Especialistas del Hospital General de Viena han desarrollado una nueva
técnica de cesárea, menos dolorosa que la tradicional y que permite
reducir las pérdidas de sangre de la madre a la mitad. Este nuevo
procedimiento requiere una intervención de sólo 20 minutos y ya ha sido
llevada a cabo con éxito en más de 1.000 mujeres durante los últimos
dos años, según recoge el diario EL MUNDO.
Uno de los miembros del Departamento de Ginecología de este centro
hospitalario, el doctor Elmar Armin Joura, considera que «muchos de los
pasos que se llevan a cabo en la intervención tradicional son
innecesarios, por lo que simplificar el procedimiento beneficia
claramente a la madre». Sólo en Austria, el 15 por ciento de los
nacimientos tienen que llevarse a cabo mediante cesárea.
En esta nueva técnica, el abdomen es diseccionado mediante elementos
de punta roma, en lugar de la tradicional disección con un instrumento
afilado. Pese a que sí se emplea un cuchillo de punta para cortar la
piel, el resto de tejidos se atraviesa cuidadosamente en el punto que
presenta menos resistencias, en estas zonas hay menos vasos
sanguíneos lo que evita daños y hemorragias. «Si el corte se hace en el
nivel adecuado», explican, «nos encontramos con un buen acceso para
llegar al útero».
Por otro lado, las cesáreas tradicionales requieren hasta siete capas de
puntos en diferentes niveles horizontales (entre la capa más externa de
la piel y el último de los niveles, el más cercano al útero), mientras
que en este nuevo procedimiento basta únicamente con tres capas
continuas de costuras. Esta reducción permite que los tejidos se
adhieran menos al abdomen y, por tanto, puedan cicatrizar de forma
natural.
Además, en este hospital austriaco, las mujeres sometidas a cesárea
son animadas a beber inmediatamente después de la intervención, para
aumentar la función intestinal, al tiempo que comienzan a ingerir
alimentos al cabo de sólo seis horas, lo que se ha demostrado que
reduce la necesidad de analgésicos para el dolor. Al cabo de ocho horas,
las nuevas madres pueden levantarse de la cama.
Las cifras de este método, al que dedica uno de sus espacios el último
número de la revista 'Journal of Obstetrics and Gynaecology', señalan
además que la fertilidad de la mujer no se ve comprometida por la
intervención y que incluso presenta una media mejor que después de la
cesárea tradicional.
La curiosidad por este nuevo procedimiento ha obligado incluso al
Hospital General de Viena a editar un vídeo que muestra todos lo
detalles.