Nos estremecemos cuandooímos la palabra infarto ysomos conscientes de que lasalud de nuestro corazón dependeen gran parte de nosotrosmismos, pero nos sentimostotalmente ajenos a otro malquizás menos conocido perotambién sumamente dañino: lamuerte súbita. No en vano, haconseguido entrar a formarparte de la lista de las…