Investigadores del Cima Universidad de Navarra han identificado un paralelismo entre células que ayuda a conocer la evolución del mieloma múltiple
28 de octubre 2020. 2:46 pm
El equipo del Cima y de la Clínica Universidad de Navarra ha descubierto que existe un “paralelismo” celular que ayuda a conocer la evolución del mieloma múltiple. Tal y como apunta la investigación, dentro del organismo existen un tipo de células, llamadas células mieloides supresoras….
El equipo del Cima y de la Clínica Universidad de Navarra ha descubierto que existe
un “paralelismo” celular que ayuda a conocer la evolución del mieloma múltiple. Tal y como apunta la investigación, dentro del organismo existen un tipo de células, llamadas células mieloides supresoras. Estas hacen que la actividad defensora natural de los linfocitos T sea menor. En casos de
mieloma múltiple, la cantidad y actividad de estas células mieloides supresoras aumentan, de manera que favorecen la supresión de las defensas del organismo (inmunosupresión) y, por tanto, la progresión del tumor.
Conocer los mecanismos implicados en esta enfermedad es fundamental para orientar tratamientos eficaces.
En el estudio se observó que
unos niveles altos de neutrófilos maduros están relacionados con una peor evolución del mieloma múltiple. Además de ello, a nivel molecular,
los neutrófilos maduros presentan similitudes con las células mieloides supresoras. Este hallazgo plantea la posibilidad de utilizar los neutrófilos maduros como indicadores. Esta sería entonces una herramienta para medir la actividad de las células mielodes supresoras.
Evolución del mieloma múltiple
El
mieloma múltiple se caracteriza por su resistencia a los tratamientos. Esto provoca recaídas de los pacientes. A pesar de conocer relativamente el efecto de estas células en estos cánceres, por el momento no hay una forma de medir su actividad. En este sentido, este hallazgo permite conocer mejor la evolución del mieloma múltiple. Asimismo,
abre la puerta al diseño de posibles nuevas inmunoterapias.
El trabajo, publicado en la
revista científica Blood, forma parte de la tesis doctoral de Cristina Pérez. La misma realiza su formación científica
gracias a la financiación de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) en Navarra.