El ejercicio de la Medicina no encuentra sus fronteras exclusivamente en la labor asistencial al paciente. La posibilidad de innovar, y con ello de aportar mejoras y progresos al sistema en general, también está en manos de los que día a día cumplen con el quehacer sanitario.
De ello son plenamente conscientes los responsables de la Sanidad española quienes, desde hace tiempo, vienen trabajando para dar al médico emprendedor un papel más destacado. 'El futuro de la asistencia de calidad pasa por tener unos servicios públicos capaces de investigar mucho y que no dependan de las patentes de otros países', señala Raimon Belenes, director gerente del Instituto Catalán de la Salud (ICS). Sobre todo, porque la innovación no genera sólo conocimiento sino que también 'mejora la salud de la población y crea valores económicos', explica el doctor Reimund Fickert, director de proyectos del Parque de Investigación Biomédica de Barcelona.
En el sector médico, las ideas innovadoras se asocian a aquéllas que son entendidas como un valor social que aporta beneficios tanto a los usuarios como al desarrollo de la profesión
Dentro del territorio español, los expertos coinciden en destacar la gran calidad de los trabajos de investigación y el gran número de ideas innovadoras de los profesionales sanitarios. Sin embargo, en la misma línea también hacen hincapié 'en el bajo índice de conversión de estas ideas en patentes y, posteriormente, en modelos de negocios rentables que permitan el avance de la Sanidad', como explica el doctor Lluís Pareras, responsable del Área de Incubación de Proyectos Empresariales, creada en el Colegio de Médicos de Barcelona (COMB), quién participó, recientemente en una jornada de esta entidad colegial sobre procesos de innovación en el sector sanitario.
La creación es un proceso complejo. Son muchos los factores que intervienen para que una empresa innovadora termine consagrando el éxito o, por el contrario, no consigan sobrevivir y terminen representando un fracaso empresarial. Según los datos con los que cuentan los expertos, el 48 por ciento de las nuevas empresas que se crean en España fracasan por factores económicos, bien porque la previsión de ventas que se planteaba en el plan de empresa no se cumplió o porque los gastos no eran los previstos.
Aunque la causa económica es una de las más determinantes en el éxito de una empresa, no es la única. El 38 por ciento de los fracasos se producen por causas financieras, generalmente, por escasa financiación. Mientras que sólo en el 7 por ciento de los casos el fracaso vino por la falta de experiencia en el sector.
Así, tanto la falta de un 'apoyo económico por parte del capital riesgo durante las primeras etapas de creación de la empresa' como señala la profesora Eugenia Bieto Caubet, profesora titular del Departamento de Política de Empresa y directora del Centro de Iniciativa Empresarial de ESADE en Barcelona, como la carencia del conocimiento de las herramientas empresariales por parte de los médicos emprendedores se encuentran en el epicentro de las causas fundamentales del bajo número de empresas nuevas que aparecen en España en el sector de la Salud.
Impulso desde todos
los ámbitos
Con la intención de favorecer y dar un impulso al sector médico-empresarial en el panorama español, cada vez es más amplio el número de instituciones orientadas a ofrecer a los investigadores médicos la posibilidad de transformar sus proyectos en empresas productivas y rentables. Un extenso compendio de instituciones que abarca desde la propia Administración, con numerosas iniciativas puestas en marcha desde el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio como NEOTEC para la formación y consolidación de empresas tecnológicas; los hospitales y universidades, cada vez más conectados entre sí, y de ello un ejemplo claro es la Red de Oficinas de Transferencia de Resultados de Investigación de las Universidades Españolas (ROTRIS); los Parques Tecnológicos con un total de 46 por toda España en los que se aglutinan 1.266 empresas y 31.450 empleados; y las empresas y el capital riesgo.
La creación innovadora médica requiere la puesta en práctica de unos protocolos de actuación que faciliten la consolidación de dicha idea innovadora
En definitiva, una amalgama de elementos trabajando en red que 'funcionan impulsados por los intereses de cada uno de sus integrantes, lo que les hace avanzar más y más rápido en la generación de valor', puntualiza el responsable del Área de Incubación de Proyectos Empresariales del COMB.
No obstante, cada vez son más las voces que demandan que 'la promoción de la innovación en el sector salud debería ser una de las mayores preocupaciones de los gestores y de la Administración sanitaria', como señala concretamente Pareras. Pero, a pesar de ser una idea cada vez más generalizada, los expertos destacan que al mundo de la investigación en España aún le queda mucho por avanzar.
¿Una idea innovadora?
