Laura Fonseca.- Oviedo. "No soy un zahorí, ni tengo varas mágicas, lo único que ofrezco es trabajo y conocimiento del sector". Así se presentó el nuevo consejero de Salud del Principado, Rafael Sariego, que sustituirá en el cargo a Francisco Sevilla, responsable de la Sanidad asturiana durante los últimos cuatro años y que ahora retornará a su plaza de médico en un centro de salud de Madrid. Sariego tomó posesión de su cartera el pasado martes, en un acto institucional celebrado en la sede de la Presidencia regional y en la que prometió su cargo junto al resto de consejeros del Ejecutivo autonómico.

El nuevo consejero, médico-cirujano y hasta ahora responsable de temas de Salud de la Federación Socialista Asturiana, pidió tiempo, "uno o dos meses", para diseñar los cambios en el organigrama de la Consejería, a la vez que advirtió que no contaba con soluciones ni proyectos mágicos para el sector. Sariego se encuentra con una Consejería en la que la mayor parte de sus responsables han expresado su intención de no seguir en el cargo. El nuevo titular de Salud deberá, por tanto, actuar y decidir más pronto de lo que él hubiese deseado. En los pasillos de Presidencia, afirmaba llegar "con ilusión" y se mostraba confiado en que "entre todos podamos hacer algo guapo".

Antes y después del acto de toma de posesión, Rafael Sariego conversó animadamente con el ex consejero Francisco Sevilla. Ya por la tarde, en la sede de la Consejería de Salud, en Oviedo, ambos oficializaron el traspaso de competencias en una reunión que se prolongó durante horas.

El nuevo Hospital Central seguirá adelante

Sariego no quiso desvelar cuáles serán sus objetivos para los próximos cuatro años. Pidió algo de tiempo para "enterarme de todos los detalles", aunque avanzó que proyectos estrella como el nuevo Hospital Central tendrán continuidad y mínimos retoques. Este médico, que en los últimos veinte años trabajó en el Hospital Central, reconoció que "me abruma la responsabilidad", pero aseguró sentirse seguro, ya que "soy de aquí, conozco mi tierra y el sistema sanitario". Sariego no cree llegar a una Consejería conflictiva ni compleja y alabó la tarea desempeñada por su antecesor Francisco Sevilla, calificándola de "magnífica" y asegurando que "sentó las bases sólidas del futuro sistema sanitario asturiano".

Sobre conflictos pasados, tales como la huelga sanitaria de junio de 2002, cuando la Sanidad pública sufrió un paro de tres semanas, Sariego se limitó a responder que "Asturias cuenta con unos profesionales magníficos". Finalmente, mostró su preocupación por el crecimiento del gasto de farmacia y dejó entrever que su Departamento proyecta un plan de contención "que implique a todos los ciudadanos".