Redacción/E.P.-Los médicos de Cataluña aprobaron el pasado sábado, 20 de noviembre, un nuevo código deontológico que recoge, entre otras cuestiones, que el médico "no participará ni directa ni indirectamente en ningún proceso de clonación humana con finalidades reproductivas" y que "no se pueden crear nuevos embriones con finalidades de experimentación". El texto fue aprobado por los asistentes al I Congreso de la Profesión Médica de Cataluña, que se ha celebrado en Sitges.

La nueva disposición del código ético entrará en vigor después de que el Gobierno español aprobara el pasado 29 de octubre un nuevo decreto que agiliza los procesos para poder investigar con células madre procedentes de embriones sobrantes de procesos de fecundación asistida.

El texto, que cuenta con 123 normas, también incorpora otros aspectos destacados, como el que regula la actitud del médico ante un enfermo terminal. En el nuevo código se advierte que el "tratamiento de la situación de agonía debe pretender evitar el sufrimiento y la angustia" y que "en casos de muerte cerebral, el médico debe suprimir los medios que mantiene una apariencia de vida si no es necesario para un trasplante previsto".

La introducción del correo electrónico en la relación entre médico y paciente, así como la obligación de los doctores de mantener una relación transparente con los laboratorios farmacéuticos son otras de las novedades que se incluyen en el código. También protege la confidencialidad de los pacientes en el ámbito laboral y familiar del médico, evitando "en la medida de lo posible que los facultativos comenten casos personales de enfermos en los pasillos o en el ascensor del hospital", según Monés.

Respeto hacia la decisión del menor

Uno de los aspectos que más polémica levantó fue el del respeto hacia la voluntad del menor aunque su decisión vaya en contra de la postura de los padres. Esta situación puede generar controversia en algunos aspectos como la contracepción o el aborto.

En base a uno de los nuevos artículos del nuevo código ético, "las menores que quieran abortar lo podrán hacer, aunque sea en contra de la opinión de los padres", aseguró el presidente del comité deontológico del Colegio de Médico de Barcelona (COMB), Joan Monés.

Sin embargo, en caso de encontrarse en esta situación, el médico deberá "cumplir estrictamente con los supuestos legales que contempla la interrupción voluntaria del embarazo" y "valorar la madurez del menor", apuntó este portavoz.

El texto indica que "el médico, en caso de tratar a un paciente menor de edad y cuando la considere con las suficientes condiciones de madurez, deberá respetar la confidencialidad ante los padres o tutores y hacer prevalecer la voluntad del menor".

La situación no generaría dudas si es la menor embarazada quien quiere tener el niño, aunque sea en contra de la postura de los padres si defienden el aborto. "En este caso, también debe prevalecer la opinión de la adolescente", aunque "como siempre valorando la opinión de los tutores", puntualizó Monés.

Ante otro tipo de escenarios, como el caso de una adolescente con discapacidad intelectual limitada que quiera seguir adelante con su embarazo, con la oposición de los padres, "la decisión final quedaría en manos del comité de ética del hospital", según Monés.

A pesar de ser aprobada por la mayoría de representantes, esta nueva disposición del código fue una de las que contó con menor apoyo: votó a favor el 72 por ciento de los delegados que asistieron al congreso, el 19 por ciento se mantuvieron en contra y el 9 por ciento decidieron optar por la abstención.

Lo mismo ocurrió con otro artículo que, sin referirse a ello directamente, apoya la investigación con embriones congelados. Esta última normativa fue aprobada por el 73 por ciento de asistentes, con un 15 por ciento de votaciones negativas y el 12 por ciento de abstenciones.

Tras la aprobación del nuevo código, el presidente del Consejo catalán de Colegios de Médicos, Miguel Bruguera, destacó, como conclusiones del congreso, la necesidad de modificar ciertos puntos de la carrera de medicina, incorporando asignaturas para mejorar la comunicación con los enfermos y de gestión económica, así como mejorar las condiciones de trabajo de los facultativos. "En general, la situación laboral está marcada por una sobrecarga de trabajo y un sistema salarial inadecuado", señaló.

Por su parte, la consejera de Sanidad, Marina Geli, que se encargó de clausurar el encuentro, reclamó la implicación de los médicos "en el debate para revisar el modelo sanitario" que "también debe contar con la participación del paciente". Geli, quien pidió la colaboración de los facultativos en "en este complejo camino", insistió en la necesidad de mejorar la financiación sanitaria para garantizar la futura calidad del sistema.