Redacción, Madrid.-El anteproyecto de ley sobre venta, suministro, consumo y publicidad de tabaco que Sanidad presentado en el Consejo Interterritorial del pasado 15 de diciembre, no termina de convencer a los neumólogos españoles, según manifiestan en un comunicado, en el que añaden que "se sienten decepcionados por el incumplimiento del compromiso previo de facilitar ayuda terapéutica a aquellos fumadores que la precisen".
La Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) recuerda que cuando en enero de 2003 se aprobó el Plan Nacional para el control y tratamiento del Tabaquismo (PNT), el Ministerio de Sanidad y Consumo fijó el mes de diciembre de ese mismo año como fecha límite para aclarar qué tipo de terapias iban a correr a cargo de la Sanidad pública. "Sin embargo, ese plazo ha pasado y no se ha concretado nada al respecto", tal como asegura el doctor Juan Antonio Riesco Miranda, coordinador del Área de Tabaquismo de la SEPAR, quien recuerda que únicamente en el caso de Navarra se han dado pasos efectivos en esa dirección.
El PNT deja claro que, al menos sobre el papel, hay voluntad política de emprender importantes acciones para reducir el 34 por ciento de fumadores que hay ahora en España y las 56.000 muertes que ocasiona el tabaco cada año en España, "pero -agrega el doctor Riesco- desde las diversas comunidades autónomas se arguye que la Administración central debe colaborar económicamente para llevarlas, y en ese "impasse" parece que estamos".
Pero si se quiere, como se recoge en el PNT, que todos los ciudadanos que lo precisen tengan acceso a especialistas y a los tratamientos más eficaces, hace falta, según el doctor Riesco, "más ambición", y sobre todo, "romper con el falso planteamiento de que ayudar a dejar de fumar resulta gravoso para las arcas públicas".
A este respecto, el criterio que mantiene la SEPAR es que "ayudar a la gente a dejar de fumar sería rentable para la economía del país", toda vez que "los costes sanitarios directos e indirectos ocasionados por atender a los pacientes con enfermedades atribuibles al consumo de tabaco seguramente superan con creces el dinero que cuesta poner en marcha un buen plan de ayuda a la deshabituación".
Unidades especializadas
La SEPAR apuesta por extender la red de Unidades Especializadas de tabaquismo en la Sanidad pública, que hoy son pobres tanto en número (apenas llegan a media docena en toda España) como en dotación de recursos materiales y humanos dedicados a ellas.
"El criterio de nuestra Sociedad Científica -afirma al respecto el doctor Riesco- es que dichas unidades deben estar dirigidas por neumólogos y servir para tratar a los pacientes más difíciles, además de actuar de referencia y guía en la labor asistencial que puedan llevar a cabo los médicos de atención primaria, sin olvidar el papel en la prevención".