La idea innovadora es el germen de un proyecto empresarial. Ideas pueden surgir muchas durante la práctica diaria de la profesión médica. Pero, ¿cuándo es realmente una idea innovadora? Ésta es una cuestión que los expertos destacan a la hora poner en marcha una empresa. Una idea es 'innovadora' cuando tiene un 'valor añadido', es decir, que ofrezca algo nuevo y que no represente simplemente una mejora de la práctica ya realizada.
Concretamente, en el sector médico, las ideas innovadoras son aquéllas cuyo plus 'es un valor social que aporta beneficios tanto a los usuarios como al desarrollo de la profesión médica, bien representando una solución de las necesidades o una oportunidad de carácter tecnológico o social' apunta Joaquim Vilà, profesor del IESE Business School en Barcelona.
Son los propios entornos en el ámbito sanitario los que generan las necesidades en su día a día y de ellas surgen las ideas innovadoras. Pero esta labor, sin embargo, 'no es fácil', matiza Vilà. Para facilitar su aparición 'la creatividad, el desarrollo tecnológico y la organización de la institución son elementos indispensables', añade este experto.
Sin embargo, la dificultad de aparición de ideas realmente innovadoras no es el mayor problema con el que se encuentra el sector emprendedor sanitario, sino el propio quehacer del profesional. 'La ejecución de labores ajenas al proceso innovador dificulta el desarrollo del mismo', señala Vilà, sobre todo 'porque la creación innovadora médica requiere la puesta en práctica de unos protocolos de actuación que facilitan los pasos para la consolidación de la nueva idea innovadora' matiza el experto.
Pero, no sólo es suficiente generar ideas innovadoras, sino que éstas deben verse inmersas en lo que los expertos llaman el 'proceso innovador': un entorno que facilita la evolución de la idea 'hacia un proyecto administrativo factible y rentable', explica Vilà.
De la idea innovadora
a la empresa rentable
'Una vez que contamos con nuestra idea innovadora tenemos que ver si realmente el mercado la necesita' afirma David L. Dinwodie, director general adjunto de la Escuela de Alta Dirección y Administración de Barcelona (EADA). Y aquí está el quid de la cuestión. Poseer una innovación no garantiza que se dé lugar a una empresa de alto rendimiento, y, como apuntan los expertos, hay un largo camino por recorrer antes de convertir la idea en empresa, y, además, rentable...
De hecho, éstos recuerdan que a pesar de las herramientas que los médicos emprendedores pueden utilizar para la transformación de sus ideas innovadoras en empresas, éstas 'no aseguran, sin embargo, el funcionamiento de la misma' como explica la profesora Eugenia Bieto. En España 'sólo una de cada tres empresas sobrevive seis años después de su creación'.
Crear y consolidar una empresa no es un proceso fijo, muy al contrario, implica todo un largo periodo evolutivo y cambiante, en el que, en la mayoría de los casos, 'todas las etapas se realizan al mismo tiempo y se van modificando en función de las respuestas que van apareciendo', explica Bieto. Estos cambios continuos suponen 'incluir no sólo nuevas herramientas, sino también personal más acorde a las nuevas necesidades que se vayan creando', explica la profesora de ESADE.
Pero ¿cómo comienza la carrera profesional del emprendedor? Aquí es fundamental la elaboración de un buen Plan de Empresa: considerado uno de los pasos esenciales por los expertos, supone el primer plan estratégico de la empresa. Debe ser elaborado por el propio emprendedor, ya que es 'quien tiene la idea clara de su empresa y de sus objetivos', apunta Bieto.
El plan de empresa es un documento escrito que contiene información de referencia que sirve para explicar los antecedentes de la empresa, los objetivos, los fundamentos y las expectativas del negocio, su viabilidad, el entorno económico y el mercado, y presenta una valoración inicial de la empresa y una estimación de la rentabilidad prevista de la inversión. En él se describirá de forma concisa y concreta la oportunidad de negocio, se evaluará su rentabilidad y se detallarán todos los aspectos relevantes, tanto internos como externos, que han de tenerse en cuenta en la creación de ésta.
'Es una herramienta esencial para el emprendedor' explica Bieto, sobre todo porque 'gracias a él se podrá ver de forma objetiva si lo que se está planificando es una buena ideo o no'. Además, permitirá orientar al médico emprendedor a identificar 'incertidumbres y ayudas a la hora de gestionar e identificar los riesgos', añade Eugenia Bieto. Precisamente, este punto es crucial para los expertos, ya que en el Plan de Empresa se incluye un Plan de Contingencia en el que, según esta experta, 'se da la información sobre qué debe hacerse en caso de que aparezca un riesgo'.
