La Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (SEMFYC) trabaja con la persona de forma continua, y no solo con el individuo; también atiende a su familia, realiza actividades a nivel comunitario, de promoción de la salud y de prevención, y tiene actividades docentes e investigación. En este marco se incluye el documento de consenso ‘Criterios de derivación y manejo integral del paciente con STUI’, que ha sido elaborado gracias a la coordinación con especialistas a distintos niveles asistenciales, con lo cual va a permitir llevar a cabo un manejo integral y continuo de estos pacientes.
Para Isabel Gutiérrez, de la SEMFYC, el valor diferenciador de la obra es la colaboración de 11 sociedades científicas que ha permitido poner en contacto a especialistas de distintos niveles asistenciales implicados en el manejo de los STUI. “Es un documento que indica quién tiene que hacer el despistaje inicial y la primera valoración en el primer nivel asistencial por los médicos de familia, que pueden contar con la colaboración de enfermería y de la farmacia comunitaria para hacer un despistaje tanto de los STUI en el varón asociados a HBP y otras patologías que llevan consigo una serie de síntomas que no solo tienen que ver con la HBP y la vejiga hiperactiva, como también con la incontinencia urinaria y vejiga hiperactiva en la mujer”.
De hecho, el documento también aborda las patologías más prevalentes, como la HBP, la vejiga hiperactiva y la incontinencia urinaria, ofreciendo las nuevas actualizaciones, y aporta criterios consensuados por las diferentes sociedades científicas.
Tal y como recuerda la especialista, los STUI abarcan patologías que pueden ser banales o serias. “Lo importante para un médico del primer nivel asistencial, como es el médico de familia, es una valoración y despistaje inicial, siempre a través de una adecuada historia clínica que incluya antecedentes familiares y personales, intervenciones quirúrgicas y la medicación que toma. También es adecuado hacer una exploración abdominal y perineal completa para ver la integridad de los niveles sacro que influyen en el esfínter de la uretra.
Valorar síntomas
En la valoración de los síntomas es importante la información aportada por los cuestionarios, como puede ser el IPSS. “Está validado al castellano y consta de siete preguntas en las que se valoran los tipos de síntomas validados por la sociedad de incontinencia, con síntomas de llenado, de vaciado y postmiccionales. Permite ver cómo está afectado el paciente y cómo influye en su calidad de vida”.
Gutiérrez comenta que “la función renal se analiza a través del filtrado glomerular porque por una litiasis o por una HBP puede aparecer una insuficiencia renal”, y añade que “también se puede solicitar un PSA para ver el volumen de la próstata, que es importante en los casos de HBP. Hay que tener en cuenta que en el primer nivel de asistencia se puede hacer una ecografía. Muchos médicos de Primaria están preparados para hacerlas y pueden valorar el volumen prostático y si existe o no residuo postmiccional. En los casos en que sea elevado, se deriva al segundo nivel asistencial, al urólogo”.
La especialista no quiere dejar pasar por alto la relación que puede haber entre vejiga hiperactiva y HBP. Para estos casos, existe un arsenal farmacéutico disponible adecuado para este tipo de patología.
Sin embargo, en el caso de la vejiga hiperactiva no existe un protocolo, como en el caso de la HBP, “pero es aconsejable hacer una exploración completa que permita ver si hay una integridad a nivel de la vagina y ver cómo tiene el suelo pélvico. Se puede hacer una eco en el primer nivel asistencial y un estudio urológico en el segundo. También se puede despistar en Primaria si en vejiga hiperactiva los síntomas se deben a una infección de orina, que se puede hacer a través de una tira reactiva”.
Tratamiento
En el tratamiento de los STUI, lo más importante es mejorar los síntomas del paciente, que se traduce con una mejora de su calidad de vida. Para eso, hay que tener en cuenta la edad del paciente, si es hombre o mujer, porque se da en los dos sexos de forma distinta, y si hay comorbilidades, ya que muchas dan STUI. También hay que evitar las complicaciones que pueden aparecer si el proceso no se trata de la forma adecuada.
En este aspecto, es importante que haya una coordinación entre los distintos niveles asistenciales en todas las patologías; en el caso de los STUI implica a diez especialidades distintas para ser eficientes en el sistema y aportar el manejo adecuado e integral del paciente mejorando, no solo la utilización de los recursos, sino también la calidad de vida, evitando complicaciones, si no se trata de forma adecuada, y dando mejores resultados de tratamiento en adherencia y en cumplimentación. En definitiva, buscando la mejoría en la calidad de vida de los pacientes.
Mejorar los síntomas del paciente con STUI se traduce en una mejora de su calidad de vida
Los cuestionarios de valoración de los síntomas del tracto urinario inferior (STUI), como el IPSS, permiten ver cómo está afectado el paciente y cómo influye en su calidad de vida
Clara Simon
27 de enero 2020. 10:10 am