El Colegio de Médicos de Valencia, que presidido por Vicente Alapont, se caracteriza por la estructura en diversas áreas y en buscar el beneficio común en la suma de esfuerzos, creó hace algo más de un año un área específica que se encarga directamente de los problemas del médico en el ejercicio diario de su profesión. El área se divide en dos: una Oficina del Defensor del Médico, que dirige el doctor José Ricardo Salom, encargada de establecer guías para los médicos y que se ha unido a la ya existente Comisión de la Defensa de la Medicina, que dirige Marina Gisbert y que recoge tanto posibles quejas que hacia el comportamiento de algún médico hayan podido surgir, como problemas o conflictos que puedan enfrentar a dos profesionales.
José Ricardo Salom, médico especialista en Medicina Física y Rehabilitación, puede ser considerado como el Defensor del Médico que tiene el Colegio de Médicos de Valencia. La primera pregunta, obvia, que surge cuando se trata con este aspecto se refiere a la razón de esta oficina, por qué puede ser necesaria dentro de una institución cuya base ya es defender a quienes la integran: los médicos. Para Salom se trata de una cuestión de pura lógica. 'Es una pregunta muy correcta: la defensa del médico ya la llevan los Colegios de médicos, y dentro de éste ya hay suficientes grupos para ejercer esta defensa', admite.
Lo que Salom añade, como principio básico para justificar esta Oficina, es que con el método 'clásico' 'siempre pasaba algo, siempre podía faltar personalización. En todas las profesiones, no sólo en la médica, entrar en el Colegio cuesta trabajo: la entidad colegial se toma como una institución oficial, no como una institución propia. Por eso, la figura del Defensor del Médico trata de facilitar ese acercamiento, trata de resolverle el problema al colegiado o, si no puede ser, de estructurarle el funcionamiento del Colegio, facilitarle y poner a su disposición los medios de que se disponen para resolverlo', explica.
Con las Oficinas del Defensor del Médico se intenta humanizar sobre todo la relación entre la entidad colegial y los facultativos
El doctor Salom está de acuerdo en resumir que de lo que se trata es de realizar una defensa 'a la carta' del colegiado. E incide en que el médico, a la hora de adentrarse en un Colegio, que debe ser concebido como su casa, 'no sólo muestra cierta timidez, sino que, incluso, me atrevería a hablar de cierta desconfianza. Y se trata de sus representantes en la profesión', dice.
Para tratar de cubrir esta laguna nació en Valencia la Oficina del Defensor del Médico, en la primavera de 2006. Por eso, su responsable admite que es una iniciativa 'tan nueva, que aún no está asentada', asegura. 'Nosotros en realidad lo que hacemos es echarle al médico una mano de una forma muy personal: la Oficina es el lugar donde vuelcan sus preocupaciones, sus reivindicaciones o denuncias. En este año, por escrito, habremos tenido unos 35 casos (uno o dos por mes), un número válido cuando esta iniciativa apenas ha tenido difusión. La respuesta ha sido buena, y lo que nos hemos encontrado en la práctica ha sido una atomización de problemas, éstos son muy personales y muy diversos: la Oficina nace ante la duda de un colegiado de dónde acudir ante un problema concreto', añade.
Cuando un médico llega al colegio valenciano con un determinado problema, que puede ser colegial, laboral, profesional o, incluso, personal, en esta Oficina del Defensor va a encontrar la guía para resolverlo. El departamento lo integró cuatro personas: además de Salom, están tres mujeres: Mavi Fliquete, Aurora Villanueva y Mayte Lázaro. El grupo se reúne una vez a la semana, citando a todo colegiado que haya contactado con ellos para exponer un problema. El equipo estudia posteriormente los diferentes campos de actuación viables, informa de ello al interesado y éste es quien decide, en última instancia, cuál llevar a cabo.
En el caso de que haya sido la Oficina del Defensor la que haya emprendido alguna acción, al afectado se le va informando puntualmente de los resultados. Una vez resuelto el caso, se recoge la opinión sobre la atención recibida, algo que de momento se está haciendo de forma verbal. El equipo trabaja normalmente en el seno del Colegio, pero hay determinados aspectos de la resolución de los que se pueden ocupar personas concretas.
