EL MEDICO INTERACTIVO, Madrid. 'Casi un 50 por ciento de la población española no sabe a qué especialista acudir si padecieran hepatitis C o quisieran informarse sobre la misma. No obstante, las especialidades más citadas son hepatologías, digestivo y medicina interna. En realidad, este mismo porcentaje no responde o no sabe qué es la hepatitis C, una dolencia que afecta a entre el 2 y el 3 por ciento de los españoles, lo que supone una cifra de alrededor de 800.000 enfermos.
Éstos y otros datos similares se desprenden del primer Estudio de Opinión Pública sobre la hepatitis C, basado en una encuesta a más de 1.000 individuos para conocer la percepción de la población adulta sobre la hepatitis C, y que ha contado con la colaboración de la Asociación Española de Enfermos de Hepatitis C.
En palabras del doctor Ramón Planas, jefe del Servicio de Hepatología de Hospital Germans Trias i Pujol, llama la atención que casi la mitad de la población no sepa lo que es la hepatitis C. 'Este desconocimiento es importante porque en la actualidad el virus de la hepatitis C es la principal causa de muerte por cirrosis y cáncer hepático', afirma.
Además, señala que es destacable el desconocimiento mostrado por la población sobre las posibilidades de curación de la enfermedad que, con el tratamiento adecuado, alcanzan al 63 por ciento en términos globales.
Por último, el doctor Planas señala que es también llamativo la ignorancia sobre cómo se transmite el virus y destaca que 'existen tabúes como que se puede transmitir a través de compartir vajilla, que influyen en una peor calidad de vida de los afectados'.
Por su parte, el doctor Javier Salmerón, jefe de la Sección de Digestivo de Hospital San Cecilio de Granada, reflexiona sobre la importancia de la encuesta, que ha contado con el patrocinio de Roche Farma, y afirma que 'es imprescindible la educación sanitaria para concienciar a la población general sobre la hepatitis C. Para ello es necesario el trabajo conjunto de las autoridades sanitarias, los especialistas en enfermedades hepáticas, los médicos de Atención Primaria y asociaciones de pacientes'.
Percepción por los ciudadanos
En el trabajo se refleja, asimismo, que la hepatitis C no es percibida por los ciudadanos como una de las enfermedades más graves que existen, ocupando estos puestos el cáncer y el sida. Sólo un 2 por ciento de los encuestados menciona a la hepatitis (en general) como una de las patologías que revisten mayor gravedad.
Sin embargo, la tendencia cambia cuando se pregunta por las enfermedades transmisibles más graves. Ahí, la hepatitis (en general) ocupa una clara segunda posición, tan sólo por debajo del sida. La hepatitis C y la B individualmente también están presentes en este ránking de enfermedades más graves que se pueden contagiar.
Paradójicamente, estas características particulares de la hepatitis C sí son conocidas por los encuestados. Así, más del 70 por ciento de los mismos saben que hay muchas personas con hepatitis C que no lo saben y que la hepatitis C no siempre tiene síntomas claros.
El peor dato se refiere a la afirmación 'la hepatitis C puede tardar muchos años en manifestarse'. Aunque el 64,1 por ciento están de acuerdo con esta frase, un 18 por ciento considera que es falsa y un 17 por ciento no sabe o no contesta.
El 60 por ciento de los encuestados consideran que la hepatitis C es una enfermedad que tiene curación, frente al 24 por ciento que la califican de enfermedad crónica y al 16 por ciento que no sabe o no contesta.
Respecto a la evolución de la enfermedad hay bastante conciencia sobre la posible mala evolución de la enfermedad. Así, más del 80 por ciento de los encuestados consideran correctamente que la hepatitis C puede ocasionar enfermedades del hígado o cáncer de hígado o cirrosis, mientras que un 48 por ciento cree que los infectados de hepatitis C necesitan en su mayoría trasplante de hígado, afirmaciones ambas que sólo son ciertas en los casos en que la patología no responda al tratamiento.
De entre los resultados más erróneos que se pueden observar del estudio, es sin duda destacable el hecho de que más de un tercio de la población (un 37 por ciento) considera que existe una vacuna disponible para prevenir la enfermedad. Incluso entre los universitarios, un 25 por ciento confía en la existencia de una vacuna.
No obstante, de los sectores encuestados destaca el de las mujeres entre 31 y 45 años con estudios universitarios y residentes en capitales de provincia del centro, noroeste y noreste del país como el sector de la población más informado.
Detección de la enfermedad
Más de la mitad de la población considera que la hepatitis C presenta síntomas, una afirmación que si bien es cierta en los estadios tardíos de la enfermedad, no lo es nada más producirse la infección por el virus ni en los años siguientes.
Los que trabajan en profesiones involucradas con la Sanidad creen esto en mayor porcentaje, lo que podría explicarse porque cuando los afectados por hepatitis C suelen llegar al medio hospitalario la enfermedad ya está avanzada.
Tan sólo un 42 por ciento de los encuestados sabe que la enfermedad se detecta con un análisis de sangre y más del 50 por ciento no saben o no contestan a esta pregunta.
En lo que se ve un mayor nivel de conocimiento es en el tema de la prevención de la hepatitis C, ya que la actitud dominante es que la hepatitis C es evitable tomando las precauciones necesarias.
Para evitar el contagio se alude fundamentalmente al uso del preservativo, a no compartir jeringuillas, al control de transfusiones y a evitar el contacto con sangre infectada mediante medidas preventivas, fundamentalmente, de carácter higiénico.
Respecto a actitudes que pueden implicar la estigmatización de enfermos con hepatitis C, el nivel de los españoles no es el deseable. Por ejemplo, sólo el 55 por ciento de la población es consciente de que la saliva no presenta virus y sólo el 59 por ciento sabe que compartir alimentos o vajillas tampoco conlleva riesgo de contagio.
La mayoría de la población reconoce la necesidad de exigir garantías para hacerse tatuajes o piercings y el 87 por ciento considera que hacerse tatuajes o piercings en centros sin suficientes garantías puede ser causa de contagio de la hepatitis C.
Además, el 81 por ciento de los entrevistados asume que la hepatitis C se puede adquirir en los hospitales, aunque esta opinión es más habitual en mayores de 45 años y en individuos sin estudios.
Personal sanitario
Para el 61 por ciento de los encuestados ser personal sanitario conlleva mayor riesgo de contagio, porcentaje que asciende al 83 por ciento entre el propio colectivo.
Este subgrupo de encuestados, los pertenecientes al ámbito sanitario, ofrecen una visión diferente de la enfermedad que el resto. Del total de la población analizada, el 3,5 por ciento resultó estar relacionado con actividades sanitarias.
Entre los resultados discrepantes con el resto de la población, nos encontramos un mayor porcentaje de citas espontáneas de la hepatitis C como una de las enfermedades transmisibles más graves pero, en general, lo que se observa es un mayor conocimiento de la enfermedad por parte de este colectivo.