Los resultados demuestran que la carga viral en sangre al ingreso en la UCI es un factor determinante en el pronóstico de los pacientes críticos con COVID-19
26 de abril 2023. 10:56 am
Una nueva investigación revela la importancia de la ‘tormenta vírica’ en pacientes críticos con COVID-19. En concreto, ha demostrado que la carga viral en sangre al ingreso en la UCI es un factor determinante en el pronóstico de los pacientes críticos con COVID-19. Esta información…
Una nueva investigación revela la importancia de la ‘tormenta vírica’ en pacientes críticos con COVID-19. En concreto, ha demostrado que
la carga viral en sangre al ingreso en la UCI es un factor determinante en el pronóstico de los pacientes críticos con COVID-19.
Esta información resulta clave para prevenir complicaciones de la COVID-19 en pacientes con factores de riesgo radica en el control temprano del virus, un principio fundamental que podría
aplicarse no solo a futuras pandemias causadas por virus emergentes, sino también a los virus responsables de epidemias estacionales.
El trabajo está publicado en la revista
The Lancet Microbe y se ha llevado a cabo por varios grupos del área de Enfermedades Respiratorias (CIBERES) y del área de Enfermedades Infecciosas (CIBERINFEC) del Centro de Investigación Biomédica en Red (CIBER), consorcio adscrito al Instituto de Salud Carlos III (ISCIII).
'Tormenta vírica' en COVID-19
Concretamente, se identificó a un grupo de pacientes que presentaban una ‘tormenta vírica’, caracterizada por la liberación masiva de ácido ribonucleico (ARN) y proteínas del SARS-CoV-2 en sangre. Estos pacientes, a su ingreso en UCI, no habían producido suficientes anticuerpos contra la proteína S del virus. Por ello, mostraban signos de una mayor respuesta inflamatoria. Este grupo representa un tercio de los 836 pacientes críticos con COVID-19, de una cohorte reclutada durante el primer año de pandemia en 23 UCIs de todo el país. Y estos no solo eran los que presentaban una mayor tasa de mortalidad (la mitad morían en los primeros 90 días desde el ingreso). Además, también tenían complicaciones significativas: el 94 por ciento necesitaron ventilación mecánica invasiva, el 41 por ciento sufrieron un fallo renal agudo y el 65 por ciento desarrollaron infecciones secundarias.
Por tanto, se demuestra que
los pacientes con COVID-19 que no son capaces de controlar el virus son los que tienen peor pronóstico. También que la respuesta inflamatoria en estos pacientes está directamente relacionada con la intensidad de la replicación vírica.