Dos de las principales complicaciones de la hipertensión portal y la enfermedad hepática crónica
6 de noviembre 2017. 1:30 pm
Investigadores del Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Hepáticas (CIBEREHD), pertenecientes al Instituto de Investigaciones Biomédicas August Pi i Sunyer (IDIBAPS), liderados por Mercedes Fernández, acaban de publicar los resultados de un estudio en el que describen una nueva estrategia terapéutica para reducir…
Investigadores del Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Hepáticas (CIBEREHD), pertenecientes al Instituto de Investigaciones Biomédicas August Pi i Sunyer (IDIBAPS), liderados por Mercedes Fernández, acaban de publicar los resultados de un estudio en el que describen una nueva estrategia terapéutica para reducir la formación de vasos portosistémicos colaterales y varices gastroesofágicas, dos de las principales complicaciones de la hipertensión portal y la enfermedad hepática crónica.
La investigación, recogida en el último número de la revista Scientific Reports, propone un novedoso sistema de administración de ARN pequeño de interferencia (ARNip o siRNA, por sus siglas en inglés) en preparaciones liposomales dirigidasespecíficamente al receptor KDR del factor de crecimiento del endotelio vascular (VEGF) en células endoteliales vasculares.
En un modelo murino de hipertensión portal, un síndrome que ocurre en la enfermedad hepática crónica, los investigadores demostraron que esta terapia génica (siRNAKDR-lipoplexes) disminuye notablemente el desarrollo de los vasos colaterales y deteriora el potencial angiogénico patológico de las células endoteliales.
“Aunque en los últimos tiempos hemos aprendido mucho acerca de la patofisiología de este crecimiento colateral portosistémico, este conocimiento no ha ido acompañado de avances en las terapias”, apunta Mercedes Fernández. “El receptor KDR es un receptor de la superficie celular endotelial que está sobreexpresado en la hipertensión portal, y juega un papel clave en este desarrollo de vasos patológicos, contribuyendo a la progresión y agravamiento de la enfermedad, lo que lo convierte en una diana terapéutica perfecta”, explica la investigadora.
Varices gastroesofágicas
Asimismo, los investigadores señalan la potencial aplicación clínica de este modelo de terapia celular para atenuar la formación de vasos patológicos. Una de sus aplicaciones más prometedoras podría ser la prevención de la formación de varices grandes a partir de varices pequeñas, uno de los cursos de evolución de la enfermedad hepática crónica para el que no se dispone actualmente de tratamiento.
“Nuestros colaboradores en la compañía biotecnológica Silence Therapeutics han desarrollado formulaciones para la administracion de siRNA similares a esta que se están probando con éxito en pacientes con otras patologías, como tumores sólidos avanzados, lo que refuerza aún más la relevancia traslacional y el potencial terapéutico de este enfoque”, indica la Dra. Fernández.