En el control del colesterol, la primera medida a adoptar es la modificación del estilo de vida y la educación del paciente. La terapia farmacológica se indica en los casos en los que estas medidas no son suficientes para alcanzar los objetivos terapéuticos o en situaciones clínicas concretas.
Con solo introducir modificaciones del estilo de vida del paciente, se pueden conseguir reducciones de entre el 5 y el 15% de los niveles de cLDL.
Para establecer la pauta farmacológica, lo primero hay que hacer es evaluar el riesgo cardiovascular total para poder determinar los objetivos terapéuticos, en función del riesgo cardiovascular e involucrar al paciente en las decisiones.
Es importante elegir la estatina adecuada para alcanzar la meta terapéutica. Debe ajustarse la dosis hasta la máxima recomendada o tolerable hasta alcanzar el objetivo terapéutico antes de añadir otros fármacos, como ezetimiba o inhibidores de la proteína convertasa subtilisina/kexina de tipo 9 (PCSK9).
En caso de intolerancia a las estatinas, hay que decantarse por ezetimiba y, si no se alcanza el objetivo terapéutico, se puede valorar añadir un inhibidor de la PCSK9.
La modificación en el estilo de vida es el primer paso en el control del colesterol
Con solo introducir modificaciones del estilo de vida del paciente, se pueden conseguir reducciones de entre el 5 y el 15% de los niveles de cLDL. Cuando no se alcanzan objetivos hay que recurrir a la pauta farmacológica.
Clara Simon
18 de diciembre 2023. 10:32 am