La Oficina no tiene asignado un coste presupuestario, es un servicio más que presta el Colegio de Valencia. 'Ahora también estamos haciendo una encuesta sobre la realidad laboral de los médicos, que poco a poco nos van respondiendo a temas como el 'burn-out', el médico irritado' Hemos deducido que los cinco problemas que más preocupan a los facultativos son la discriminación económica, la carrera profesional (colectivos que no la perciben, dudas que pueden existir), la informatización, la masificación de las consultas y la falta de respuesta de la Administración hacia los problemas profesionales', resume.
'El objetivo principal, no obstante, es establecer una forma de tutoría hacia el médico, de humanizar las relaciones que debe tener el Colegio con sus colegiados. Estamos satisfechos con lo que estamos consiguiendo, y creemos que nuestros colegiados también lo están agradeciendo. al menos, así nos lo manifiestan', resume José Ricardo Salom.
Comisión de Defensa de la Medicina
De forma totalmente independiente a la Oficina del Defensor del Médico, en el Colegio de Valencia funciona la Comisión de Defensa de la Medicina, que interviene cuando el problema se refiere al acto médico, a situaciones en las que se advierte que no se está realizando una correcta praxis. Esta Comisión, presidida desde hace tres años por Marina Gisbert, interviene cuando se produce una queja hacia un médico, bien por parte de un paciente o bien por parte de otro colegiado.
El primer paso de la Comisión es realizar una información previa: se llama a la persona que presenta la denuncia, al médico denunciado y a todas aquellas personas que se considere oportuno. 'La información previa, que no es en absoluto un expediente, se la pasamos a la junta directiva, que es la que toma la decisión sobre si se abre expediente al colegiado. La idea que rige nuestra forma de funcionar es que cuando hay un profesional cuya actuación no es totalmente correcta se está perjudicando al colectivo médico y hay que intervenir', señala Gisbert.
La Comisión actúa siempre en el ámbito de lo deontológico, sobre actuaciones profesionales. 'Aparte de las normas legales, nuestro código deontológico nos impone una forma de actuar: desde tratar con dignidad al paciente y respetar a otros compañeros hasta aspectos que coinciden con la norma administrativa, como la obligación de la historia clínica o el mantenimiento del secreto. Nosotros no funcionamos de forma autónoma, sólo estudiamos aquellos asuntos que nos envía la junta directiva para que los valoremos', añade.
La doctora Gisbert, profesora de Medicina Legal en la Facultad de Medicina de Valencia, revela que entre médicos 'claro que hay conflictividad, y la hay con relativa frecuencia aunque no sean los asuntos que nosotros más tratamos', dice. Desde su amplia experiencia, explica que se dan 'muchas situaciones en las que se piensa que hay una competencia desleal. En nuestro código deontológico hay un artículo que dice que los conflictos entre compañeros no deben ser aireados públicamente, sino que deben ser llevados al Colegio para que éste busque una solución. y es relativamente frecuente que un médico critique a un compañero delante de pacientes, o de personal auxiliar, o que lleve a los medios de comunicación un conflicto con un compañero sin que haya intervenido el arbitraje del Colegio'.
La Comisión para la Defensa de la Medicina la integran cuatro personas que trabajan bajo la coordinación de Marina Gisbert: dos miembros de la junta directiva y el asesor de los servicios jurídicos del Colegio. 'La verdad es que no nos falta trabajo, estamos atareados. Nos reunimos, normalmente, cada jueves para tratar los asuntos pendientes. cada asunto lleva consigo citar a una serie de personas en días separados y analizar el problema, y es muy raro el jueves del año en el que no nos reunimos: el volumen de trabajo es importante', reitera.
La presidenta de la Comisión añade que este órgano, una vez analizado un caso determinado, no tiene capacidad de decisión, sino que se limita a valorar las diversas situaciones e informar a la junta directiva sobre si ha habido una incorrecta actuación deontológica. después, será la propia junta la que decidirá y pueda tomar medidas disciplinarias.
