Con motivo del Día Mundial del Corazón, que se conmemora cada 29 de septiembre, estrenamos un proyecto de entrevistas sobre la salud cardiovascular de la mujer, en un proyecto realizado por EL MÉDICO INTERACTIVO con ORGANON, donde se pone el foco en momentos clave como el embarazo o la llegada de la menopausia. Cabe recordar que, de las 214.086 mujeres que fallecieron en España en 2023, el 28,1 % se debieron a alguna enfermedad del sistema circulatorio, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Por lo tanto, esta sigue siendo la principal causa de mortalidad en la mujer en nuestro país.
Así, iniciamos este ciclo con Almudena Castro, actualmente jefa de Sección en la Unidad de Rehabilitación Cardiaca del Hospital Universitario La Paz de Madrid, quien ha sido entrevistada por Leonor Rodríguez, directora de la revista EL MÉDICO Y EL MÉDICO INTERACTIVO. En el encuentro se han abordado los eventos cardiovasculares en el embarazo como un factor de riesgo cardiovascular.
Lo primero que recalca la experta es que no hay que perder de vista que hombres y mujeres son biológicamente diferentes, y el corazón también lo es, porque, para empezar, es más pequeño en las mujeres. Pero, sobre todo, hay que tener en cuenta que la mujer pasa por momentos vitales muy diferenciados como son la menstruación, embarazo o la menopausia. Todo ello, sumado a las diferencias sociales, porque en las enfermedades cardiovasculares se da mucha epigenética.
El momento del embarazo
Ahondando en el momento del embarazo, el corazón de una mujer aguanta un sobreesfuerzo trabajando hasta tres, cuatro o cinco veces más que en condiciones normales.
Así, según Almudena Castro, se dan tres situaciones o casos: la paciente a la que no le pasa nada, la que tiene cardiopatía previa que tiene un circuito muy bien coordinado, y luego está la mujer sana que durante el embarazo desarrolla problemas cardiovasculares. “Aquí es habitual que se haga un seguimiento durante el embarazo, pero este seguimiento deja de hacerse tras el parto”.
En este sentido, los problemas más relacionados con un futuro problema cardiovascular son trastornos que tiene que ver con la salud arterias, que son los trastornos hipertensivos como son la preeclampsia, la eclampsia, hipotensión estacional, parto pretérmino y perdidas espontáneas.
“Lo habitual es que el estado de salud se estabilice cuando se tiene el bebé, incluso la diabetes gestacional se suele normalizar. Pero lo cierto es que durante el embarazo ya ha habido un daño del endotelio”, afirma la doctora.
Trabajar en el cuatro trimestre
La idea que recalca la cardióloga es que esta mujer suele estar muy seguida durante el embarazo, pero tras el parto suele salir del circuito y es necesario volver a captarla para poder trabajar en prevención y hacer un seguimiento.
“Lo primero sería concienciar a todas las mujeres de que ese riesgo está ahí. Un ejemplo es la campaña de prevención del cáncer de mama, que es un ejemplo de éxito”. Así, la idea es entender que la mujer que ha tenido problemas durante el embarazo, aunque ahora sea una mujer sana, es una mujer que hay que tratar como una paciente con más factores de riesgo.
“Es verdad que si se inician medidas de prevención, como estar más atentos al control del colesterol, de la tensión, o recomendaciones de ejercicio más de esfuerzo, hay menor riesgo de complicaciones futuras. Pero, sin esta prevención, si hay mayor riesgo, teniendo incluso el doble de probabilidad que una mujer sana de tener un ictus o un infarto”.
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Tener en cuenta la realidad de las pacientes
Otra idea que recalca Almudena Castro es que el médico debe ser capaz de identificar en qué pacientes hay que incidir más en el control de factores de riesgo. Por ejemplo, teniendo en cuenta que, tras el parto, es habitual que la mujer deje más de lado su autocuidado, coja más peso, haga menos ejercicio y se alimente peor, precisamente, porque se encuentra más absorbida por el cuidado de los hijos.
Asimismo, a la hora de hacer recomendaciones para mejorar la salud cardiovascular “los profesionales también debemos ser más terrenales a la hora de aconsejar según la realidad de los pacientes”.
Necesidad de establecer nuevos circuitos
“En el seguimiento de este postparto no están establecidos los circuitos”, señala como otro de los grandes retos la cardióloga. Desde su punto de vista, “el seguimiento debe ser el de una mujer sana con factores de riesgo y la persona indicada es el médico de familia, pero hay una serie de profesionales que pueden ayudar también en este seguimiento, para empezar para informar a la mujer de la necesidad de acudir al médico”.
En este sentido, señala que pueden ayudar los médicos de empresa, incluyendo en su cuestionario si esa mujer ha tenido problemas durante el embarazo. En el caso de la matrona, después de dar a luz. Y, sobre todo, una figura que puede ser clave es el pediatra “poque es allí donde seguro va a ir la madre y es una herramienta muy poco usada para reintegrar a la madre en este circuito”, deja como idea.
“Si son derivadas a Cardiología es que ya llegan con una complicación. La prevención secundaria funciona, pero lo ideal sería que no se llegase a esa complicación”. Por ello, Almudena Castro considera tan importante apostar por esa prevención primaria.
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