Redacción. Huesca.- La enfermedad pulmonar obstructiva crónica
(EPOC) se diagnostica mal y tampoco se trata adecuadamente en todas
las ocasiones. Esta es una de las principales conclusiones de una
mesa de debate que se ha celebrado en el transcurso del III Congreso
Interautonómico de la Medicina General. Neumólogos y médicos
generales han puesto en común sus puntos de vista sobre una
enfermedad, vinculada directamente con el tabaquismo (en más de un
95 por ciento de los casos), que está infradiagnosticada y para la que no
siempre se utilizan las mejores opciones terapéuticas disponibles
actualmente.
Una de cada dos personas que tienen más de 50 años, han fumado
durante más de 30 años y tienen algún trastorno respiratorio tienen
EPOC. Sin embargo, hasta un 80 por ciento de las personas que sufren
esta enfermedad, crónica, irreversible y grave, desconocen que la tienen.
Es más, una prueba infalible para detectar este trastorno, como es la
espirometría, no se utiliza en Atención Primaria todo lo bien que sería
deseable. Según indicó el doctor Mario Bárcena, vicepresidente de la
Sociedad Aragonesa de Medicina General, 'esta es una prueba que está
bastante extendida en los centros de Primaria, pero el médico general no
se siente cómodo con ella y aún desconfía mucho de sus resultados,
sobre todo porque nos falta formación y recursos para hacer
correctamente esta prueba'.
Esta situación hace que el paciente evolucione a estadios más graves de
la enfermedad, que sufra habitualmente agudizaciones y que, por tanto,
registre un claro deterioro en su calidad de vida, empeorándose su
pronóstico.
Optar por el mejor recurso terapéutico
Sin embargo, en el manejo de las agudizaciones de la EPOC de origen
bacteriano no siempre se actúa de la mejor forma posible.
'Tradicionalmente se ha optado por antibióticos que inducían beneficios
relativos, pero que no llegaban a erradicar la infección, de tal forma que
después reaparecía. Sin duda, el objetivo en estos casos es lograr la
mayor erradicación bacteriana; si no se logra este objetivo, el paciente
recae con mayor facilidad y cada agudización supone una importante
pérdida de su capacidad pulmonar, con las consecuencias
sociosanitarias y económicas que esto supone. En el caso de las
agudizaciones de la EPOC, no caben reservas, se debe optar por la
terapia más efectiva, la que asegure la curación'.