'Nuestro objetivo no es defender a los médicos, sino a la Medicina: que se lleve a cabo su ejercicio de forma adecuada y respetuosa con todos. Desde que nosotros estamos funcionando se han abierto en el Colegio expedientes como nunca, porque pretendemos que los médicos se conciencien de la importancia del código deontológico y de que las consecuencias de la actuación profesional deben ser valoradas en toda su amplitud', afirma Marina Gisbert.
Las sanciones a aplicar a los médicos en estos casos, por infracciones leves, menos leves y graves, vienen recogidas en los Estatutos de la Organización Médica Colegial. En ningún caso, la sanción será económica: la más leve es la amonestación privada, y la más grave, la expulsión y la prohibición de colegiación durante un tiempo determinado. ésta conlleva la prohibición de ejercer la Medicina, lo que la Junta Directiva deberá comunicar a la Administración para la que trabaje el facultativo, si es el caso. 'Hay que decir que a muchos médicos no les caemos nada bien. aunque la apertura de expediente no quiere decir que todo acabe en sanción', admite la presidenta de la Comisión.
Apuesta por la prevención
Posteriormente, este mes de septiembre cumple un año el Área del Defensor del Colegiado que funciona en el Colegio de Médicos de Málaga, que preside Juan José Sánchez Luque, una iniciativa similar a la del Colegio de Valencia aunque con aspectos claramente diferentes. El Área, como en el caso valenciano, se ha dividido en dos ámbitos: cuenta con un director médico, José Manuel Navarro, y con una directora técnica, la abogada Aurora Puche. En su primer año de vida, esta intensificación de la defensa del colegiado también se ha dejado notar en Málaga.
Aurora Puche, no obstante, reconoce que 'el propio nombre del área que se ha creado lleva a confusión, porque parece que la palabra defensa lleva siempre a una faceta muy jurídica' y en los Colegios ya existe esta defensa jurídica, en concreto en Málaga creo que la tenemos perfectamente cubierta por un servicio de asesoramiento que, en nuestra opinión, lleva muchos años funcionando adecuadamente. por lo tanto, esa faceta no había que complementarla, estaba en pleno funcionamiento cuando surgió la idea de crear el Área del Defensor del Colegiado. Esta idea formaba parte de las propuestas que el programa electoral de la nueva junta directiva del Colegio, que ahora hace algo más de un año que entró y que pretendía introducir una idea innovadora. Y, por supuesto, no pretendía solapar para nada la función de la asesoría jurídica', afirma.
Según explica la directora técnica del Área del Defensor del Colegiado, ésta no interviene cuando existe o se ha generado ya un conflicto que afecta a un médico ante una situación concreta, o se ha producido una vulneración de sus intereses, o ha recibido una queja por motivo deontológico: el médico, ante estos problemas, sigue acudiendo a la asesoría jurídica o a la Comisión Deontológica. El Área del Defensor del Colegiado tiene una función previa a ese momento, y lo que pretende es ser, primero, una vía de recepción y de comunicación que esté constantemente abierta entre el colegiado y la institución: se parte de la idea de que el Colegio solamente será efectivo si mantiene el pulso y está en continuo conocimiento de lo que es la situación en la que cada día sus colegiados realizan su actividad profesional.
'De esa situación surge una serie de circunstancias que, sin haber generado ya un conflicto abierto, necesitan ser defendidas. Son condiciones profesionales de una envergadura tal que, si dejamos que se deterioren, van a perjudicar al colegiado: hay que trabajar continuamente sobre ellas para evitar ese perjuicio. Por poner un ejemplo, en el tema de las agresiones médicas, indudablemente, cuando se ha producido ya la agresión la cuestión se canaliza a través de la Asesoría Jurídica del Colegio: se le presta al médico de forma gratuita todo el asesoramiento para que él decida si interpone denuncia, se le lleva desde el Colegio toda la tramitación judicial' pero la institución se plantea que quizás habría que actuar también a priori, se pregunta si no interesaría más plantearse por qué se ha llegado a la situación en la que se producen continuos casos de agresión, hacer una valoración de aquellas circunstancias que están provocando esta situación y así poder atajarlas', señala Puche.
