El Ministerio de Sanidad y

Consumo ha iniciado el reparto

del Protocolo para el Diagnóstico

Precoz de la enfermedad

celíaca entre las Comunidades

Autónomas. El objetivo es que

éstas lo hagan llegar a los profesionales

sanitarios para acortar

los tiempos en la detección de la

intolerancia al gluten. Para su

elaboración, se ha contado con

la colaboración de profesionales

sanitarios y de pacientes.

La celiaquía puede presentarse

a cualquier edad y tiene

manifestaciones clínicas muy

variadas e incluso puede llegar

a no presentar síntomas, lo

que supone complicaciones

graves a largo plazo.

La importancia del diagnóstico

precoz reside en que la

instauración de una alimentación

exenta de gluten consigue

no sólo la normalización

del estado de salud, sino también

la recuperación de la calidad

de vida de los pacientes.

Cuanto antes se tenga el diagnóstico,

antes comenzará la recuperación

del afectado y se

normalizará su desarrollo físico.

Por lo tanto, que los profesionales

sanitarios conozcan

mejor los distintos patrones de

presentación de la enfermedad,

especialmente de las formas no

clásicas o atípicas, permitirá un

diagnóstico y tratamiento precoz

con las consiguientes ventajas

sanitarias, sociales, laborales

y económicas.

Esta posibilidad de mejora

es lo que ha llevado al Ministerio

de Sanidad y Consumo a

desarrollar esta iniciativa junto

a un grupo de expertos. El documento

consta de dos partes:

los aspectos más relevantes de

la enfermedad celíaca (formas

clínicas de presentación en la

infancia, adolescencia y madurez

y en los grupos de riesgo,

diagnóstico, tratamiento y seguimiento)

y el protocolo propiamente

dicho, que marca

los pasos diagnósticos que se

deben seguir ante un paciente

con síntomas de sospecha clínica,

tanto en atención primaria

como en especializada.

Pioneros en Europa

Esta medida está incluida en el

Plan General de Apoyo a las Personas

con Intolerancia al Gluten,

puesto en marcha al final de la

pasada legislatura, y cuyos tres

principales puntales son: el protocolo

citado, un mapa epidemiológico

de la celiaquía en España

y una norma que limite la

cantidad de gluten que deben

contener los alimentos que se

vendan como libres de gluten.

Esta iniciativa, en la que España

ha sido pionera en el

mundo, ha sido apoyada por la

Comisión Europea, que ha comunicado

su intención de elaborar

una norma europea que

tendrá que ser adoptada por todos

los Estados miembros y que

limitará a 20 partes por millón la

cantidad de gluten que pueden

contener los alimentos cuya etiqueta

indique que están libres

de gluten.