Los médicos emprendedores deben redactar el Plan de Empresa con un lenguaje claro y entendible para los inversores y los empresarios, que son los que darán el impulso a la idea innovadora. Es frecuente 'encontrarse planes de empresa redactados por científicos que no son comprendidos por los empresarios', apunta Bieto, quien señala que 'generalmente el médico está muy metido en su ciencia y olvida que su idea de empresa tiene que hacerla entendible para el empresario y el inversor, si quiere encontrar financiación para su proyecto'.
Es, precisamente, el Plan de Empresa el elemento que 'ayuda al propio emprendedor a comunicar su idea a los futuros inversores', afirma la profesora Bieto, para quien este aspecto es crucial, ya que el emprendedor debe saber 'enamorar' a gente para que decida iniciar el proceso de creación de empresa con él. El Plan de Empresa será la carta de presentación del proyecto que se quiere impulsar, por ello, es fundamental que 'el documento esté bien elaborado y bien presentado, puesto que así es mucho más fácil convencer', explica Bieto.
La importancia
de saber elegir socios
'El mayor inconveniente con el que yo me encontré fue la falta de experiencia en el sector empresarial' apunta Albert Arnó, director general y fundador de la empresa Onmedic Networks, una compañía dedicada a la aplicación de programas informáticos en sector de la salud. 'Mi formación es de médico', apunta Arnó, quien insiste que con la entrada al mundo empresarial tuvo que 'empezar a conocer las nuevas reglas del juego empresarial'.
Los conocimientos, habilidades y herramientas que el investigador domina no son los mismos que se necesitan para ser empresario. Es por ello que los expertos señalan que uno de los aspectos fundamentales para el médico emprendedor es 'saber elegir bien a los socios o en caso de no querer asociarse, contratar a un buen consejo asesor que le guíe en los aspectos empresariales', señala Bieto.
En este sentido, el doctor Arnó considera desde su propia experiencia que 'lo mejor es buscar socios que sean muy diferentes a uno mismo y que dominen el mun-
do empresarial para que así aporten el lado más realista del negocio'. Antes de elegirlos, el emprendedor debe hacer un análisis profundo de cuáles son sus puntos fuertes y los débiles, ya que esta visión de sus propias cualidades le permitirá 'buscar aquellos socios o asesores que puedan aportar cosas a las carencias a su proyecto' explica Bieto.
Es una relación de complementariedad en la que el médico emprendedor debe buscar siempre 'la comunicación con sus socios, escuchar la opinión de los asesores, y preguntarles todas las dudas que se le planteen' esgrime Arnó, ya que, tal como él mismo destaca, 'el innovador suele tener una idea mucho más romántica del proyecto y, por tanto, alejada de la empresarial'. El paso de un equipo investigador a un equipo empresarial es fundamental para la consolidación de la empresa.
'Muchos de los fracasos que nos encontramos en las nuevas empresas médicas se dan por la falta de entendimiento entre el médico emprendedor y los asesores o socios', apunta Bieto. Por ello, los expertos destacan la importancia de potenciar un lenguaje común que facilite el entendimiento entre los dos campos, las ciencias y el mundo empresarial. Ambos sectores deben 'tener muy claros sus objetivos y plantearlos de forma entendible a la otra parte para poder comunicarse correctamente', según explica la profesora de ESADE.
El papel de la investigación biomédica
en España
El sector de la biomedicina es el que más campo está ofreciendo en estos momentos para el médico emprendedor. Pero ¿cómo se ha desarrollado en España la investigación biomédica? A modo de recordatorio hay que destacar que desde que se creara en 1980 el Fondo de Investigaciones Sanitarias (FIS) la investigación biomédica consiguió ganarse un espacio normalizado en el sistema español de ciencia y tecnología. Las primeras líneas de financiación por parte del FIS favorecieron el fortalecimiento de la investigación clínica y consiguieron popularizarla en los centros sanitarios españoles.
Pero este progreso en investigación desde el FIS aportó, además, la posibilidad de la generación una cultura de gestión de I+D. Fue en 1996 cuando las actividades del FIS comenzaron a definirse en dos grandes programas de actuación: el desarrollo de la promoción de la investigación biomédica a través de un progresivo aumento de la inversión en ella, y la formación de personal para conseguir un número suficiente de investigadores con los que desarrollar una investigación biomédica competitiva y de calidad.
Sin embargo, y a pesar de las buenas intenciones con las que se iniciaron estos proyectos, los expertos coinciden en admitir que en la actualidad la investigación biomédica en España no goza de buena salud, sobre todo si se compara con la de los países del resto de Europa. Y los científicos españoles siguen considerando, aún hoy por hoy, que el Gobierno debe apoyar más a la investigación y a los investigadores españoles.
