Más de 400 investigadores de los Registros de Cáncer de población de todo el mundo estarán en Granada presentando resultados de incidencia y estimaciones del impacto del cáncer en España. Todo ello en el marco del
Congreso Científico de la Red Europea de Registros de Cáncer (ENCR), y la Asociación Internacional de Registros de Cáncer (IACR). Así, los expertos analizarán las transformaciones que se están produciendo en los procesos de los registros por la tendencia a la Medicina de precisión o el desarrollo de la inteligencia artificial entre otros factores.
Hay importantes diferencias en la incidencia de cáncer entre países, teniendo
España una de las más bajas de Europa, solo por delante de Bulgaria, Austria y Rumanía. Los países con mayor incidencia de cáncer de Europa son Dinamarca, Irlanda, los Países Bajos y Croacia.
Sin embargo, también existen diferencias en la incidencia del cáncer dentro de los países. Así, las tasas de incidencia de la mayoría de los cánceres son
más altas en el norte que en el sur de España. En total, según las últimas estimaciones de la incidencia de cáncer en España realizadas por la
Red Española de Registros de Cáncer (REDECAN), en 2023 se diagnosticarán
279.260 casos nuevos de cáncer, el 57 por ciento del total en hombres.
Impacto del cáncer en España
Otros datos destacados del impacto del cáncer en España es la prevalencia de los diferentes tumores. Así, considerando los cánceres en ambos sexos,
el más frecuente es el de colon-recto con 42.721 casos nuevos, seguido del de mama (35.001 casos), pulmón (31.282), próstata (29.002) y vejiga (21.694). En los hombres, los cánceres más frecuentes serán próstata (29.002 casos), colon-recto (26.357), pulmón (22.266) y vejiga urinaria (17.731). En las mujeres serán el de mama (35.001 casos), colon-recto (16.364), pulmón (9.016) y cuerpo uterino (7.171).
Los proyectos de investigación que se realizan desde los registros de cáncer de población, están permitiendo no sólo conocer la incidencia de los distintos tipos de cáncer en cada población, sino las
características personales y ambientales con los que se relacionan. Este conocimiento es clave para establecer políticas de salud que contribuyan a la prevención y mejoren en el diagnóstico precoz y los índices de supervivencia.