S.P., Madrid.-La Organización Médica Colegial ha acogido favorablemente que parte de sus peticiones hayan sido incluidas en el proyecto de Ley de garantías y uso racional del medicamento, aprobado ya por el Gobierno, y que en el mismo, y tal como subrayó el secretario general de Sanidad en declaraciones a EL MEDICO INTERACTIVO (ver edición 6-12-05), 'quede reforzado el principio general de respeto a la prescripción del facultativo'. Así lo ha expresado a este medio, el secretario de la OMC, el doctor Juan José Rodríguez Sendín, quien, junto al resto de la Permanente, valora positivamente el Anteproyecto y aplaude que quede bastante claro que el único que trata y diagnostica es el médico, ya que hasta ahora no se había aclarado lo suficiente quién debía diagnosticar y prescribir y quién debía dispensar'.
A Rodríguez Sendín también le parece importante, además, que se supriman aquellos elementos que han favorecido hasta ahora la sustitución de medicamentos. El secretario de la OMC asegura que 'el tema de las bonificaciones era una de las razones por las que se reemplazaban unos genéricos por otros, un punto muy preocupante para nosotros por varias razones, porque generaba confusión, sobre todo entre los mayores, y porque no nos parecía adecuado que se estén sustituyendo productos por razones económicas, sin más'.
La OMC se muestra satisfecha con, entre otros aspectos, el hecho de que se vaya a dirigir a los facultativos un plan de formación sobre el uso racional de los medicamentos. Según palabras de Rodríguez Sendín, 'entendemos que tanto en formación como en información se debe establecer una estrategia que permita al facultativo estar suficientemente formado e informado a punto y a tiempo simultáneamente que se vayan produciendo los acontecimientos más relevantes en relación al medicamento, y que ello no sólo parta de la industria farmacéutica sino también de la Administraciones central y autonómicas'.
Esta institución tampoco quiere pasar por alto otro de los temas que le resulta importante, en este sentido, y en el que considera que se ha avanzado, gracias a la nueva Ley, como es el de la contaminación medioambiental por medicamentos debido a su excesivo uso tanto humano como animal. 'No nos cabía en la cabeza como existían esos niveles de exigencia respecto a los fármacos de uso humano y no sucediera lo mismo con los destinados a los animales'. Por tanto, y según indica el representante de la OMC, 'el hecho de que el veterinario tenga ahora que prescribir y responsabilizarse en este sentido nos parece muy importante y adecuado. Aunque es probable que en un futuro precisemos unos desarrollos más ajustados para que el uso indebido y no justificado del medicamento en la cadena alimentaria y, en general, su riesgo de agresión al medio ambiente, se minimicen'.
Una vez aplaudidos estos aspectos, y pese a entender el difícil papel que tiene ante sí el Ministerio de Sanidad y los muchos agentes a satisfacer, a criterio de Rodríguez Sendín, sin embargo, hay ciertos puntos, considerados por esta institución como 'problemas rigurosamente de salud pública', que la OMC no está dispuesta a pasar por alto, entre ellos, asegurar mecanismos para garantizar la no sustitución cuando pueda identificarse algún riesgo para el paciente derivado de la misma. También la precisión en los cometidos de la denominada atención farmacéutica, la identificación singular de los fármacos, y la información sobre estos productos a la población. 'Son propuestas que están formuladas única y exclusivamente para proteger el interés y la salud de los ciudadanos, y ante ello estamos dispuestos a discutirlas con quien sea', según puntualiza.
Casilla de no sustitución
Rodríguez Sendín, que se detiene a desgranar cada una de estas reivindicaciones efectuadas desde el máximo órgano colegial médico, reitera que 'hay un cierto tipo de medicamentos, que no deberían ser sustituidos en ningún caso salvo que tengan demostrada su bioequivalencia, tengan idéntica composición, forma farmacéutica, vía de administración y exacta dosificación por unidad. Añade que 'el Anteproyecto ha tenido pequeños cambios de redacción que tendremos que asegurarnos de que en todos los supuestos posibles quede garantizado el que se vaya a obtener exactamente idéntico efecto que el medicamento prescrito'.
Atención farmacéutica
Respecto a la atención farmacéutica, para el secretario de la OMC 'es inaceptable que se hable de seguimiento farmacoterapéutico por parte del farmacéutico, es decir, que se pretenda evaluar además del fármaco los efectos que éste produce y cómo se aplica'. Según palabras de Rodríguez Sendín, 'no lo podemos admitir porque para nosotros es un 'sin sentido''.
Ahondando en esta cuestión, este representante de la OMC rechaza radicalmente que se utilice la disculpa de que 'el médico no tiene tiempo para realizar este seguimiento', ya que, a su juicio, 'si realmente el facultativo no dispone de dicho tiempo habrá que reponérselo para que actúe adecuadamente, por ejemplo recuperando la tercera parte del tiempo asistencial que dedica además de prescribir a la tarea administrativa de realizar tantas recetas como numero de envases precisa el paciente'. El seguimiento farmacoterapéutico -prosigue- en ningún caso puede quedar, en manos de un profesional que no sea el médico que prescribe y evalúa los resultados, efectos secundarios o cualquier efecto adverso de un determinado fármaco y en relación al diagnóstico que se ha realizado en un paciente determinado'.
Al respecto, lo que el secretario de la institución colegial recomienda es que se sea rigurosamente claro y queden zanjados aspectos tales como el papel del farmacéutico, y su labor frente al cuidado del medicamento 'hasta que este es administrado al paciente', así como de su información'. 'El resto 'añade Rodríguez Sendín- es cosa del médico, que es el que realmente conoce si la respuesta a un determinado fármaco es o no la adecuada'.
En relación a la figura del farmacéutico de Atención Primaria, afirma que 'cuando los profesionales de este nivel asistencial precisan ayuda de un experto en medicamentos es de aquél que entiende también de los problemas de salud que tratan, es decir, que sea experto en clínica y en fármacos y en España esa figura es la del medico especialista en farmacología clínica. Cosa bien distinta de los motivos reales por los cuales las Administraciones sanitarias deseen crear estos puestos de trabajo'.
Identificación singular del fármaco
Otro de los puntos negros del entorno del medicamento es, en estos momentos, para la OMC 'el no poderse todavía identificar singularmente cada envase de medicamento'. A juicio de su representante, 'esto es un gran déficit de nuestro sistema, con el que habría que terminar, ya que de lo contrario seguirá siendo una quimera evitar problemas relacionados con el uso de los medicamentos, de tal modo que la tan comentada trazabilidad quedará en un buen deseo, que perderá credibilidad'.
Para Rodríguez Sendín, esta identificación permitiría, entre otros aspectos, 'saber quién ha prescrito dicho fármaco, en qué momento y su diferenciación con otro adquirido en otro momento'. Este procedimiento, a su criterio, acabaría 'con la dispensación inadecuada sin receta y ayudaría a mejorar la identificación de los problemas que surgen en los pacientes por la utilización indebida, entre otras muchas ventajas'.
Finalmente, otra de las medidas que la OMC defiende es la elaboración de una estrategia que permita conocer el botiquín individual de cada individuo y familia 'lo que facilitaría tener registrados, bien a través de un soporte electrónico o de papel, los medicamentos que se dispensan a los ciudadanos, no sólo los registrados por el médico, también los dispensados en la farmacia precisen o no prescripción médica para ser prescritos'. Junto a ello, se reclama un plan de información sobre los fármacos destinado a la población que sirva de ayuda, entre otras cosas, para entender los prospectos, 'tan difíciles en estos momentos de interpretar por el ciudadano ', según concluye el secretario de esta Organización.