La Administración es consciente de esta necesidad y hace evidente su empeño en dar un mayor apoyo a la investigación, como así pusiera de manifiesto el subsecretario de Sanidad y Consumo, Fernando Puig de la Bellacasa, durante su comparecencia ante el Congreso de los Diputados en octubre de 2004, afirmando que 'uno de los grandes centros de atención de la presente legislatura es la investigación, como elemento primordial en el desarrollo de una sociedad moderna, en especial en el ámbito de la biomedicina y la salud'.
El sector de la biomedicina es el que más cambios está ofreciendo en estos momentos para el médico emprendedor
Los presupuestos del Ministerio de Sanidad y Consumo para el año 2005 concedían una partida importante a la investigación sanitaria, con un total de 243,81 millones de euros, el 9,64 por ciento más con respecto al 2004. La mayoría de estos presupuesto se canalizaban a través del Instituto de Salud Carlos III, dado 'el carácter de referencia en investigación sanitaria del centro', según el subsecretario.
Casi el 50 por ciento de los presupuestos destinados al Instituto Carlos III, un total de 124,47 millones de euros, se dirigen a dos acciones principales del Fondo de Inversión Sanitaria (FIS) a la investigación e infraestructura por una parte y a los Programas de Recursos Humanos, con un incremento del 15,98 por ciento respecto al año 2004 y de Investigación Biomédica e Investigación Intramural, con un 10,19 por ciento más de inversión frente a lo otorgado en el año 2004.
Los gastos en I+D en España
Los científicos españoles destacan la importancia del papel de I+D para potenciar la creación de empresa sanitaria. Un total de 8.945 millones de euros se gastó en toda España en I+D durante el año 2004 según los datos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE). La mayor partida del gasto vino por parte de las empresas con un 54,4 por ciento, mientras que la Administración pública gastó sólo un 16 por ciento del total, según las mismas fuentes.
Sin embargo, y a pesar de la diferencia de las cifras, ha sido precisamente la Administración la que ha protagonizado un mayor aumento del gasto en actividades I+D con un 13,3 por ciento más que durante 2003. Por su parte, la actividad empresarial presentó una tasa de crecimiento del 9,5 por ciento en el gasto interno de I+D.
Por comunidades autónomas, fue la Comunidad Foral de Navarra la que realizó un mayor esfuerzo en investigación con un gasto del 1,90 por ciento del PIB según los datos del INE. Le siguen la Comunidad de Madrid con un 1,76 por ciento del PIB, el País Vasco con 1,54 por ciento y Cataluña con 1,44 por ciento.
Un total de 161.932,6 personas se dedicaron a actividades I+D durante el año 2004. De ellos, el colectivo de investigadores alcanzó la cifra de 100.994,4 personas, lo que supuso un incremento del 9 por ciento con respecto a 2003. El 37,4 por ciento del personal en I+D lo ocupaban mujeres.
Por sectores de ejecución, el sector empresas es el de mayor inversión en estas actividades con 4.864,9 millones de euros, seguido del sector Enseñanza superior, 2.641,7 millones de euros. El gasto en I+D de la Administración pública supuso 1.427,5 millones de euros y el del sector de las Instituciones Privadas sin Fines de Lucro (IPSFL) 11,7 millones de euros.
Perspectivas de futuro
Como señalan los científicos españoles para que los médicos emprendedores desarrollen sus empresas es necesario un entorno científico e investigador potente y consolidado, buenas infraestructuras I+D, así como recursos para los investigadores y técnicos potenciales creadores de empresas. Pero, sobre todo, en lo que coinciden los expertos es en la necesidad de incentivar al emprendedor.
La decisión de crear su propia empresa supone un paso importante en la vida profesional de un médico. Por ello, 'el paso fundamental que todo empresario debe hacer, una vez que tenga la idea bien consolidada, es tomar el riesgo uno solo, y no esperar a que nadie lo tome por ti' afirma Arnó. El proceso es complicado y conlleva sus riesgos, y el doctor Arnó considera que un aspecto que puede ayudar mucho a los nuevos emprendedores es 'no pensar que ser emprendedor es una profesión y tener muy claro que una vez que tomas la decisión no trabajas para nadie, sólo para ti'.
Cada vez son más numerosas las voces que demandan que la promoción de la innovación en el sector salud sea una de las preocupaciones de los gestores y de la Administración sanitaria
Pero, sin embargo, las perspectivas de futuro se plantean alentadoras, según los expertos, ya que se está viendo 'la llegada de consultores internacionales que abren el sector de la investigación al panorama y al capital internacional' como apunta el doctor Reimund Fickert, quien insiste, además, en que esta apertura de mercado 'dará la posibilidad al médico emprendedor de mostrar su idea a expertos internacionales que le facilitarán el desarrollo de la empresa médica'.