad española y dijo que éste se fomenta desde la propia administración. En el caso de los fármacos, añadió, "cuando las alarmas se disparan, la Administración tiene dos soluciones: pedir al paciente que consuma menos, o bien pedir al médico que recete menos". En su opinión, se opta por la segunda opción porque la primera es claramente impopular.

El presidente de la Organización Médica Colegial recordó en su intervención a las diferentes administraciones que los facultativos se rigen por un código deontológico que les obliga a pensar en exclusiva en el paciente y, en materia de fármacos, a dispensarle el que consideren más adecuado para mejorar su salud, al margen del precio.

Además, "el código deontológico nos impone denunciar a quien limite la libertad de dispensación", indicó Sierra.

El doctor Guillermo Sierra señaló que en la polémica del gasto farmacéutico los médicos se encuentran entre la patronal y la administración, "dos partes muy poderosas". "El médico sólo tiene el poder de la prescripción", añadió, y sin embargo, es a él a quien se dirigen todas las críticas.

El presidente de la OMC criticó también que la Administración no dedique esfuerzos ni dinero a la formación del profesional, vacío que ocupa la patronal farmacéutica organizando constamente congresos y jornadas para médicos. "Esta situación nos pone en el punto de mira de todos, sobre todo de la opinión pública, a la que a veces llegan informaciones sobre cruceros y regalos de la industria farmacéutica a los médicos."

Para acabar con esta práctica ""minoritaria", según Sierra", el presidente de la OMC propuso a la Administración que se encargue de la formación de los médicos o bien "les pague más para que puedan costearse por sí mismos su formación".

Por su parte, los responsables de Farmaindustria anunciaron la creación de un servicio de inspección independiente para que compruebe que las empresas que el 1 de julio del 2002 se sumaron al código deontológico (que, entre otras cosas, prohíbe dar regalos a los médicos valorados en más de 19 euros) realmente lo cumplen.