En Estados Unidos el Registro Nacional de GIST señala que hay 5.000 casos al año, en México no existe un registro a nivel nacional, por lo tanto, al tomar en cuenta el grosor de la población estadounidense y mexicana, especialistas del Hospital Naval Siglo XXI sugieren que el marcador nacional debe encontrarse aproximadamente en 2.000 pacientes, sin embargo, es un padecimiento tan poco conocido que es probable que no sea diagnosticado hasta etapas crónicas.
En conmemoración del Día Mundial de Conciencia sobre los Tumores del Estroma Gastro-Intestinal, Rodrigo Salas, de la Fundación GIST México, aseguró que el 50 por ciento de la población mexicana que sufre este padecimiento no tiene acceso al tratamiento ya que no es cubierto por todos los programas sociales de salud del país.
Los Tumores de Estroma Gastrointestinal son un tipo de cáncer poco común y de alta peligrosidad debido a que pueden ser totalmente asintomáticos, de esta forma el tumor puede seguir creciendo hasta llegar a dimensiones de más de 15 centímetros.
La ubicación del tumor puede registrarse desde el esófago, el estómago, hasta el intestino delgado, en casos avanzados puede registrarse vómito con sangre o evacuaciones de color negro, dependiendo de la ubicación del tumor. En cuanto a los antecedentes o detonadores sólo se conoce el de la herencia genética por algún tipo de cáncer de primera o segunda línea consanguínea.
La falta de información tanto en la población como en el personal médico son algunas de las razones por la cual el GIST no es diagnosticado, pues comúnmente se confunde con cáncer de estómago, úlceras gástricas o gastritis, medicando y dando tratamientos erróneos.
El doctor Rafael Medrano, especialista en Cirugía oncológica y jefe de sarcoma en el Hospital Naval de Alta Especialidad, asegura que en un diagnóstico temprano puede hablarse incluso de una curación del GIST, aunque depende de la respuesta biológica del paciente y mientras no se registre intolerancia o inmunidad.
Los nuevos tratamientos biotecnológicos desarrollados específicamente para atacar el tumor cuando es inoperable, son administrados de manera oral en tabletas, mientras el fármaco sea administrado la enfermedad se mantiene controlada, el tratamiento puede extenderse tanto tiempo como sea necesario mientras se mantengan activos los marcadores de riesgo, una vez que han cesado, puede retirarse el tratamiento.
Entre las acciones para combatir y lograr el diagnóstico oportuno se encuentra la capacitación continua en hospitales y universidades que cuenten con la carrera de medicina, hasta el momento se ha trabajado con 90 hospitales y 60 universidades.
Hace 10 años el GIST era tratado con quimioterapia sin obtener resultados satisfactorios y con una esperanza de vida de aproximadamente 18 meses, con el nuevo tratamiento llamado Terapia Blanco, la esperanza de vida se extendió hasta por 10 años, dependiendo de la ubicación, el tamaño del tumor y el índice de mitosis.
Actualmente existe una red hospitalaria que ha comenzado las acciones para generar un registro nacional de pacientes, pues hasta el momento en el Hospital Siglo XXI ha atendido a sólo 600 pacientes, y la FGM ha atendido a 163 pacientes con tratamientos integrales que van desde apoyo psicológico, nutricional y farmacéutico.
En México, GIST no forma parte del cuadro de enfermedades de todos los Servicios de Salud Pública, es por eso que la Fundación GIST México en conjunto con un grupo de investigadores, formularon una petición al Seguro Popular para que sea incluido.
Por último, el director de asuntos corporativos de laboratorios Pfizer, Ricardo Ramírez, comentó que el equipo de investigación clínica de la empresa farmacéutica, con 65 años de presencia en México, busca mejorar la calidad de vida de la población y actualmente cuentan con 30 moléculas en fase III, cuatro de ellas enfocadas a enfermedades raras.