La ministra de Sanidad y Consumo, Ana Pastor, ha afirmado, en su visita al Centro de Investigación Farmacéutica del Grupo Ferrer, que la innovación de base científica es esencial para el desarrollo de los servicios sanitarios y, en definitiva, para la efectiva protección de la salud de los ciudadanos y agregó que este principio es la base del nuevo modelo de investigación biomédica que establece la Ley de Cohesión y Calidad del Sistema Nacional de Salud.

Pastor ha recordado que esta Ley, recientemente aprobada por el Parlamento, incluye la investigación orientada a las necesidades de salud de la población entre los ámbitos en los que se define un núcleo común de actuación del sistema y de los servicios de salud que lo integran. Además, según ha señalado, establece también nuevos instrumentos y refuerza otros ya existentes que adoptan las decisiones que corresponden conjuntamente al Estado y las CC.AA. como son la Agencia de Evaluación de Tecnologías, la Comisión Asesora de Investigación en Salud y el Instituto de Salud Carlos III.

La ministra ha destacado además otra aportación de la Ley al nuevo modelo de investigación como es la elaboración, por parte del Ministerio y en colaboración con las Comunidades Autónomas, de la Iniciativa Sectorial de Investigación en Salud a efectos de incorporarla al Plan Nacional de I+D+I y la designación de Centros de Investigación del Sistema Nacional de Salud.

En esta línea y para asegurar la cooperación entre los sectores público y privado en investigación sanitaria, se crea, según ha subrayado Pastor, la Comisión Asesora de Investigación en Salud de la que formará parte la Industria Sanitaria. El objetivo de esta Comisión es ofrecer "un cauce de colaboración a la Industria, la Administración, la Universidad y los Centros de Investigación, con la finalidad de aprovechar las sinergias en la investigación biomédica" ha añadido la ministra.

En su intervención, Pastor se ha referido al objetivo de la promoción de la innovación y recordó que la Ley de Cohesión y Calidad propugna un sistema que homogeneiza los costes de las especialidades farmacéuticas en las que se dispone de equivalentes genéricas, de modo que el sistema sanitario no tenga que asumir gastos innecesarios. De ese modo se pretende liberar recursos que permitan financiar los medicamentos innovadores. "Este cambio inaugura un nuevo escenario que ofrece un amplio abanico de oportunidades para que las empresas decidan sobre nuevos planteamientos estratégicos que vayan dirigidos a dar un impulso importante a la política de inversiones en I+D+I", según ha señalado la titular de Sanidad.