Al menos uno de cada 15.000 pacientes que pasa por el quirófano en
EE. UU. sale con una esponja, un bisturí o cualquier otro objeto
quirúrgico escondido en alguna parte de su cuerpo, según un estudio
publicado ayer en The New England Journal of Medicine . La cifra
ha satisfecho a los hospitales, que lo consideran como un error que
ocurre 'raramente', al afectar 'sólo' a 1.500 personas al año en EE. UU.,
informa el diario LA VOZ DE GALICIA.
Sin embargo, el equipo médico de la Facultad de Salud Pública de
Harvard y del Hospital de Mujeres Brigham, ambos en Boston
(Massachussetts), dice haber encontrado un buen número de
coincidencias que lo hacen previsible.
Por ejemplo, nueve de cada diez casos se producen en operaciones de
emergencia o en intervenciones en las que se presenta alguna
complicación imprevista que obliga a traer instrumental adicional al
quirófano. Las reglas hospitalarias obligan a que dos personas
diferentes cuenten los instrumentos antes y después de la operación. En
el 88 por ciento de los casos encontrados, el personal médico había
anotado el resultado de esa cuenta en el informe, pero obviamente la
cuenta no era correcta.