'En Málaga, por ejemplo, estamos llegando a la conclusión de que se ha producido una desvalorización de la figura del médico, también porque hay más violencia innata en la sociedad (sobre esto no podremos actuar directamente), porque hay condiciones profesionales de sobrecarga de trabajo, porque a los pacientes se les está transmitiendo unas expectativas que después, al llegar al centro de salud o al hospital, se pueden ver frustradas sin que el médico tenga ninguna culpa. Intentamos actuar sobre este momento previo y trabajar para aportar soluciones con carácter general, para que no se creen los conflictos individuales', añade.
En estos temas, también en general, la conclusión lógica es que el Colegio debe ir de la mano de la Administración: primero, porque son dos partes que tienen un mismo interés: el Colegio trabaja para lograr el beneficio de los médicos, y la Administración necesita a esos mismos profesionales en plenas condiciones para poder ofrecer el servicio que quiere. 'Y no sirve hacer comunicados después de una agresión, ofrecer al médico el asesoramiento jurídico o la ayuda psicológica ante el menoscabo que sufre el facultativo. Es mejor analizar por qué se ha llegado a la agresión', reitera la abogada.
Puche incide en la cuestión de las condiciones profesionales: 'Tampoco hay que dejar que esas condiciones generen un conflicto en el que médico se vea obligado a reclamar individualmente por la vulneración de un derecho, sino intentar estabilizar esas condiciones, tutelarlas con carácter previo y de forma general para todos los profesionales. Se intenta dar soluciones profesionales, efectivas, para mantener siempre vigentes los principios que consideramos básicos para que el médico pueda desarrollar correctamente su profesión', señala.
La directora técnica del Área del Defensor admite que ella no podría hacer mucho sin la coordinación directa con el director médico, pues 'el Colegio en general, y esta Área en particular, si no está en continuo contacto con la realidad del médico no tiene sentido. Yo soy abogada, pero no puedo trabajar si no hay un médico que me transmita a mí cuál es esa realidad en cada momento. En función de esa realidad, nosotros actuamos para ayudar a los diversos colectivos médicos, cuando realizan reivindicaciones. nos volcamos con ellos y, en muchas ocasiones, es al revés, les trasladamos informaciones para que pisen firme en la situación que revindican y sepan que pueden ir por un camino equivocado', explica.
Según expresa Puche, los Colegiados malagueños están acogiendo 'muy bien' la iniciativa, pues encuentran en ellos la 'caja de resonancia que muchos colectivos de facultativos buscan para que sus problemas tengan la suficiente transmisión', dice, y recuerda que, a veces, el ciudadano está perdido y 'eso influye en la situación de desprestigio en la que ha caído la profesión médica, como otras profesiones: muchas veces, en la prensa salen una serie de noticias y no se escucha el criterio riguroso de los profesionales, que son los únicos que conocen el problema en profundidad y con un criterio válido', comenta.
En otras ocasiones, sucede que los problemas que llegan al Área del Defensor del Colegiado son puramente deontológicos, y en ese caso son derivados al Comité que se encarga de estos asuntos para que realice un pronunciamiento expreso. lo mismo sucede si son puramente jurídicos. 'Ahora estamos trabajando mucho en cuestiones de implicación bioética, porque es una materia de muy reciente calado en la profesión médica y, en muchos casos, se nos pide asesoramiento. el Área juega un papel muy importante en divulgar estos temas, en los que no se puede dar directrices pero sí información para que después el médico la utilice en su práctica clínica, para tomar una decisión fundamentada y seria', recalca.
Tras casi un año de funcionamiento, en definitiva, Puche cree que el Área del Defensor del Colegiado 'es una buena iniciativa. Al principio, la pregunta de qué aporta esta área específica de defensa del colegiado la planteó mucha gente, cuál es su función, pero el día a día la ha ido respondiendo a la vez que consolidaba el Área. Los colegiados de Málaga ya se han ido dando cuenta de su efectividad. Económicamente, supone un coste añadido, una infraestructura en cuanto a personal, cobertura administrativa y de medios. Sí supone un coste añadido, pero a mí me parece que está dando sus frutos porque está recibiendo la valoración de los colegiados', resume para finalizar la directora técnica del Área.
