Redacción, Santiago de Compostela.-La mayoría de los problemas de salud que se observan en el paciente inmigrante cuando acude a la consulta están ligados, generalmente, a su precariedad sociolaboral, a la que se suelen sumar otros problemas como la situación irregular de residencia, las condiciones…
Redacción, Santiago de Compostela.-La mayoría de los problemas de salud que se observan en el paciente inmigrante cuando acude a la consulta están ligados, generalmente, a su precariedad sociolaboral, a la que se suelen sumar otros problemas como la situación irregular de residencia, las condiciones de alto riesgo en el trabajo o las dificultades para hacerse entender. Así se expuso durante una mesa redonda dedicada a esta población, en el marco del XXV Congreso de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC), celebrado, recientemente, en Santiago de Compostela.
Y es que los médicos de familia opinan que el idioma es un factor clave en la relación médico-paciente, en este caso con los inmigrantes. De tal forma que un 58 por ciento de los facultativos, según una encuesta presentada durante dicha jornada, cree que el mal cumplimiento del tratamiento en este tipo de pacientes se debe, principalmente, a dificultades de entendimiento, motivadas por el idioma.
Precisamente, esta problemática incide sobre las consultas de A.P. en el sentido de que, tal como argumentan los facultativos, 'el idioma o las diferencias culturales exigen al profesional invertir más tiempo, por ejemplo, en la entrevista clínica'. Por tanto, y según palabras del doctor José Vázquez, coordinador del Grupo de Atención al Inmigrante de la semFYC, 'solemos referirnos a las necesidades de formación para atender este problema pero, realmente, lo que el médico de familia necesita es tiempo para ofrecer una atención en condiciones'.
También es cierto, tal como se expuso, que el desconocimiento de la lengua unido a los requisitos administrativos provocan que un porcentaje significativo de inmigrantes acaben desistiendo de acceder al sistema sanitario, e intenten resolver sus problemas de salud a través de los servicios de urgencia de los hospitales y de los centros de salud.
No obstante, y como recuerda el doctor Vázquez, 'el médico de familia ha de tener en cuenta que la concepción de la salud y de la enfermedad de estas personas puede ser distinta a la nuestra', tal como lo demuestra la referida encuesta, según la cual, el 90 por ciento de los profesionales opinan que el paciente inmigrante tiene un concepto de salud diferente.
Por tanto, para conocer las características culturales, en general, que los definen se precisa, a juicio de los profesionales, se hacen imprescindibles estudios epidemiológicos en A.P. centrados en la heterogeneidad existente entre los distintos grupos de inmigrantes, sus riesgos de salud específicos, sus actitudes ante la enfermedad o en qué medida aceptan o rechazan los servicios de salud.
Mediadores interculturales
Asimismo, los profesionales valoran positivamente la colaboración de mediadores interculturales e intérpretes conocedores de la lengua, cultura y religión de este tipo de pacientes con la finalidad de que orienten al médico de familia a la hora de adoptar sus decisiones, sobre todo, con respecto a los tratamientos.