Redacción, Madrid.-Las nuevas técnicas de Cirugía urológica consiguen una recuperación rápida del paciente y, por tanto, una menor estancia hospitalaria frente a las intervenciones quirúrgicas convencionales. Los últimos avances en el campo de la endourología (cirugía mínimamente invasiva) se han aplicado a las técnicas de…
Redacción, Madrid.-Las nuevas técnicas de Cirugía urológica consiguen una recuperación rápida del paciente y, por tanto, una menor estancia hospitalaria frente a las intervenciones quirúrgicas convencionales. Los últimos avances en el campo de la endourología (cirugía mínimamente invasiva) se han aplicado a las técnicas de cirugía laparoscópica. El análisis de estos avances en Urología ha sido uno de los temas abordados en el XVIII Congreso de la Asociación Europea de Urología (EAU), celebrado en estos días en Madrid.
Aunque son técnicas que resultan bastante caras por la alta tecnología incorporada, el coste final de la intervención es similar al de la cirugía convencional, ya que con la laparoscopia la estancia en el hospital y el postoperatorio son más breves, según se ha expuesto durante el congreso. A esto habría que añadir que desde un punto de vista estético resulta menos traumático para el paciente al no ser necesarias grandes incisiones ni dejar apenas señales de la operación. 'Este tipo de técnicas 'según ha señalado el doctor Carlos Llorente, del Servicio de Urología de la Fundación Hospital de Alcorcón de Madrid que también ha participado en este evento- además de permitir realizar las intervenciones quirúrgicas de una manera más precisa disminuyen la morbilidad. Éstas son razones suficientes que justifican el uso cada vez mayor de estas técnicas quirúrgicas'.
Mayor precisión
La introducción de la llamada videocirugía constituye un avance extraordinario que hace posible intervenir al paciente controlando dicha intervención a través de un monitor de vídeo. Ofrece la posibilidad de obtener una imagen que puede llegar a ser diez veces mayor. Las técnicas laparoscópicas permiten intervenir al paciente con un detalle de visión que no se tiene con la cirugía abierta. Nunca antes el especialista había llegado tan lejos ni con tanta precisión con la que se logra en este tipo de intervenciones. 'La Cirugía laparoscópica', ha señalado el doctor Llorente, 'se hace con mayor meticulosidad y precisión, ya que se trabaja en un campo quirúrgico más amplificado y perfectamente iluminado. Además, se reducen de forma significativa los trastornos que toda intervención abierta ocasiona en el paciente, lo que se traduce en una recuperación más rápida'.
La Cirugía laparoscópica es una técnica quirúrgica cuyo auge es relativamente reciente, ya que aparece en la década de los 90 y se comienza a utilizar en algunas intervenciones como las linfadenectomías (extirpación de los ganglios linfáticos para determinar su posible invasión por un tumor prostático) o las cirugías correctoras de incontinencia urinaria de esfuerzo en la mujer. Pero en los últimos años se ha ampliado significativamente su campo de acción y en la actualidad se realizan extirpaciones de riñón, intervenciones sobre el uréter, cirugías de cáncer de próstata (prostatectomía radicales), etc. En este sentido, la prostatectomía radical por vía laparoscópica es una técnica relativamente novedosa que aún se realiza en muy pocos hospitales españoles. 'Hasta ahora el cáncer de próstata, un tumor muy frecuente entre los varones españoles', según ha explicado el doctor Martínez Piñeiro, del Servicio de Urología del Hospital La Paz 'se resolvía con cirugía abierta, pero cada vez se opta en un mayor número de casos por la vía laparoscópica'.
Según el doctor Llorente, aunque cada vez se hacen más operaciones quirúrgicas por la vía laparoscópica, este porcentaje sería mayor si estas técnicas pudieran ser incorporadas por todos los hospitales. 'Además de tratarse de una técnica de difícil aprendizaje -continúa- requiere una tecnología muy avanzada que impide que se utilice de manera generalizada'.
En España aún se realizan muy pocas intervenciones con cirugía laparoscópica, ya que son pocos los Servicios de Urología que cuentan con la tecnología y la formación práctica necesarios. Por el contrario, en otros países como Estados Unidos es habitual crear, dentro del propio Servicio de Urología, Unidades específicas para las que se contrata a especialistas en el manejo de esta técnica. En España apenas una decena de hospitales pueden ofrecer actualmente las ventajas de la técnica laparoscópica.
En ese sentido, el urólogo necesita renovar su formación práctica incorporando a sus conocimientos y habilidades las más recientes aplicaciones de estas técnicas. El especialista debe conocer los beneficios pero también los riesgos del empleo de esta técnica, cuya ejecución es compleja. 'De ahí', ha subrayado el doctor Martínez Piñeiro, 'la imperiosa necesidad de potenciar al máximo el aprendizaje y el adiestramiento práctico de los urólogos en este tipo de cirugía. El dominio de estas técnicas es lento y exige del profesional un esfuerzo importante'.