Cercanía con el colegiado
José Manuel Navarro, especialista en Medicina de Familia, es el director médico del Área del Defensor del Colegiado en la institución malagueña. Quien también responde a la pregunta común: ¿Qué aporta un área así? Para el doctor Navarro, 'el primer objetivo que se persiguió al crear el Área era que el colegiado se sintiera mucho más cerca de la institución. Se trata de que los colegiados puedan ver de una forma más cercana qué les puede ofrecer el Colegio. y, en un momento dado, también detectar los posibles fallos que la institución está cometiendo en su misión de dar un servicio a los médicos y dignificar la profesión, tal como venía recogido en el programa del doctor Sánchez Luque', responde.
Navarro piensa que 'ahora mismo, que esos objetivos se plasmen en una serie de actividades regladas, sólo se está haciendo en Valencia y en Málaga. Es una defensa más específica: en el proyecto que lidera el presidente del Colegio, se mantiene la estructura clásica pero se han creado, además, hasta 32 áreas nuevas: desde el Comité de Expertos, a la Dignificación del Ejercicio Profesional, las Relaciones con la Facultad de Medicina, la de Relaciones con los enfermos o la que yo presido, el Área del Defensor del Colegiado. Es un proyecto magno que también implica la renovación de los Estatutos del Colegio, algo que está en curso', añade.
Según explican los responsables de esta iniciativa, este tipo de oficinas nacen ante la duda de un colegiado de dónde acudir por un problema relacionado con su consulta o su persona
La creación de un área específica para atender los problemas que, en el día a día, produce el ejercicio de la profesión médica supone, según confiesa el director médico, 'un alto volumen de trabajo', y ello motivó que se creara, además, una Dirección Técnica, que preside Aurora Puche. 'La mía es, por decirlo así, la parte más 'humana' del servicio. El ser médico ayuda a que los colegiados que llegan a la institución puedan hablar de los problemas que puedan tener', dice Navarro, y coincide en que el Área, tal como está configurada en el Colegio malagueño, atiende a una labor eminentemente preventiva 'porque cuando los problemas ya se han producido, para eso está la asesoría jurídica o la comisión deontológica. Lo nuestro es la prevención y el asesoramiento', resume.
Así, se tratan tanto los problemas que un médico pueda tener con su jefe de servicio, por poner un ejemplo, con otros facultativos o con pacientes. José Manuel Navarro explica que 'parece que los médicos estamos todos juntos, pero realmente en muchas ocasiones existe una sensación de soledad frente a un problema determinado: ahí se necesita una orientación específica, y para eso estamos nosotros', afirma.
Otro aspecto para el que se concibió el Área del Defensor del Médico, sigue explicando José Manuel Navarro, es para que 'en un momento dado, nosotros podamos defender al colegiado frente a actuaciones del propio Colegio, cuando el médico crea que la entidad colegial no está actuando bien y no se le está haciendo mucho caso: la queja nos la trae a nosotros, que, a su vez, la trasladamos al Pleno o al presidente. De hecho, nosotros dentro del organigrama funcional del Colegio estamos en la unidad de Presidencia', comenta.
Un aspecto que, en muchas ocasiones, se ocupa también de aclarar el Área que preside el doctor Navarro es el de la colegiación obligatoria: 'En la mayoría de los casos tenemos consultas, o protestas, que se producen por desconocimiento de lo que el Colegio puede ofrecer. eso puede llevar a que algunos colegiados estén a disgusto. También a veces nos llegan quejas referentes a que no están conformes con lo que el Colegio hace, opiniones de que debería hacer algo más. nosotros, en todo caso, trasladamos esas quejas a la Junta Directiva y se trata de llegar a un acuerdo con el colegiado en cuestión. Como digo, estas situaciones también pueden servir para mejorar el funcionamiento del Colegio'.
