El Grupo TEAM, Terapia Endovascular y Miocárdica, ha celebrado una rueda de prensa en la que se han recogido las principales novedades que se están presentando en el IX Curso Internacional de Terapia Endovascular y Miocárdica, que se celebra del 5 al 7 de octubre y que ha reunido en Madrid a más de 800 especialistas.
Durante los tres días que dura el encuentro, se retransmitirán un total de 26 casos en vivo que hacen referencia a operaciones coronarias que se están realizando en el mismo momento en que se celebra TEAM, con el fin de que los especialistas ahí reunidos puedan asistir a intervenciones cuya práctica es todavía bastante novedosa y, ampliar y actualizar, así, sus conocimientos. Entre estas intervenciones, los expertos han destacado un nuevo tratamiento médico, conocido como denervación renal percutánea, realizado por primera vez en España y retransmitido en vivo en TEAM desde el Hospital Clínico San Carlos de Madrid, que consiste en aplicar radiofrecuencia a dos arterias renales, quemando la denervación del sistema simpático, con el fin de reducir la hipertensión. El éxito de este tratamiento es tal que, al cabo de seis meses, los pacientes hipertensos que hasta ahora no disponían de un tratamiento eficaz (alrededor de un millón de personas en España), consiguen reducir su presión arterial hasta en 30 milímetros.
Según el Dr. Eulogio García, quien ha realizado esta primera intervención en España junto con el cardiólogo alemán Horst Sievert, que 'una persona hipertensa que, a pesar de estar tratándose con cuatro o cinco fármacos distintos no consigue controlar ni reducir su hipertensión, manteniéndose ésta en niveles de 15-10, puede lograr, mediante este tratamiento, que se sitúe en cifras normales, entre 12 y 13 la máxima y entre 8 y 9 la mínima'.
Otro de los grandes logros y novedades que ha aportado TEAM en esta edición ha sido la de conseguir reunir, por primera vez en España, a los considerados 'padres' o creadores de la Cardiología intervencionista moderna. Cardiólogos de reconocido prestigio a nivel internacional, entre ellos, Alain Cribier, Ted Feldman, Patrick Serruys, Antonio Colombo, Eberhard Grube y Marie Claude Morice han participado en dos mesas redondas: 'Intervencionismo coronario. Perspectiva histórica de su contribución, consecuencias, previsión de futuro y medios necesarios' e 'Intervencionismo estructural. Perspectiva histórica de su contribución, consecuencias, previsión de futuro y medios necesarios'. En ambas sesiones, los expertos han coincidido en señalar que la aportación del intervencionismo coronario al campo de la Cardiología y a la Medicina en general ha sido importantísima y que en la actualidad y, especialmente en los próximos años, la cardiología intervencionista seguirá evolucionando a un ritmo que no lo hará ninguna otra especialidad médica.
En este sentido, el Dr. Eulogio García, que ha actuado como moderador de ambas mesas redondas, ha señalado que es evidente que 'en todos los campos de la Medicina, la tendencia es aplicar cada vez tratamientos y técnicas menos invasivas para el paciente, por lo que la cardiología intervencionista, que ya ocupa un papel importantísimo en el tratamiento de la patología cardiovascular, irá supliendo cada vez más el papel de la cirugía cardiovascular convencional, hasta el punto de que el cirujano cardíaco tendrá que reconducir su forma de trabajar hacia técnicas menos invasivas'.
Asimismo, el Dr. García ha destacado que así como el tratamiento de la patología coronaria ha experimentado un gran crecimiento y ha aportado grandes novedades durante muchos años a la cardiología intervencionista, ésta tiende ahora más hacia el tratamiento de las malformaciones cardiovasculares que no son coronarias, lo que se conoce como intervencionismo estructural. Es en este campo donde se avecinan los cambios más significativos en los próximos años. En este sentido, el Dr. García ha señalado que si, en la actualidad, 'el 75 por ciento del volumen de asistencia y de gasto de un departamento de cardiología intervencionista se destina a realizar intervencionismo coronario y el 25 por ciento se ocupa del tratamiento de la patología estructural, esta tendencia se invertirá totalmente en los próximos diez años'.
Este hecho se debe, según el Dr. García, a que el camino recorrido en la patología coronaria es un camino amplio y en cierta forma consolidado, ya sea desde el punto de vista del tratamiento como especialmente el de la prevención; 'en cambio, el de la patología estructural no es tan conocido ni sobre él existe tanta conciencia social y su prevalencia viene muy condicionada por el aumento de la esperanza de vida' (a mayor edad, mayor probabilidad de desarrollar malformaciones cardiovasculares), una realidad ya muy presente y que será todavía más palpable en los años venideros.
Entre estas malformaciones y sus posibles tratamientos, los expertos han destacado la estenosis aórtica, una enfermedad que afecta especialmente a partir de los 65 años, que cada vez es más prevalente y que produce un estrechamiento de la válvula aórtica, lo que dificulta la circulación de la sangre y puede dar lugar a síntomas graves de angina, insuficiencia cardíaca o muerte súbita. En este sentido, en la sesión 'Opciones terapéuticas de los pacientes con estenosis aórtica después del PARTNER', celebrada esta mañana, los expertos han destacado que la estenosis aórtica es la enfermedad de válvula cardiaca más común en Occidente, que afecta al 2 por ciento de la población mayor a 65 años, al 3 por ciento de las personas mayores de 75 años y al 4 por ciento de los mayores de 85 años.
Realizar un reemplazo quirúrgico de la válvula aórtica a corazón abierto se hace necesario en estos casos, ya que si no se realiza la intervención, la supervivencia de los pacientes tras tres años del diagnóstico de la enfermedad es de menos de un 30 por ciento. Aún así, existe un elevado número de afectados que no pueden operarse debido a contraindicaciones y al alto riesgo quirúrgico que representa la operación.
Ante esta situación, se ha desarrollado la técnica TAVI, que consiste en implantar la válvula aórtica vía transfemoral (a través de la arteria femoral) o transapical (mediante una pequeña incisión a través de las costillas). Esta técnica se ha resuelto con un éxito en el 94% en los pacientes en los que se realizó esta intervención en 2010 en España, pacientes que no eran aptos para recibir la cirugía convencional. Así, a los 30 días de la intervención, la mortalidad entre estos pacientes no fue superior al 7 por ciento.