Tras casi un año de trabajo al frente del Área, José Manuel Navarro se declara 'satisfecho', aunque confiesa que 'siempre quedan cosas por hacer. Se han hecho muchas, pero esta iniciativa es muy ambiciosa, ahora está empezando y hay que mejorarla para ayudar a dignificar el ejercicio profesional de la Medicina. posiblemente, no nos dé tiempo a poner en marcha todos los proyectos que tenemos en el programa de esta junta directiva, y deban seguir otros con ellos' señala.
En cualquier caso, aconseja al resto de los Colegios de médicos nacionales poner en marcha esta iniciativa. 'Francamente, sí lo aconsejo. aunque después cada uno en su casa hace lo que considera oportuno. Pero existe un reto para los Colegios de médicos: éstos deben legitimarse, y conquistar, a sus propios colegiados. El Colegio perdió hace muchos años, en los 70, la capacidad de garantizar la formación de los especialistas, algo que nos está costando mucho recuperar. Ahora se está realizando un esfuerzo importante y tenemos que aceptar retos de este tipo: tenemos que recuperar la credibilidad frente al colegiado y frente a los demás interlocutores del ámbito sanitario, la Administración y la sociedad.
Expertos no dudan en apuntar la necesaria 'complicidad' de los Colegios de Médicos y las Administraciones en cuestiones relacionadas con las agresiones
'Eso se consigue con un trabajo serio y continuado', prosigue José Manuel Navarro. Nosotros tenemos el respaldo total de nuestro presidente, y en los nuevos estatutos también se recogerá la importancia que se le está dando a esta Área, que formamos, además de los dos directores, la letrada colegial, Cristina Sarmiento. y, además, hay una organización matricial: si en un momento dado hace falta para una cuestión determinada la aportación de otras áreas, existe una coordinación y se trabaja conjuntamente', finaliza.
Otras alternativas
La creación en Valencia y Málaga de áreas específicas de defensa del colegiado no puede solapar la intensa labor que se desarrolla en el resto de Colegios de médicos españoles para cubrir el primer mandamiento que debe cumplir una institución de este tipo: el buen trato y la defensa de sus colegiados. Así, en todos ellos existen, y cada vez más desarrolladas, 'armas' como los servicios de asesoría jurídica y fiscal, o las comisiones deontológicas o los diversos protocolos frente a las agresiones que pueda recibir el médico.
Pese a los costes añadidos que generan estos nuevos servicios a los Colegios que disponen de ellos, los resultados son satisfactorios según se constata desde Valencia y Málaga
Pablo Corral, presidente del Colegio de Médicos de Cantabria, explica que en su entidad colegial, la defensa del facultativo se realiza, si se le puede llamar así, de una forma 'normal' y no desde un área específica. pero, en todo caso, intensa. Corral, según ha manifestado a este medio, confiesa 'desconocer la labor de estas oficinas específicas', aunque apunta que la defensa de los colegiados es 'algo innato al propio Colegio. Nosotros no tenemos definida una oficina para realizar esta función, pero todas nuestras acciones tienen siempre la misma dirección: cualquier asunto que afecte o pueda afectar al médico, lo tomamos como algo propio', señala.
El presidente del Colegio cántabro no quiere, en ningún caso, que sus palabras suenen a una descalificación de la iniciativa, pues, además, muestra todo el respeto a 'lo que cada uno pueda hacer en su propio Colegio. Si en Valencia y Málaga han decidido aplicar esta iniciativa, pues adelante. Eso sí, reitero que nosotros también tenemos nuestras ideas. una de ellas es que el colegiado pueda sentir el Colegio como algo suyo, como su casa y un sitio donde se le va a defender siempre y con las mejores armas que sepamos manejar, sin necesidad de decirle que tiene una oficina para ello. En todos los foros en los que intervengo, al menos, repito que nuestro Colegio de Médicos es la casa de todo médico de Cantabria. Y, humildemente, creo que estamos consiguiendo que nuestros colegiados lo sientan así', afirma.